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Ambos castaños se encontraban en la casa de la chica mientras ella cuidaba de su pequeño primo; ya que su tía saldría ese día a otra ciudad. Probablemente regresara al siguiente día ya que era fin de semana.

—Samuel, por favor, ya te he dicho que no debes estar en el suelo mientras ves la televisión —habló Janeth mientras miraba al pequeño niño—. Estas enfermo de tos y gripa.

—No —el pequeño negó con la cabeza—.

—Por favor —la chica le dedicó una dulce sonrisa—.

—No —volvió a negar—.

—Ojalá tu madre me pagara más porque no haces caso—suspiró—.

Fue entonces que la chica tuvo una idea; sobornarlo para que le obedeciera.
Caminó hacia la cocina, en donde se encontraba su novio, y buscó alguna golosina en los estantes.

—¿No te hace caso? —preguntó el chico en un tono burlón—.

—Tengo un plan —siguió buscando—.

—¿Lo vas a sobornar? —la castaña asintió—. Qué buena niñera eres —agregó un poco sarcástico—.

—Normalmente Samuel no se comporta así, solamente si está molesto o algo —miró al castaño—. Algunas veces hace que no existo.

—Es un niño, entiéndelo —se acercó a su chica—. Déjame ayudarte y verás que puedo hacer que deje de estar en el suelo.

—Bien, inténtalo.

El chico se sentó en el sofá que se encontraba detrás del pequeño Samuel, quien miró al castaño sin decir nada.

—Oye, Samuel, ¿verdad? —el pequeño asintió—. ¿Crees que es más cómodo el suelo que el sofá?.

El pequeño lo pensó por unos momentos mientras miraba el suelo y el sofá. Después de un rato, finalmente se encogió de hombros sin saber qué responder.

—Vamos, siéntate en el sofá por lo menos unos segundos para que veas qué es más cómodo.

Sin pensarlo dos veces, Samuel se sentó en el sofá a un lado del castaño; quien miraba con atención sus movimientos.
Unos segundos después, el pequeño dirigió su mirada al chico de la G con una sonrisa.

—¿Es mejor el sofá? —cuestionó Gabriel con una sonrisa de lado—.

—Si —respondió aquel pequeño niño para después volver su mirada a la televisión—.

—Vaya...supongo que tenías razón —habló la castaña acercándose a su novio un poco apenada—. La verdad no soy muy experta en esto de cuidar niños pero aún así mi tía suele confiar en mí para cuidar de Samuel.

—Cuando lo debas cuidar, deberías llamarme —le hizo un guiño—. Y para lo que quieras también.

—Si lo haré —miró la televisión—.

—¿Entendiste lo que dije? —preguntó el chico mirando a la castaña—.

—Si, que te llame cuando cuide a Samuel.

—Y para cuando estés aburrida —sonrió de lado mientras le hacía otro guiño—.

—Mejor...veo que hay de comer —río nerviosa y caminó hacia la cocina—.

—¡Pero aquí estoy yo! —gritó para que la chica pudiera escucharlo y después río por lo bajo—.

—¡Comida real, además está Samuel!.

—¡Está muy distraído!.

La castaña permaneció en la cocina un par de minutos. Sus mejillas estaban totalmente rojas y cálidas por aquellos comentarios.

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A veces me gusta ver cómo Janeth sufre por esos comentarios xdxdxdxd :v

Que delicada :v

Espero les guste ^^

Letra G ||Book2||Where stories live. Discover now