Capítulo 1.

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Conozco a Park Jimin desde el preescolar, nuestros padres hicieron muy buena amistad desde aquel entonces. A mediados de secundaria la familia Park y mi familia decidió mudarse a la misma ciudad, así que, la familia Park vive Justo enfrente de nosotros.

Nos visitámos cada fin de semana que tenemos libre, pero esas visitas se están haciendo costumbre.

A mí me gusta visitar a su familia, me agrada la forma en la que el señor Park me llama "hija" o las deliciosas galletas que prepara la señora para mi. Me tratan como una más de ellos.

Me gustaría que fueran mis padres, aunque no quiere decir que los míos sean malos, para nada, es solo que si lo fueran viviría con ellos y eso trae consigo el ver a Park Jimin diario.

Aún no les he dicho que estoy completamente enamorada de Jimin, me gusta desde la graduación del preescolar.
Aunque hay un problema, por más que yo hago lo posible porque él note mi interés, nada más nada, no entiendo. Solo soy una amiga para él, me trata como una y me ve como una, aunque en ocasiones es distante y algo hiriente conmigo. Me hace sentir mal.

Me lastima.

Hoy saldré con él, le he invitado al cine; la semana pasada pase por ahí y me entregaron cupones 2x1 así que no quería desperdiciarlos. Así que llame a Park Jimin para invitarlo, al principio se negaba, ponía pretextos realmente estupidos, pero al final cedió.

[...]

–¿De qué pedirás tú resfresco, Park?–dije tratando de llamar su atención.
Llevaba más de una media hora con el maldito celular.

–Park.–volvi a decir.

–¿Qué quieres ahora, Eun?-contesto serio.

–Nada.–dije casi en susurro,sus palabras me lastimaron, trataba de que mis lágrimas no salieran, y mi labio no paraba de temblar por retener los sollozos.

Lo sé, tal vez crean que soy muy sensible, y tengo que admitirlo, lo soy. Cada palabra de Park Jimin me hiere, me lastima. Así siempre es conmigo y no sé el por qué.

–¿Que habías dicho, Eun?-dijo fijando su vista en mi.–Bien como sea, espero la película no tarde, tengo planes con más amigos.

–Me hubieras dicho, y hubiera buscado con quien más venir.–dije nuevamente tragándome aquel nudo en la garganta y las ganas de llorar. Pero a pesar de eso le dediqué una sonrisa, un poco forzada.

La función acabó, el tiempo pasó tan lento, que sentía que lo hacía para hacerme sufrir.

[...]

–Gracias por traerme a casa.–dije bajándome del auto recargada sobre la ventana de este.– Y también por ir.–recordé lo que me hizo sentir en el cine.

–No es nada, tal vez luego te pase la cuenta de la gasolina que gasto.–dijo viendo su casa.– Se gasta bastante al venir hasta acá.

Me volví a sentir así de mal, tenía unas inmensas ganas de llorar, de nuevo las retuve como pude y siento un gran nudo en la garganta.

Cada vez que estoy a su lado me siento como una persona diminuta y el doble de sensible de lo que soy. De verdad no entiendo, ¿por qué me trata así? ¿Por qué?

–Bien, tal vez mis ahorros no alcancen, pero te lo pagaré.–dije con una sonrisa falsa.

Sin decir ni una palabra arrancó y se fue a alta velocidad, en cuánto el doblo la esquina, me solté en llanto.

Estoy harta de sentirme así, pero mi corazón me dice otra cosa, aunque me duela como me trata, lo amo, lo amo como no tienen idea, quisiera decírselo pero no puedo, el miedo se apodera de mí y no me deja hacer lo que quiero, aunque tal vez sea mejor así.

Limpiando mis lagrimas entré a casa cabizbaja. Mamá me pregunto qué pasó, pero solo le dediqué una sonrisa y me fui directo a mi recámara.

Cerré con seguro la puerta, no quería que nadie entrara, no quería hablar con nadie.

Junto a mi cama hay un pequeño mueble donde tengo un cuadro y en él una fotografía donde estoy con Jimin.

Estamos en el jardín de su casa, él no sonreía y yo solo lo abrazaba, él siempre tan frío.

La guarde en un cajón, no quería ver esa fotografía, solo quería descansar; me recosté en mi cama y quede dormida.

[...]

Las clases habían vuelto, las vacaciones de verano habían pasado bastante rápido.

La familia de Jimin se ofreció a llevarme, así que estuve lo más puntual posible frente a su casa, la puerta se abrió dejando ver a un Jimin serio. Como siempre.

–Mis padres se ofrecen, pero yo hago el favor, idiotas.–susurró para él, pero no sabe que lo alcance a escuchar.

De nuevo aquel nudo en la garganta regreso.

–Hola, Park.–dije sonriéndole.

No contesto.

Subimos a su auto, me vino a la mente el momento cuando me cobro lo que gasta su auto de gasolina.
El tan solo recordar hizo que se me escaparan unas cuantas lagrimas, que por suerte no lo noto.

[...]

Llegamos al colegio, era uno de los más prestigiosos de la ciudad.

Baje sin decir un gracias, me dolía lo que me decía, así que no tenía ganas de agradecer.

Entre al salón de clases, había solo unos cuantos compañeros. Jimin suele entrar después. Le gusta saltarse clase.

Justo entró el profesor de Historia, me cae bien, es buena persona. Pero no venía solo, lo acompañaba un joven de nuestra edad.

–Jóvenes, les quiero presentar a su nuevo compañero, acaba de llegar a la ciudad, y espero lo traten como se debe.–dijo el profesor.–Bien, ahora preséntate hijo.–dijo refiriéndose al nuevo.

–Hola, mi nombre es Jeon Jungkook, y espero hacer amigos.–dijo bastante tímido.

–Hola.-dijimos todos.

Las clases pasaron rápido, y tocaba la hora del receso, los únicos minutos que nos dejaban respirar.

Siempre voy con Jimin y sus demás amigos, aunque no le gustara mucho que yo estuviera ahí.

Decidí abrazarlo por detrás, para al menos olvidar lo que dijo en la mañana.

Llegue donde sus amigos, justo él estaba de espaldas, hablando tranquilamente, con sus amigos.

Lo abrace, lo hice.

–Hola, Jimin-ah.–dije con un tono dulce y cariñosa.

Jimin.

Él no lo tomó así.

–¡YA BASTA KIM EUN HEE!–grito, sus amigos tanto como yo me que helada ante su comportamiento.–Basta Kim, estoy harto de ti, de cómo eres, como hablas, como caminas, como te vistes, de tu estupida sonrisa al verme. No se como acepte ser tu amigo. Sabes Eun mis padres me obligan a estar contigo. Y tengo por seguro que nunca podré tener algo más que "amigos".–dijo, yo solo mira a hacia el suelo, no podía dejar de llorar, las lagrimas salían como grandes cascadas. Todos veían sorprendidos por el comportamiento de Jimin. Me sentía tan expuesta a todos en el momento. Tan frágil ante él.

Voltee a ver a todos, algunos me miraban con lastima, y otros reían y miraban con asco.

Jimin tomó su chaqueta y se fue del lugar, di la vuelta dispuesta a marcharme pero mis ojos se encontraron con el nuevo. Jungkook.

–¿Estas bien?–dijo tomándome de la mano.–Ven vamos a un lugar más tranquilo.

Fuimos al cuarto del conserje.

Le conté todo sobre mi historia con el idiota de Park Jimin.

Me abrazo, fue un gran abrazo. Como quisiera que Jimin me abrazara de esa forma.

Creo que será mejor dejar esa "amistad" y darme la oportunidad de conocer más personas.

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⏰ Última actualización: May 28, 2018 ⏰

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Me amaste demasiado tarde. ©️ Park Jimin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora