14.- Severus... se va

15.8K 1.3K 281
                                    

Casi acababa el año escolar. Eso significaba que ese año, había sido el más tranquilo en Hogwarts en mucho tiempo. El verano prácticamente estaba encima y el último partido de quidditch sería en poco tiempo y después de eso, los exámenes y sería todo.

Severus Snape estaba dividido entre la alegría de poder estar más tiempo con Harry y la zozobra de que el Lord no le hubiera llamado en meses. No era normal y él lo sabía.

Sumado a esos sentimientos contradictorios estaban los hechos de las últimas semanas. Zabini había estado cerca siempre de Ginny Weasley, no le hablaba, solo estaba cerca, como vigilándola. Luego estaban los berrinches de la señorita Parkinson que se habían incrementado con el correr de las semanas, Draco Malfoy continuaba su "amistad" con Granger y ambos eran vistos a solas, sin Harry, el cual se suponía, era el pretexto por el cual Malfoy era amable con Granger, y luego estaba Nott, mirando siempre hacía la mesa de Gryffindor... y a quien miraba, era lo interesante.

Severus sabía que no debía interferir, pero estos eran "sus" niños. Todos podían decir que era un bastardo total, pero tratándose de sus serpientes él era completamente diferente. No era un tipo de papá sustituto o hermano mayor, sino que simplemente los trataba con respeto, ningún problema era "tonto" o algo "de chicos", sus serpientes sabían que podían acudir a él por ayuda, sobre todo tomando en cuenta que eran la casa más odiada de Hogwarts.

El ambiente que se vivía en esos días era de una calma extraña, y eso tenía a Severus en constante guardia, se sentía como la calma antes de la tormenta. Algo grave estaba pasando y sabía que Harry estaría en el medio.

~~~~~~~~~~*****~~~~~~~~~~

Hermione busco en toda la biblioteca de las bóvedas de Harry y por fin encontró las tan sonadas leyes mágicas. Era un libro negro que traía el sello de la familia Potter arriba de dos varitas cruzadas. Les dijo a los duendes que necesitaría una copia del libro y procedió a duplicarlo.

Cuando lo empezó a leer, no podía creerlo. Las leyes de la magia permitían la venganza siempre y cuando los delitos de un mago fueran graves, también había una excepción cuando un muggle le hacía daño deliberadamente a un mago sabiendo que era un mago. Dependía de la gravedad del daño la cantidad de tortura o castigo que podía imponérsele. Dentro de todos los delitos y castigos había una última clausula, una que permitía una especie de juicio a un mago o muggle, dada por un ejecutor. Este tipo de juicio se reservaba a aquellos que buscaban daños capaces de quebrar un alma.

Según el libro, había pocos delitos que un muggle pudiera hacer que ameritaran un juicio de retribución. Uno era la violación a un mago, y el otro una vida de violencia y perversión incluyera o no a magos en sus delitos. Se consideraba que esos muggles eran un peligro incluso para su mundo y si un mago era testigo de sus crímenes, estaba moralmente obligado a conseguir justicia para sus víctimas, ya que eran tan terribles sus crímenes que la justicia de su mundo no podría retribuir a las víctimas.

El libro también indicaba que tipo de magos podían hacer el papel de juez y verdugo, casi siempre siendo el mismo mago ambos papeles. Debían poder obtener la verdad mediante Legeremancia, para evitar que el muggle pudiera zafarse de las preguntas.

Los castigos quedaban en manos del ejecutor y debía haber al menos un testigo del juicio y ejecución del muggle. En caso de que un mago llegara a un nivel de depravación en que ya no pudiera ser controlado, el juicio se usaba también.

Luego estaban los considerados "delitos menores", como la violación de un mago por un mago. Se consideraba un asunto de poderío, no de sexo. Si un mago perdía un duelo o una pelea teniendo su varita, la violación por el mago ganador se consideraba "botín de guerra". En cambio, si era hecha a un muggle se consideraba algo parecido al "bestialismo".

La Voluntad De LilyWhere stories live. Discover now