Una sonrisa traviesa surcaba su cara, acababa de jugarle una broma a su nueva amiga. Era la única que podía entender su situación, aunque los chicos los apoyasen, también les paraban los pies cuando se salían de control.
Por eso, últimamente Siwon se sentaba en medio de los dos; provocando que la tranquilidad se esfume de a poco. Ella le permitía dar rienda suelta a su imaginación, crear un mundo donde él y su pareja podían vivir juntos.
Una vibración en su teléfono le llamó la atención, usualmente Siwon lo llamaba pocas veces al mes y prefería comunicarse a través de Kakao, a menos que el asunto fuera serio
- ¿Hola? -murmuro indeciso
- ¿Qué has hecho, amigo? -soltó Siwon con sarcasmo-. He visto una docena de almohadas volando por tu culpa.
Paso saliva con esfuerzo, de esta no se salvaba.
- ¡Si estás hablando con él, no lo quiero volver a ver! -escucho el grito de Eunhyuk, al fondo.
- Estamos en el mismo grupo, sería ilógico -contesto Siwon tratando de mediar-. Parece un gato furioso, yo de ti no vendría.
- Solo era una bromita -murmuro con pesar-. No lo cambiaría por ninguna mujer.
- Convéncelo -aconsejo su amigo-. ¡La lámpara, noooo!
Un estruendo al final, lo sobresalto. Lo oculto estaba por cambiar.
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