Sé que es lo mejor para mí, pero es que no puedo, no puedo olvidar todas las mañanas que me metía en tu cama y maullaba cual gato. Los besos antes de dormir y tus abrazos en mi peores momentos, no dudes que habrá instantes en los que echaré de menos tus enfados con sus reconciliaciones. A veces te llamaré y gritaré en silencio porque solo tú me entiendes, te suplicaré en la sombra, te lloraré porque soy un pedazo de ti, te buscaré como el padre buscó a Nemo, dejaré de quererte cuando Tom agarré a Jerry y cuando el capitán garfio no le tema al cocodrilo. Te daré los abrazos más sinceros y te miraré a los ojos inundándome en ellos, surcando ese mar de emociones que no cualquiera puede descifrar.