Justo como el oro.

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“…Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni llama arderá en ti”   
Isaías 43:02

Un día caminaba feliz y confiada por un camino de la mano de mi Amado Salvador. Me detuve y lo miré y Éste ser tan especial, con un silencio me hizo sentir tan especial, y con su mirada tan hermosa me dijo: “Delante de mis ojos eres oro.”

Mientras la vida pasaba, me daba cuenta de una cosa; que era cierto lo que el había dicho

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Mientras la vida pasaba, me daba cuenta de una cosa; que era cierto lo que el había dicho.  Nuestras vidas son como oro delante de los ojos de nuestro Dios.

No entendía muy bien, por lo que le pregunté al señor:
“¿Por qué somos oro delante de tus ojos? ”
Al decir esto, sentí un silencio en una noche oscura, lo que proseguí:

“Mi Dios, ¿por qué somos oro delante de tus ojos?”
Otro silencio sentí, y pude sentir como el dolor a mi vida venía, la opresión y la tristeza me inundaban, pues, estaba experimentando la duda.
Ahora con un cierto dolor en mi pecho y lágrimas rodaban por mis mejillas le pregunté:
“Señor, ¿por qué somos oro delante de tus ojos?”

Ésta vez pude ver como todas las cosas que tenía en mis manos, desaparecían ante mis ojos. Cosas que admiraba, se podrían y puertas que había abierto se cerraban. Pensé qué injusto era todo esto. Tomé un paso hacia atrás, pero sin desviar mi vista de sus ojos dije:
“¿En serio, somos oro de delante de tus ojos?”
Pero, no respondía. Miré a mi alrededor no tenía a nadie. 

Estábamos a solas él y yo

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Estábamos a solas él y yo.  Sólo quedaba él mirándome de la misma forma, que cuando me halló y me salvó, así mismo, con su amor y ternura. Mientras mis inseguridades y temores me alejaban de él, aún así no desvíe mi vista lejos de la suya, pero sentí como mi ser ardía en fuego y me hacía llorar. Dolía tanto;  ¿a caso esto era ser oro?, me pregunté a mi misma.

Entonces Jesús, se acercó a mí y me dijo:
“Eres oro delante de mí, porque como el oro es pasado por agua para ser limpiado.  Asimismo, hice contigo, te saqué del lodo y con mi amor te limpié. También, como el oro es pasado por agua, el oro es pasado por fuego. ¿Para qué crees que el oro es pasado por fuego?” Preguntó, yo negué con la cabeza sin entender la respuesta. “Mira, te dolió todo lo que te he quitado de tus manos, ¿no? ” Yo asentí.  “También cerré puertas que abriste, ¿verdad?” Yo con lágrimas asentí.

“Así mismo, como te saqué todo lo que querías; así también el oro es pasado por el fuego para sacar toda impureza fuera de éste. Así te quité todo lo impuro de ti. Así te quité todo lo que no era puro, ni mío. Las puertas que te cerré mira, te he abierto diez más. Ante mis ojos eres oro, porque el oro luego de que sea pasado por agua, sea pasado por fuego, sea pulido; será expuesto y otros ojos verán la Joya más preciosa que he creado.  Para que siempre vean Mi gloria en ti. Así que levántate y resplandece. Qué ojos vean mi Gloria sobre ti. Así mismo te veo justo como el oro.

“Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré Cómo se funde la plata, y los probaré cómo se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios”
Zacarías 13:09

 El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios” Zacarías 13:09

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Autor y representante CRIPEC:

🌸 GenGarci 🌸

(Génesis García)

Reflexiones cristianas (INCEL). ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora