En caso de ser el amor de su vida.

92 1 0
                                    

-Está bien, vamos a intentarlo.
En ese momento parecía una gran idea, no me imaginaba que esa simple respuesta iba a revolucionar completamente mi vida.

Todo comenzó cuando Eric y yo dejamos de vernos todos los días; entendía que la escuela nos absorbía por completo y que muchas veces podía más el cansancio y el estrés acumulado que pasar un rato juntos, pero él no entendía que sí yo pasaba un día más sin él me haría un completo caos y no podría seguir adelante.
Y así fue, un día exploté y le dije que las cosas no podían seguir así, después de todo llevábamos 2 años juntos ¿no era eso bastante como para esforzarse un poquito más? Al parecer no.

-Estoy cansado de que quieras tener el control de todas las cosas, todo el tiempo. Si quieres que las cosas se terminen, así serán.
Y se terminó.

Empecé a sentirme un poco mejor después de algunos días con ayuda de mucho helado y algunas canciones tristes.
Estábamos a mitades de semestre y podía presumir que en la escuela las cosas iban bien; tenía amigos, grandes personas que me acompañaron en el proceso de "superación".

Un día llegué a la escuela y mis amigos se comportaban de una manera muy extraña, tal parecía que sabían algo y no querían decirme. Le pregunté a Sebas que estaba pasando porque lo conocía tan bien que sabía que no podía guardarse absolutamente nada, después de martirizarlo un rato, soltó la sopa.

-Le gustas a Gus y piensa decírtelo hoy en la noche.
Esa noticia me amargo por completo el día y me ponía nerviosa pensar que tenía que verlo después en clase, fue un alivio cuando llegó la segunda hora y no llegó.

Gus era mi mejor amigo y me caía de sorpresa que él decidiera dejar a un lado la bonita amistad que teníamos solo porque estaba confundido y pensaba estar enamorado de mí. Habíamos sido amigos desde el primer día de clases y nos acoplábamos perfectamente, era tan igual a mí que daba miedo, éramos un gran equipo.

Dejé que el día fluyera de lo más normal y cuando llegué a mi casa me sentía estresada, no sabía que iba a decirle.

A las 10 PM me llamó por teléfono, entré en pánico y pensé en la posibilidad de no contestar, apagar el teléfono e irme del país o algo, sin embargo contesté:
-Hola, sé que te sorprenderá que te llamé a esta hora pero tengo muchas cosas de que hablar contigo.
Ni siquiera me dejó responder.
-Estoy enamorado de ti y lo he estado desde que te vi por primera vez.  Y no iba a decirte nada por ahora, pero creo que ya no puedo ocultarlo y solo lo hago más obvio conforme pasa el tiempo. Sé que no es el mejor momento, acabas de terminar una relación y estás muy afectada  pero quiero que sepas que si es necesario voy a esperarte.
Hubo un silencio de algunos segundos y después me di cuenta que estaba una respuesta.
-No lo sé, esto me cae de sorpresa y no sé que decirte. ¿Sabes lo mucho que te quiero?
No respondió.
-Necesitamos hablar mañana en la escuela ¿si? Te veo mañana temprano en la entrada, adiós.
Y colgué. Traté de no pensar en el tema por completo y me fui a dormir con el estómago revuelto.

Al día siguiente llegué a la escuela y él ya estaba esperándome en la puerta, me dijo que fuéramos a caminar y acepté:
-Quiero que seas mi novia. Es algo loco pero cuando te vi por primera vez supe que eras la indicada y conforme te fui conociendo más a fondo me di cuenta que no estaba equivocado y eres la mujer con la que quiero pasar el resto de mis días.
-Sabes que acabo de terminar con Eric...
-Si lo sé y puedo hacer que te sientas mejor, sé que puedo hacer que lo olvides. Un clavo saca a otro clavo ¿no?
Lo pensé unos minutos y decidí que iba a ser impulsiva por primera vez en toda mi vida. ¿Qué tan mal podría salir esto?
-Está bien, vamos a intentarlo.

Lo que siguió después de ese día es algo confuso, recuerdo a Gus siendo el hombre más cariñoso siempre con buenos detalles, escribiéndome cosas lindas y recordándome todos los días lo afortunado que era por estar con una mujer como yo.
Sin embargo, no puedes obligar a tu corazón a sentir cosas por alguien cuando te sientes vacía por dentro y cuando sigues recordando cosas del pasado y pensando en lo que hubiera sido.

Yo siempre tenía una sonrisa y unas bonitas palabras para Gus cuando las necesitaba, pero muy en el fondo me sentía culpable por no quererlo de la misma forma en la que él lo hacía, me aterraba pensar que algún día se daría cuenta de que yo no podía querer de esa manera a nadie porque ni siquiera me quería a mi misma de esa manera.

Después de varios meses de aparentar felicidad absoluta no pude más. Me di cuenta de el daño que estaba haciéndole al mentirle de esa manera y sobre todo, el daño que me hacía a mí misma. Decidí que hablaría con él y le diría la verdad que necesitaba un tiempo porque no me sentía bien y que esperaba lo entendiera. Sus últimas palabras me siguen doliendo como nunca:
-Me parte que hayas permitido que las cosas llegaran tan lejos y sobre todo que hayas permitido que me encariñara tanto contigo pero o duramos juntos lo suficiente para terminar odiándonos o despedirnos amándonos.
Creo que este ciclo terminó, sólo queda darte las gracias y un beso de despedida. Necesito que sepas que salvo a una excepción jamás te mentí; te quiero con locura y estuve enamorado de ti, pero no, no eres el amor de mi vida.

Anécdotas Tristes de Gente Triste.Where stories live. Discover now