6 ¡En serio, soy actor!

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-¿Verónica? Hemos llegado a casa. (Dijo Rickman con voz baja)

La joven estaba destruida de sueño, fueron muchos días de desvelo para poder aprobar esos exámenes. Se despertó frente a él.

-¡Ahh qué vergüenza! ¿Sí ronco? (Dijo como para hacer conversación)

-No, para nada, pero es increíble la forma tan veloz en que te quedas profundamente dormida, te sacudí dos veces y pensé que estabas en coma. (El actor Intentó hacer que se ría)

-¡Exagerado! (La joven puso rostro de "¡Ayy siii, qué gracioso!") Pues sabes que estuve estudiando, fueron muchos días de desvelo.

-Es cierto. (Dijo el actor pensativo)

La joven entre cerraba los ojos al hablar, hasta parecía que se le iba la cabeza de lado como esos adornos que pones en el auto que siempre mueven la cabeza. Quería concentrarse en la voz del actor para esforzarse pero algo le decía "Acomódate" "Duerme" "Mañana hay que trabajar"

Así se dejó caer sobre el brazo del actor, de una manera vergonzosa y patética, cualquier persona que la viera pensaría que estaba ebria.

El actor sólo vio atento cómo ella se fue dejando caer acurrucándose hasta chocar con su brazo.

-Verónica (Susurró) ¡Verónica! (Subió la voz) ¡Buenos tardes! (Subió la voz para despertarla de golpe)

-Buenos días Sr. Rickman (Dijo ella encontrándose en un día laboral viendo hacia todos lados confundida)

La joven se enderezó y apoyó su mano derecha en su pecho, el grito la había alterado y el actor era un malvado.

-¡Noo, no haga eso! Me puede dar un ataque al corazón (Frunció el ceño empezando a enojarse sin soltar la mano de su pecho, era obvio que quizá estaba exagerando pero el corazón sí le latía rápido)

-Te acompaño a tu departamento, vamos. (Dijo el actor soltando el cinturón de seguridad del cuerpo de la joven y después el suyo)

-Tengo que guardar la moto en el estacionamiento. (Dijo la joven bajando lentamente de la camioneta yendo hasta la parte trasera del auto)

El rostro de la joven era un desastre y qué raro que no le daba vergüenza.

-Sí, te ayudaré a bajarla.

El actor caminó del otro lado y llegó antes, no dejaba de observarla, sólo se quería reír de ella pero se aguantaba la risa.

Al llegar ambos frente a la puerta trasera la joven se le quedó viendo a los ojos barriéndolo con la mirada, veía su cabello y llegó hasta sus zapatos.

-De veras, ¡No pareces actor!

-¡Oh caramba que sí lo soy! ¿Tienes una computadora en tu departamento? (Dijo el actor alterándose con bastante confianza)

-Sip (Dijo la joven sin poner ninguna expresión)

-Entonces vamos para que te muestre que lo soy...

-¿Otro día, no? Es que...

-Sí ya sé, sé que tienes sueño. (Dijo él viendo que ella se movía muy lento y le estaba contagiando el sueño)

El actor abrió la cajuela y bajó la moto.

Se la entregó a la joven y esta empezó a llevarla al estacionamiento del edificio. El actor cerró la camioneta y empezó a seguirla.

ALAN RICKMAN - "LA BIBLIOTECA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora