Jugando a Enamorar

Paletas de fresa < Ositos de Gomita

Kubo trato de explicar como era que podía hacer que pequeñas figuras de papel se movieran al terminar de doblarlas, Hiro solo podía poner una cara de que no entendía nada de lo que el otro trataba de explicarle mientras Baymax picaba a un samurai de papel que trataba de atacarlo. Para el joven de los dientes separados era muy interesante lo que el nipon le enseñaba pero aun así no podía comprender que era lo que estaba haciendo, el concurso sería algo reñido si todos llegaban a ser como el que tenia frente a el. Paso la mano por su cabello y se echo un poco de aire con esta, el calor en el lugar era mucho mayor que en San Fransokio, el japonés se levanto de su asiento y recogió todas sus figuras.

— Parece que aun no estas listo para comprender esto que hago, te deseó suerte mañana pero aun así, a lo mejor no tienes oportunidad contra mi. —

Dejo la habitación haciendo una leve reverencia con una sonrisa en los labios, ese japonés le daría una buena pelea a Hiro durante el concurso, no debía intimidarse por el. Lo acompaño hasta la puerta y cerro esta, para volver al balcón y observar la vista de nuevo, la noche había caído completamente y podía ver el cielo estrellado que se observaba en México, si todas las noches eran tan animadas le costaría conciliar el sueño.

Se disponía a alejarse de la ventana cuando un pedazo de plástico golpeo con fuerza su cara, se tomo la nariz con una mano y frunció el rostro en busca de quien le había lanzado eso. Rápidamente vio como un niño en traje de charro salía corriendo por debajo de su ventana, que buena puntería tenía para alcanzar un segundo piso y golpear su nariz; volvió la vista a aquello que había lanzado: era el gafete que no se había dado cuenta que había perdido en su corto paseó, a este atado con una liga de hule venía una paleta de fresa de una marca como el nombre de una flor y una pequeña nota escrita con letra un poco ilegible y con un inglés muy básico:

"Oye Wero, no deberías dejar tus cosas en el piso.
Mañana temprano antes de las 9 ven a la zapatería Rivera, te mostrare algo interesante.
El de la Guitarra."

"El de la Guitarra" que forma más infantil de firmar una carta, lo hizo sentarse en el borde de la cama y reír a carcajadas, de cierta forma su actuar tan infantil le resultaba terriblemente tierno; abrio la paleta y se la llevo a la boca, el sabor de  esta era muy buena pero no se comparaba con el delicioso sabor de unos ositos de gomita. Miro a su amigo robótico que trataba de volver a hacer que el papel se moviera, a veces mas que un bombón caliente era como un gato con el que podías acurrucarte si te sentías triste.

— Baymax supongo que mañana temprano saldremos antes de lo esperado. —

(• - •) 🌼

Despertó la mañana siguiente antes de las 8 de la mañana, se arregló normal con una sudadera azul y una camisa roja como cuando era mas joven y realizó la primera presentación de su ciencia al mundo. Bajo seguido de Baymax al lobby del hotel con los audífonos en los oídos. "Confess my love, I'd know where to be
My sanctuary, you're holy to me" sonaba en estos una popular banda  de los Estados Unidos; no iba a engañarse, encontrar la zapatería no había sido sencillo y había tenido que detenerse a preguntar a un par de personas donde se encontraba el lugar, al igual que ellos preguntaban curiosos por Baymax.

Parado frente a este, los pétalos de la flor anaranjada que le había mostrado el moreno el día anterior decoraban el suelo del lugar haciéndolo lucir de un bonito color que iba con el pueblo. En la pared junto a un gran portón se podía leer en grandes letras el apellido Rivera; cuando iba a golpear la puerta esta se abrió saliendo Miguel a toda prisa mientras la voz de una mujer anciana le reclamaba desde adentro.

— ¡Lo siento Mamá Elena pero no puedo cuidar a Coquito! —

Dijo mientras se colocaba su sudadera roja, sin todo ese maquillaje era muy guapo y el lunar sobre su labio muy coqueto, como decía una popular canción: Ese lunar que tienes, Cielito lindo junto a tu boca. Se detuvo frente a Hiro con una sonrisa que mostraba sus dientes.

— No pensé que en verdad fueras a aceptar venir conmigo. — dijo mientras sacudía su cabello, en este también habían pétalos de flores. — Debes estar preparado ¡por que hoy comienza el Día de Muertos! —

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Al fin actu! Lo siento mucho el hiatus se extendió una semana más pero he vuelto 🌼 Muchas gracias por seguir leyendo la historia uvu 
Hasta la próxima semana!