Prologo

21 4 2
                                    


Los pies descalzos de Scarlet tacaron el suelo por primera vez a las tres de la madrugada, la joven pasaba una mala noche y una creciente serie de pataditas en su vientre la mantenía despierta, un escalofrío ascendió por el cuerpo desnudo de Scarlet, la joven amaba sentir el frio de la noche en su piel, y su joven amado dormía al otro lado de la cama, decidida se levantó de la cama con dificultad, ya que el peso de tres pequeños angelitos se recargaba en su vientre, habían pasado seis meses desde que se había dado cuenta de que estaba embarazada y ya faltando solo un mes, un increíble terror la atormentaba, camino hacia el gran espejo que había en su vestidor, y contemplo su cuerpo desnudo extrañando su figura pasada, Scarlet fue la típica porrista sexy de Miami, pelo rubio y sedoso, su piel era bronceada y sin imperfecciones, sus medidas antes de embarazo solían ser las perfectas, ahora ya no era capaz de mirarse tan siquiera su cintura de hormiga ya no existían, y sus caderas demasiado anchas para su gusto, sus pechos había aumentado de tamaño, y no de la manera que hubiera querido.

El simple hecho de contemplarse le repudiaba, verse solo le recordaba los demonios que cargaba dentro, durante los primeros meses del embarazo había sido un sueño, un utopía en la que se casaba con el amor de su vida, tenían hijos y vivían felices por siempre, pero luego del tercer mes empezaron los sueños de los tres jóvenes, los que le iban a dar fin a una raza casi extinta, demonios más fuertes que cualquier fuerza en la tierra, pero ella no lo comprendió hasta que el doctor Ramírez le dijo que tendría trillizos, aun así seguía negándose a aceptar ese destino para sus niños, lo que termino de convencer a Scarlet fue la presencia del hombre de blanco, el hombre era guapo, sus facciones eran puntiagudas y felinas, sus ojos negros como el carbón, tenía que fue el quien le dijo que era el tiempo de arrancar de raíz esa plaga, Scarlet no quería hacerlo, no estaba lista, pero si era lo necesario para detener el destino de la humanidad, lo haría.

Scarlet estaba tan absorta en contemplar su reflejo que no noto la presencia de Ben detrás suyo, Ben estaba sin camisa y unos boxers muy apretados, su amado la abrazo y beso su cuello desnudo, provocando que Scarlet soltara un pequeño gemido, había pasado tanto tiempo sin Ben que ya había olvidado lo que era sentir una caricia de su parte, los brazos del hombre la abrazaban con cuidadosos y sus besos tiernos, pero en la mente de Scarlet no paraba de girar alrededor del asunto del hombre de blanco, se dio vuelta para ver a su amado, Ben era pelirrojo, y su cara estaba llena de pecas, y sus ojos verdes estaban brillantes de la excitación, Ben era el hombre más tierno que alguna vez ella había conocido pero era un hombre de negocios y pasaba viajando por lo cual durante su embarazo la soledad la abrazo más que su esposo pudo alguna vez, ahora que por fin lo tenía al frente, podía recibir todo el amor que no había tenido en 3 meses.

-¿Es algo temprano para estar despierto no crees Ben?-pregunto ella poniendo una mano en la nuca del caballero, atrayéndolo hacia ella y besándolo suavemente luego separo de él y lo miro a los ojos, él amaba mirarla a los ojos, sus ojos eran preciosos, eran de un turquesa que solo vez en el mar, pero esta vez no vio el júbilo que solía ver en ella, ahora era preocupación, terror e indecisión, esto lo preocupo un poco pero decidió ignorarlo.

-Así es amor, deberíamos ir a la cama antes que amanezca, debes descansar no es bueno para los niños- ella dirigió su mirada hacia su barriga, la acaricio por un momento y luego puso su delicada mano en la mejilla del pelirrojo y con lágrimas en sus ojos dijo:

-No estoy lista para tenerlos- sus ojos ardían en lágrimas, y empezaron a rodar por sus mejillas, se le veía derrumbada y destrozada, el chico se sorprendió al verla así, ella siempre había sido una mujer fuerte y segura, pero en estos momentos estaba destrozada, Ben apenas la reconocía, lloraba desconsoladamente, Ben solo se limitó a abrazarla, y a darle un beso en la frente, luego le suplico que se fueran a dormir, y el la siguió hasta la cama matrimonial, ella se colocó en el lado izquierdo de la cama y se colocó de espaldas a su amado, y el la abrazo por detrás sintiendo la temperatura de su cuerpo y dándose cuenta de que estaba muy fría, al joven le domino el sueño y cayo dormido, mientras Scarlet seguía aun despierta, con sus ojos bien abiertos, espero que su amado volviera a sus sueños más profundos, sus ojos todavía derramaban lágrimas, se sentía terrible por lo que estaba a punto de hacer, no lo quería hacer pero se sentía obligada, escucho como Ben empezaba a suspirar ya inmerso en un sueño profundo, se escurrió entre las sabanas y camino hacia la cocina, cogió uno de los cuchillos que Ben solía usar cuando hacían parrilladas con sus amigos y camino hacia el espejo en el que había estado contemplándose.

Profecy: STRENGHTWhere stories live. Discover now