Capítulo 12

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Narro Yo

Me levanté temprano antes de que mi mamá entrara a mi habitación y me despertara como de costumbre.

¡No había podido dormir en toda la noche! Unos ojos esmeralda me habían cazado el sueño y no sabía si sentirme estrasada, preocupada ó feliz, lo que más me preocuba es que podría haber dos posibles dueños de esos ojos y me quería matar a mi misma por ser tan... 'Cualquiera?' ¿Qué? ¡No! <<¿Chica mala?>> Ugh. Cállense y no arruinen mi mañana, ¿si?

Esa mañana mis pensamientos iban de un lado a otro y mis peleas internas fueron más constantes '¿Hablas de nosotras?' ¡No lo haría si no se metieran cada vez que hablo!.

También no le hice mucho caso a mi mamá, en el camino hablaba y hablaba y yo sólo asentía sin darle importancia a lo que decía. Pero al final, como toda madre que es, descubrió lo que me sucedía.

"-Si te sientes mal sólo háblame, ¿okay cariño?" soltó cuando me hube bajado del coche. Lo peor era que, no me sentía mal en sí, simplemente había tenido una mala noche y me sentía del asco.

-Alguien no se ve muy bien hoy- se oyó detrás mío. Era una voz grave y suponiendo que mi único amigo era Marcel, me giré. Pero mi corazón se detuvo al ver que no era Marcel de quien se trataba.

-Harry- solté en un hilo de voz.

-Pam de Dona querida, te sientes bien?- puso una mano en mi frente.

-Yo... Y-yo..

-¡Shh! No hables. ¿No quieres ir a la enfermería?-

-Uhm, yo... No- el aire aún me faltaba y cada palabra que salía de mi boca era rápida y sin aliento.

-¿Segura? Bueno, de todos modos sabes donde encontrarme, ¿si?-

La campana sonó en ese instante.

-Cuídate- depositó un beso en mi mejilla y me dedicó una sonrisa antes de irse por el pasillo. Mi mente era un revoltijo y tenía más náuseas que nunca. No le pude responder una palabra ya que mi lengua se encontraba trabada. El mundo se movía y estaba segura de que no era por mi estado. Sentía un peso en mi pecho y al mismo tiempo me sentía feliz.

Y mi primera clase era Ciencias...

-Pam!- oí la voz que tanto había esperado oír.

-Marcel- le sonreí y lo abrazé sin pensar. ¡Qué digo! Últimamente no pensaba muy bien.

El chico correspondió rápidamente mi abrazo y la opresión en mi pecho a causa de la culpabilidad volvió, pero entre esos brazos me sentía feliz.

-Pam-susurró en mi oído y cargas eléctricas pasaron por todo mi cuerpo -Te encuentras bien?-

No me quería separar pero él se separó y me miró a los ojos.

-Pam, no luces bien-

Traté de sonreírle pero salió como una mueca y la culpa no podía conmigo. ¿Por qué soy tan horrible?

-Estoy bien- susurré y me senté en el banco alto que se encontraba justo a lado del suyo.

-¿Segura?-

Arrugué mi nariz ante las náuseas y asentí mientras frotaba mi sien.

-¿Quieres una pastilla?- ofreció - En verdad, no luces del todo bien, Pam-

-¿Qué tan horrible me veo para que todos me pregunten por mi estado?- incliné mi cabeza hacia a él y oí su pequeña risa.

-Pam, siempre luces bien. Es por eso que todos preguntan por qué hoy no está ese brillo tan peculiar en ti- me sonrió.

Between Twins (Suspendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora