La Princesa de Jefren

Capitulo XII

-Que hace este hombre aquí papa?-Mi padre se levanto de la silla y mi madre me miro sorprendida.
-Conoces al Duque Dubois?-Me quede callada. Si había reaccionado así se significaba que si lo había conocido. El me tenia que preguntar que porque había preguntado eso para decirle lo que este arrogante me hizo.
-Creo que es mejor que me marche-Darlin se levanto de la mesa y mi papa lo detuvo.
-Cenaremos todos juntos-No iba a cenar en la misma mesa que este tipejo. Ni loca que estuviera.
-No cenare con este hombre-Mi papa le dio un puño a la mesa, me sobresalte porque no esperaba que hiciera eso. Mi madre se había asustado.
-A tu alcoba Mary Ann! Mas tarde hablare contigo!-Levante la barbilla muy en alto y me fui de ahí. No iba a perder mi reputación por un hombre arrogante y prepotente como el, pero mi padre me sorprendió. Cada día me llevo mas sorpresas que nunca pensé que recibiría pero de eso consiste la vida, no?

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Me puse mi vestido de tela fina para irme a dormir. Ya me iba a acostar pero las puertas de mi alcoba se abrieron de par en par. Mi padre se detuvo al frente de mi cama.
-Quiero que me expliques que fue ese comportamiento de allá abajo?!-Me exclamo.
-Tengo mis razones Padre para odiar a ese hombre y no querer casarme con el-Mi padre me halo del brazo y me hizo sentar en el sillón.
-No me importan tus razones, mañana mismo le pedirás una disculpas quieras o no!
-A que quiere llegar con eso?!-Los ojos se me estaban aguaron. Nunca pensé que no le iba a importar mis razones como lo había dicho ahora.-Porque ahora es así conmigo, que le hice?
-Mary... Tu no lo ves pero lo que hago es un bien para ti. Solo quiero lo mejor para ti y para tu futuro-Se sentó junto a mi. Me dolía todo esto que estaba pasando.-No lo ves ahora, pero mas adelante me lo agradecerás.
-No quiero casarme con el, porfavor Padre-Le dije. El se levanto.
-Lo siento-Y salió de mi habitación. Me tire al piso y empece a llorar. Que había hecho para merecer esto? Como pudo haber pasado esto? Estaba destrozada.

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Camine con todo mi orgullo y la prepotencia que había sacado de no se donde. El Duque Darlin me esperaba en el jardín mas pequeño del Palacio, debía disculparme con el por ordenes del Rey y obligación de el mismo. Sino fuera por eso no lo iba hacer. Ya a mi padre no lo conocía, no era el mismo de antes pero las personas cambian.
Cuando salí al jardín el Duque estaba sentado tomando el te. Tenia un chandal negro y un camisón blanco. Su espada a un lado, correa negra y las botas que no faltaban.
-Su Alteza-Iba a levantarse para hacerme la reverencia pero yo lo detuve con la mano, me senté y respire hondo.
-Como bien sabes, estoy aquí por obligación de mi padre o el Rey, como quieras llamarlo.
-Y esta aquí para disculparse... Eso también lo se-Su arrogancia me sorprendía, mire como sus labios se curvaron en una sonrisa-Cuanto me detesta.
-Ni se imagina cuanto-El río.
-Eres una princesa muy testaruda... Sabes? Yo tenia un caballo así igual que tu, y termine domandola. Ahora obedece como un perro.
-No soy caballo, ni perro y cuide muy bien sus palabras.-Una Doncella vino a retirar el te que ni siquiera tome. Yo le sonreí a Darlin como si nada para que la Doncella no le dijera al Rey que me estaba comportando mal. Cuando se fue borre la sonrisa.-Creo que es mejor que me vaya.
-Aun no se disculpa-Me levante de la mesa y le tire la servilleta-Puedo hablar con el Rey.
-No me amenace.
-Solo le advierto Princesa-Se paro enfrente de mi, tuve que levantar la cabeza para verlo.
-Discúlpeme Duque Darlin Dubois.
-No es Darlin, es Darcy-Yo reí.
-Es casi igual, con permiso-Me gire para irme pero el me detuvo.-Ni se atreva a volver a besarme.
-Ya quisiera usted que lo haga-Cerré los ojos de la rabia y conté hasta 5 par calmarme, no lo aguantaba.-Hasta luego.