Capitulo 2

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Al día siguiente, ella despertó con normalidad y se dirigió al comedor en búsqueda de desayuno, daba por hecho que todo parecía haber sido un mal sueño, pero su madre le hizo darse cuenta de que no era así ya que le preguntó que le sucedió ayer.

-Momo, ¿estás bien? Me pareció verte con una cara muy angustiada. ¿Bajaste en tus calificaciones? -su madre denotaba un tono de preocupación en sus palabras.

- No, estoy bien. -mentia- Fue algo que comí al venir a casa, mamá. Y mis calificaciones no han bajado, siempre las mantengo superiores al 9 y si llegara a bajarlas me pondría a estudiar el doble. - terminó excusándose.

-¡Que bueno cariño! Me preocupe por algo tonto. Si sigues mal dimelo para darte unas pastillas. -su madre daba un largo suspiro de tranquilidad.

-Está bien, gracias por preocuparte. -le respondía ella.

Al terminar de comer, se estaba preparando para ir a la escuela, estando en su cuarto vio en su escritorio la fotografía semi oculta en su diario, quería romperla, dar por hecho de que no existía, pero si lo hacía solo destruiría lo que podría servirle de evidencia si la de la foto era ella realmente.

Tragó en seco y la agarró para guardarla en su mochila, bajó las escaleras pasando por el comedor se despidió de su madre y padre, y se dirigió a la estación temerosa.

De camino al lugar que ahora le aterraba no dejaba de temblar y pensar sobre aquello, sus pasos se volvían cada vez más cortos para tener que evitar llegar a esa estación, miró su reloj y vió que faltaban tres minutos para que el tren que tomaba siempre partiera.

Arrugó la boca y se dispuso en caminar más rápido, después de todo si sus compañeros se percataban de que llegaba tarde iba a darle de hablar acerca de la vicepresidenta de la clase.

Llego a la boletería y salio corriendo siguiendo  por detrás a un hombre de traje antes de que cerraran las puertas del tren. Ya dentro de este dio un largo respiro por haber corrido,  iba a sacar de su mochila un pañuelo para secarse el sudor, cuando su mano se aproximaba a esta algo la detuvo, sintió que la agarraban de la muñeca una mano grande. Yaoyorozu dio un salto temerosa de que fuera el hombre de la fotografía, no quería voltear estaba comenzando a temblar, el sujeto aún sostenía la mano de ella con fuerza, alzó un poco la cabeza y vió que este le sonreía maniáticamente y se dió cuenta de que era un pervertido y no el de aquella noche.

Estaba en shock, ¿Donde estaban los oficiales cuando se daban estás situaciones?, quería que alguien, un adulto la ayudara, pero eso no se podría hacer ya que en la cabina en la que estaba iba llena y las personas apenas se podían agarrar,sus ojos comenzaban a cristalizarse y su boca no podía articular ninguna palabra ni un sonido, sentía un nudo en la garganta y lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos.

Temerosa aún sin abrir los ojos y sin percatarse de los sonidos de su alrededor esperaba  que el hombre ya haya hecho su cometido si le iba a robar que lo hiciera rápido, se sentía impotente toda esa sensación le hacia sentirse como si hubiera interactuado con el dueño de la fotografía, no sabía cómo actuar ante esas situaciones, sintió que había dejado de sujetarle su muñeca y se sintió aliviada, ahora ese miserable hombre sin agallas se iria.

orozu… Yaoyorozu! - una voz conocida la hizo volver en sí. Abriendo los ojos observó cómo el hombre era rodeado por otros adultos y sujetado por un oficial. Girando la cabeza se dió cuenta de que el dueño de la voz era su compañero de clase, Todoroki Shouto. -¿Estás bien? - le pregunto cuando vio que dejaba de apretar fuerte sus manos.

-Y-yo… Todoroki-san, ¿Qué acaba de suceder? - incrédula de lo que le estaba pasando le preguntaba a su compañero.

Shouto la volvía a ver con cara de preocupación. - ese hombre que ves ahí se estaba aprovechando de ti- le explicaba y a la vez señalaba a donde el oficial tenía esposado al hombre- cuando subí me di cuenta de ello y acudí a informarles a los policías.

La chica aún estaba temblando sus piernas cedieron cayendo de rodillas y comenzó a sollozar. -g-gracias Todoroki-san, muchas gracias. - Yaoyorozu trataba de articular y por dentro se alegraba de que alguien la había ayudado. El chico solo se arrodilló y pasaba su mano por la espalda de ella para que se tranquilizara.

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-Estas segura de que no te quieres ir a la casa. -le volvía a preguntar por tercera vez.

-Sí, ya me he tranquilizado. -la chica le contestaba, su cara estaba roja y todavía tenía rasgos de haber llorado.

-Entiendo, deberias de decirle a Bakugou que te acompañe para que no vuelvan a pasar estas cosas. - le mencionaba Todoroki.

-Me gustaría pedírselo y sé que si se lo menciono él lo hará, pero su estación está en dirección opuesta que la mía y me apenaría de que llegara a su casa más tarde por mi culpa.

-Hmm - el chico se detuvo antes de la entrada de la escuela y la volvió a ver.- si quieres yo podría hacerlo. -le menciono sin ningún cambio en su mirada.

La chica solo se sorprendió y le sonrió, cuando le iba a contestar esta fue interrumpida.

¡AH! - una fuerte voz masculina se hacía presente. - ¿Que piensas que vas a hacer, bastardo?

-Buenos días, Bakugou-san. - le decía alegre Momo. Este se posicionó a la par de la chica y volvió a preguntarle de nuevo al chico.

-Entonces, ¿Que es lo que haces con Yaoyorozu de buena mañana?

-Solo la acompañó. -le dijo el chico y este se adentro en la escuela. -lo que tu no haces. - esto último lo susurro, pero para los sensibles oídos de Katsuki si fue posible de escucharlo muy bien.

-Bastardo, que compartas la misma estación con ella no te hace mejor.  -le espetó.

Este se detuvo y lo enfrentó. -sí fueras un buen novio y la acompañaras no le hubiera pasado lo que le ocurrió hoy.

-¿¡Eh!? -volvio a ver a la chica, Todoroki lo había dejado pensando y este siguió caminando frunciendo el ceño luego de haberle mencionado eso. -¿Qué demonios te ocurrió? - le pregunto con su cara que claramente reflejaba preocupación.

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Fin capítulo 2

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Muchas gracias por leer^^

En la miraWhere stories live. Discover now