CAPÍTULO 11

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--Casandra vamos te llevo a la universidad—dice mi tio mientras se levanta de la mesa, sale por la puerta y se dirige al coche. Era martes y eran las siete y treinta de la mañana, justo iba a levantarme de la mesa y marcharme a la universidad cuando mi tio dice que me llevará, el nunca lo hace, yo siempre voy caminado pues la casa queda cerca del campus y asi me sirve de ejercicio. Mi tia me mira y al parecer no esta tan sorprendida como yo.

--Esto es por lo de Sebastian, sabes que no le cae muy bien la idea de que seas su novia y de que el no le haya pedido permiso antes, es todo un rabo verde asi que yo que tu si quieres suavizar la situación invito a tus amigos a la reposteria, hoy tiene un especial creo que de cheesecake de fresa y se vuelve loco de emoción cuando ve muchas personas comprando en la reposteria.

--mmm bueno ya veré, trataré de hablar con el y sino cede pues el truco de la reposteria será entonces—digo esto, le doy un beso y un abrazo a mi tia y nos marchamos al auto, vamos en silencio, nadie dice nada, mi tia iba a decir algo pero mi tio se adelanta.—

--Y esto va a ser todos los días Casandra, para que no se te ocurra de nuevo desaparecer con ese muchacho, entendido.—

--Pero tio no desaparecí, estoy aquí, solo fueron unas horas y no hicimos nada malo.—

--Si Jack, te estas pasando con lo del sermón.—

--No Loren, no me estoy pasando nada, ese muchacho no le conviene nada a Casandra, no sé, no me da buena espina, es muy raro, como oscuro, no lo sé, hay algo extraño en él.—y si que lo había, en eso si coincidía con mi tio, era muy oscuro, enigmático.

--Ya sé tio, pero tu siempre me has enseñado que no podemos juzgar a las personas por como se ven, primero debemos tratarlos, ¿porque no le das la oportunidad antes?.—

--Si, pues él no me la ha dado a mi, ni siquiera me pidió antes que fueras su novia.—y esto va de mal en peor y mi tia me mira en señal de que de el paso de lo de la reposteria, es mi ultimo recurso para calmarlo.

--Tienes razón tio, hablaré con el. Sabes tio hoy veré a verónica y a los demás, después de clases les da mucha hambre, que dices si los invito a ir a la reposteria, hoy tienes tu especial de cheesecake, les encantará.—y enseguida su cara se iluminó, mi tio y sus pasteles.—

--Bien, eso si me gusta, tienes muy abandonada la resposteria, todos en el trabajo te extrañan.—detuvo el auto, ya habíamos aparcado en la universidad, tomo la mochila, le doy un beso a mi tia y a mi tio y salgo del auto.

--Y Casandra...—era mi tio, ruedo los ojos algo ya asqueada de escuchar lo mismo, porque seguro es sobre sebastian.—

--Si, tio.—

--Que no se te olvide decirle a tus amigos que también hay budín de pan, el mejor de la ciudad.

--Si tio, no se me va a olvidar, te quiero, nos vemos en un rato.—me doy la vuelta, arranca el coche y me dirijo a mi salón de clases, camino asustada y algo nerviosa, no se si hoy vea a Sebastian, a lo mejor está en el salón, y si esta sentado justo al lado de mi silla, que le diré, no se como es saludar a tu novio, y me sonrio para mi misma, de las estupideces que pienso y en ese momento agradezco que nadie pueda escuchar mis pensamientos. Llego al salón de clases, miro a mi alrededor, en las ultimas filas pero no está y recuerdo que esta clase no la tenemos juntos, no se si eso me alivia o me desconcierta.

La clase de hoy se hizo eterna, el profesor no paraba de hablar de las normas jurídicas, que estas no son mas que una regla dirigida a la ordenación del comportamiento humano prescrita por una autoridad y asi seguía y seguía hasta que por fin terminó la clase y justo saliendo sonó mi celular y un pensamiento de que podría ser el, sebastian, inundó mi mente y me lleno de alegría.

DESNÚDAME EL ALMAWhere stories live. Discover now