¡Oh criatura de tiempos inmemoriales!
Tu nombre ha sido olvidado por los cuentos de antaño.
¡Oh heraldo de lo profano!
Los sabios ancianos lo buscaron borrar de la boca de los hombres.
¡Tus bocas, devoran todo, dejando solo la cascara!
Tu nombre, una blasfemia como tú misma existencia, corrompe la existencia de lo vivo cuando se es dicho.
¡Habitas en las pieles de los que has devorado!
Tu furia y hambre; infinitas como el dolor de los no nacidos que fueron presas de tus bocas.
¡Tú, la oveja negra!
El primer rayo de luz profanó la infinita oscuridad en la cual dormías, cuando abriste tus ojos ya todo había sido ocupado por débiles.
¡Tus mil ojos vieron por primera vez!
Su belleza atenuaba tu furia, miles de ellos, perfectos, agraciados, de corazón puro.
¡Tú hambre no se calmó!
Murmuraste en su oído palabras de soberbia, "deberías estar a su lado, como su igual" y por primera vez fue escuchado tu nombre.
¡Premir Copead!
Miles cayeron con él, ya no eran bellos, ahora eran inmundos, desgraciados, de corazón impuro.
¡Tus hijos no nacidos de tu existencia, pero moldeados a tu semejanza!
Ninguno podría morir en tus fauces, aun cuando lo así quisiesen, sufriendo en tu vientre por toda la eternidad.
¡Cuando tu hambre por fin se atenuó, tus ojos se volvieron a cerrar al igual que tus bocas!
Él había creado a otros, tan bellos como aborrecibles, tan perfectos como imperfectos, tan agraciados como desgraciados, de corazón aún más puro que los primeros, pero tan negro e impuro como el tuyo.
¡Pero tu sueño fue demasiado profundo para notarlos!
Nacieron y murieron sin excepción, sus vidas fugases tenían un solo poder, el crear Dioses, ellos rezaban y sus Dioses respondían; una y otra vez.
¡Su bullicio solo aumentó!
Y entonces... uno solo de tus ojos se abrió, luego otro y otro...
¡Tú despertar desgracia traerá a los desamparados mortales y a todos sus dioses!
Los Ancianos notaron tu mirada, borraron tu nombre, negando así tu existencia de su pequeña realidad.
¡Pero ningún sueño es eterno!
"Su día va a llegar, su momento poco a poco se aproxima, serán devorados y ninguno de sus dioses podrá salvarlos"
