Capítulo 12

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Loki pasaba las páginas del libro que tenía entre sus manos con el ceño fruncido, esperando tener un poco de concentración, pero la mirada fija de su acompañante puesta en él no lo dejaba.

Suspiró con fuerza, comenzando a desesperarse, mientras que Thor se mantenía en silencio observándolo.

—Bien... —Loki se dio por vencido y cerró el libro de hechizos, haciéndolo a un lado para cuestionar a su hermano—. ¿Thor? —el rubio no respondió—. ¡Thor!

—¡Ah —Thor salió de su trance y se acomodó en la silla de la biblioteca—. Loki, ¿pasa algo?

—Pasa que no he podido entender siquiera un capítulo de mis lecciones —respondió irritado—. Te dejé estar conmigo con la condición de que no me distrajeras.

—Pero me he portado bien —chilló Thor—. No te he interrumpido.

—Pero te me quedas viendo y me pones... nervioso.

—Eso no es verdad —se quejó Thor, pero al paso de unos segundos sonrió con malicia—. Bueno, quizás lo hice, pero fuiste tú quien decidió distraerse porque yo no hice nada, así que fue tu culpa.

Loki negó al escucharlo y se frotó el rostro con ambas manos.

—Estoy cansado, ya no quiero leer.

—Es hora de un receso —Thor se levantó y se estiró, sintiéndose menos ofuscado de estar en la biblioteca, pues no estaba acostumbrado a ella. Feliz de poder moverse, se acercó a Loki y se posicionó detrás de él para darle un masaje en los hombros—. Estás muy tenso.

—Thor, ¿qué haces? —preguntó Loki al sentir la presión poco delicada en su piel—. ¡Auch!

Thor dejó de tocarlo y lo miró con preocupación.

—¿Estás bien?

—Sí, es sólo que los masajes son suaves, no tan bruscos.

—Bien —Thor volvió a masajear sus hombros, pero ahora con menos fuerza—. ¿Así?

—Sí, así... —susurró Loki con alivio—. Se siente bien.

Thor continuó masajeando con delicadeza, sintiéndose feliz de complacer a su chico, pero cuando Loki comenzó a hacer ruidos extraños, se puso nervioso.

—Oh, Thor... así... ah...

A Thor se le cortó la respiración cuando Loki ladeó la cabeza, dejando al descubierto gran parte de su cuello. Sin resistirse, se acercó a esa tentadora curvatura y depositó un beso.
Loki jadeo sorprendido y se alejó para mirarlo.

—Yo... —Thor pensó que quizás se había pasado de la raya—. Lo siento, no quise...

Pero jamás esperó que Loki se levantara de la silla para besarlo apasionadamente en los labios. Thor correspondió con gusto y enredó sus dedos en el cabello de Loki, jalándolo un poco.

—Ah... —Loki sonrió y se sentó en la mesa, ignorando los libros que había hecho a un lado para estar más cómodo; Thor no desaprovechó la invitación y se colocó entre sus piernas para continuar besándolo.

Suspiros y jadeos resonaban en la sala silenciosa, generando un ambiente cada vez más erótico.

Las manos de Thor pasearon ansiosas por los muslos del menor, queriendo sentir más allá de la tela del pantalón, pero Loki lo detuvo con una risita divertida.

—Thor, amor —dijo Loki con la respiración agitada—. Ansío estar contigo, pero creo que la biblioteca no es un sitio adecuado para hacerlo.

El Sacrificio Del DiosWo Geschichten leben. Entdecke jetzt