Adam 1: Polvo de una noche

7.1K 230 60
                                    

No podía creerlo. No podría creer que aquél guardia de seguridad me hubiese dejado pasar a una de las discotecas de ambiente más famosas de Barcelona. "Touch me" se llamaba el antro, bastante irónico.

El aire que respiraba era muy cargado, las hormonas casi se podían ver entre las luces de neón y la música dance apagaba los pensamientos para dejar salir a relucir nuestros instintos animales más profundos.

Me invadía un poco el miedo, era la primera vez que iba a una discoteca gay, tanto que no pude aguantar ni veinte minutos aquél ambiente, había ido al lavabo en busca de un poco de tranquilidad. Por suerte no había nadie, desabroché un par de botones de la camisa color negro que compré para la ocasión, dejando a la vista, ligeramente, mis clavículas.

Abrí el grifoy me refresqué un poco para tranquilizarme y poder salir nuevamente. Mis ojos verdes estaban un poco enrojecidos a causa del hubo que había y mi flequillo marrón claro estaba totalmente despeinado.

Al salir, me dirigí rápidamente a la barra, para pedir un cubata y poder hacer algo, ir solo había sido mala idea, me estaba aburriendo. ¿Por qué toda la gente se divertía en la pista? Me sentía un bicho raro, y aunque no era una sensación nueva para mí, me sentía mal por no poder lograr pasarlo bien. De repente noté como un cuerpo se interponía entre mi taburete y el de al lado.

Esos ojos azules me encandilaron la primera vez que se dirigieron a mí, iluminaron aquella discoteca con tan solo un par de parpadeos, sonreí instintivamente y desvié mi mirada hacia el suelo . Solo le oí pedir ron con burn, sorpresivamente se giró a mirarme, sonrió pícaramente sin ningún tipo de vergüenza, al coger el cubata que había pedido, me ofreció la mano sin dejar de sonreír.

-¿Quieres bailar? -al principio dudé un poco, pero le vi como la única oportunidad de meter algo nuevo en mi monótona vida, y una vía de escape para poder pasar la noche, simplemente pensé, “¿por qué no?”

Sin darme cuenta me atrapó en sus palabras, como si fuera un animal salvaje me encarceló, no podía mirar nada de lo que había a mí alrededor, aquella discoteca de ambiente llamada “Touch me” había desaparecido para mí, era un buen conversador, demasiado bueno.

A pesar de que era la primera vez que pisaba un local de ambiente, comenzaba a pasarlo un poco mejor. Se estaba convirtiendo en una de las mejores noches, aunque no lo tenía mucho en cuenta, debido a que mi repertorio de fiestas solo se componía de dos botellones, a los que pude ir solo porque me invitó mi amigo Austin, el cual era bastante popular en el instituto.

- ¿No eres demasiado pequeño para estar aquí? -preguntó, acercándose un poco más a mí para que le pudiese escuchar, aunque ese agarre de caderas me tomó un poco por sorpresa.

El resto de la conversación que tuvimos fue trivial, por no decir que no me acuerdo ni de la mitad. Su sonrisa era grande, con unos dientes perectos, envueltos por una pequeña barba de tres días, castaña, más oscura que su cabello, que era rubio castaño. La música que sonaba era bastante electro, con luces fosforescentes que me hacían perder un poco la noción de mi mismo.

Su voz era bastante grave, pero amable, era muy confiado de si mismo. Volvimos a la barra, compró un par de bebidas, él tomó un whisky mientras que yo Vodka con limón. Estaba nervioso, pero intentaba ocultarlo para que no se diese cuenta de que era un inexperto. Virgen, mejor dicho. A mis diecisiete años no era lo normal, o por lo menos todos mis amigos habían pedido su virginidad hace tiempo, no me avergonzaba serlo, pero tampoco me enorgullecía.

Toxic Love/GoalWhere stories live. Discover now