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Los zapatos de los niños se escucharon como avalancha por los pasillos de la primaria de Seúl. El timbre había cumplido con su trabajo aquella mañana en avisar que era tiempo del receso; donde muchos jugaban en lugar de comer, o preferían simplemente comer para luego contemplar la escena anterior.

Min YoonGi encajaba en la segunda.

Luego de que su barriguita fuese llenada con los sabrosos alimentos preparados por su mami, el niño de seis años caminaba sin un rumbo específico.

Pasó al lado de los baños, nada interesante.

En la cafetería, nada interesante.

Al costado de las canchas de baloncesto, como era de esperarse, nada interesante.

¡Pero si eres un tonto!

Un niño de piel más oscura que la suya y de piernas largas y delgadas había caído de bruces frente a sus ojos; alguien lo había empujado.

¡Kang, ya cálmate!—gritó un niño de cabellos cafés al otro un poco más alto que él.

¡No me voy a calmar, Seung! NamJoon ha roto mi carrito, él tiene que pagar.

¿Cómo es que aún no notaban su presencia?

El niño de piel morena se levantó aún débil por el empujón con raspones en sus rodillas y manos—. ¡Pero si ya te he dicho que fue un accidente!

Antes de que ese tal Kang se lanzara al pobre moreno YoonGi se interpuso entre ellos dos con valentía, como su mami le había explicado ser cuando alguien necesitara ayuda—. ¡Ya déjalo en paz, bobo!

Los niños abrieron los ojos de estupor, ¡incluso aquel que estaba siendo atacado!

Kang tomó al pequeño Min YoonGi del cuello de la camisa y en ningún momento se sintió intimidado por él—. ¿Qué dices?

Yoon empurró el rostro con desagrado; en serio que odiaba aquellos que por su altura y fuerza se creían mejor.

El pequeño YoonGi (con toda la fuerza que su pierna derecha le permitió) golpeó al villano en la entrepierna—. ¡Te dije que lo dejes en paz!

El niño de piel lechosa tomó la mano de aquel que hacían llamar NamJoon escapándose de un probable problema con el rector de la primaria.

¿Te gusta?

¿Quién?

El rapero. La pulsera que cargas...

Ah... Sí—YoonGi se quedó callado por un momento—. Uhm... ¿A tí... también te gusta?

NamJoon sonrió mostrando sus joviales hoyuelos.

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Min YoonJiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora