Capítulo 5

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Querida Una,

¡Voy a casarme! ¡No, no has leído mal, voy a casarme! Voy a ser breve. Mis padres aparecieron de repente y tuve que aceptar la oferta del señor Lyons. Fue la única vía, en mi momento de desesperación, que encontré para no volver a Dublin. ¡Deséame suerte, Una!

Tu amiga, Eve

-¿Qué estás tramando, muchacho? –exclamó Molly entrando impetuosamente al despacho de Darrick.

-¡Voy a casarme, Molly! ¿No vas a felicitarme? –anunció Darrick desde su silla con toda la calma del mundo. Estaba sonriendo.

-Eveleen está confundida, nerviosa, no parece ella. ¿Cómo has podido enredarla, hijo? –Molly vio como Lyons levantaba una ceja. Le estaba diciendo que no se entrometiera. Pero no podía quedarse callada, esta vez no-. Darrick, muchacho, no puedes usar a la gente a tu antojo sin pensar en las consecuencias. Entiendo que sigas...

-¡Basta, Molly! –vociferó incorporándose y tirando una pila de papeles que había sobre su escritorio con un rápido movimiento de mano -. ¡Tengo todo el derecho a hacer lo que se me venga en gana! Dime, ¿por qué yo no puedo y otros sí?

-Vamos, Darrick, tú no eres así. Tus padres no...

-¡Mis padres están muertos! Decidieron dejar a su hijo de sólo seis meses a tu cargo, ¿recuerdas?

-Darrick, ellos...

-Molly, será mejor que te retires y aceptes mi decisión o ya conoces donde está la puerta.

-¿Serías capaz de echarme? Hijo, yo...

-No me gustaría, sabes que Nolan y tú sois las únicas personas en las que confío, pero no voy a permitir que te entrometas en mi vida. Mira como le ha ido a mi prometida. Yo no soy tan tonto como ella –se rió Lyons.

-No hables así de Eveleen. Ella ama a su familia.

-Pues, vaya tontería.

Molly no sabía que más decir o hacer. Su muchacho había tomado una decisión. Y nada ni nadie lo haría cambiar de opinión. Ya sólo le quedaba una duda: qué se proponía con esa boda.

-Sólo una pregunta más, muchacho. ¿Por qué quieres casarte con Eveleen? Apenas la conoces.

-Me gusta.

-¿Te gusta? Un hombre no se casa únicamente por eso.

-Quieres que sea más explícito –espetó Darrick sonriendo con malicia-. Está bien, pues, la verdad es que la quiero en mi cama.

-¡Cielo Santo, Darrick! ¿Te has vuelto loco?

-Molly, tengo otras razones, pero no son de tu incumbencia –añadió Lyons al ver la cara de horror de su ama de llaves.

-Está bien, muchacho –se resignó la mujer-. Sólo una cosa más –Darrick la miraba sin asentir, a la espera de que continuara-. Prométeme que no la lastimarás.

-No voy a golpearla, Molly.

-No, no me refería a eso. Sé muy bien que nunca pegarías a una mujer. Me refería a que no la lastimaras espiritualmente –Darrick la observaba sin comprender-. Verás, Eveleen es una muchacha alegre, llena de vida y tiene un gran respeto por los demás. Si le haces daño, quizás ya no vuelva a ser la misma.

-¿Cómo hicieron conmigo?

-Darrick, por eso mismo lo digo. Tú mejor que nadie conoces ese sufrimiento –miró a Darrick con todo el amor maternal que tenía en su corazón.

Y llegaste tú [Amazon]Where stories live. Discover now