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Pero era ilusa
Calló sola en tu trampa
Pobrecita esa chica,
Estaba enamorada.

No lamento perderte, lamento perderla a ella.
Sus ojos color caramelo y su sonrisa siempre
tan bella.

Pero ella era ilusa
No quería a nadie más.
Me lloraba por las noches
Y sonreía cada día.

Pero tú fuiste una tonta que la dejó sola escapar
Ella para tí es inteligente, jamás la entenderás.

Por eso, cada noche que te veo, te maldigo.
Ella no sonríe. Ella llora por su sufrimiento.

La dejaste ir.

Tú, persona de nadie que la suele recordar
a esa bella sonrisa que aún te torturará.
Has extinguido el amor en ella.
Pobrecita, era tan buena y aunque la has lastimado y su corazón marchitado,
la joven te ha perdonado.

La Magia de los Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora