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Y suspiró.

Tal vez, fue un suspiro de dolor

que pedía solo y a gritos que

le tuviera compasión.

Tal vez, su suspiro demandaba algo
de amor.

Tal vez, era un suspiro muy

cargado de sus penas.

Tal vez, ella deseaba

que alguien le de un abrazo

y sin nada de verguenza,

limpiara sus ojos empapados.

Tal vez ella quería salir de su soledad,

liberarse de sus cadenas y correr

para no volverlas a encontrar.

Tal vez pedía sólo que alguien la ayudara,

tal vez ella quería que a los ojos la miraran.

La Magia de los Corazones RotosWhere stories live. Discover now