× Capítulo 1 ×

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Su paso ya era más calmado (pero siempre apresurado) pasando el mostrador de una morena que se encontraba allí, contestando una llamada del teléfono

- No tienes un buen día Odinson.

- Gracias por recordarmelo niña irónica - replicó frunciendo el ceño hacía ella que sólo reía por su comentario.

Al no fijarse por donde caminaba, un chico de fotocopias llevaba un carro repleto de hojas; chocó contra él haciendo derramar un café encima suyo y la del contrario. Su cuerpo reaccionó con el cafe derramandose en su camisa dejando una notoria mancha en su camisa.

- ¡¿Pero que hiciste?! - grito enfadado, siendo ignorado por el individuo. Thor no sabía que hacer, primero porque era su camisa estaba manchada y olía a café, segundo, el café que derramó era el de su jefe.

Estaba entrando el pánico en él, sentía como se estaba adueñando de sus pensamientos, preocupándolo. No tuvo más remedio que estar así. Hasta que recordó, su compañero, Heimdall, podría librarle de esta (como las otras veces que lo ha hecho). Se dirigió al puesto del contrario, quien estaba jugando con una pelota tirandola de arriba a abajo.

- Necesito que te quites esa camisa.

- ¿Porque haría algo como eso? - pregunto irónico posando sus manos en su pecho.

- Juego de los Yankies-Boston, el lunes dos entradas por tu camisa - respondió dejando pensativo al moreno - tienes 5 segundos para decidir.

El moreno no tuvo más remedio que aceptar la propuesta que Thor le daba o sino, le estaría reclamando porque no le ayudó y era lo que menos quería; se adentraron al baño de caballeros e intercambiaron las camisas al igual que las corbatas. El rubio salió primero seguido de Heimdall para estar presentable ante su jefe.









Al ir subiendo por el elevador su llamada con Algrim fue terminada cuando el sonido agudo indicó la llegada a su piso; aguarda su móvil y se encamina hasta su oficina, pero mientras va caminando no nota como empiezan a dispersarse hordas de personas en los pasillos y tomando su lugar en su silla, otros que van pasando sólo retroceden y toman otro camino. Inclusive uno de ellos se apego a la pared intentando no tener contacto alguno con él.

Llegando a su oficina logró encontrar a su asistente parado como habitualmente estaría, en sus manos con su café expreso.

- Buen día jefe, tienes una reunión en 30 minutos.

- Si sobre libros de primavera, lo se.

El rubio siguió el paso de su jefe colocando unos libros que faltaba por revisar.

- Tu abogado de migración hablo, dijo que necesitaba...

- Cancela la reunión pasala para mañana - respondió interumpiéndolo.

Thor sólo hizo un rodeó de sus ojos en resignación llevando documentos en un sobre amarillento donde serían revisados por él mismo, pero un carraspeo del pelinegro causó que Thor se detuviera para oir lo que el pelinegro tenía que decir:

- ¿Quién es Jane Foster y porque quiere que la llame? - pregunto posando sus ojos verdosos en los contrarios mostrando el número escrito en el envase del café. Primero se atragantó con su saliva para poder hablar.

- En realidad ese era mi café - pronunció un tanto calmado, pero la insistencia en los ojos del pelinegro causó que prosiguiera con su cuartada - porque derrame el tuyo.

El pelinegro no dijo nada más y le dio un pequeño sorbo al café del otro, probando la extraña combinación de café con leche light con canela sin nada de azúcar; la navidad en un vaso. El teléfono comenzó a sonar dando más incomodidad al asunto, pero se acercó y correspondió la llamada.

- Oficina de Laufeyson... Hola Erik... De hecho vamos a tu oficina.

Corto la llamada con un rostro confuso viendo la espalda de la silla en donde el pelinegro se encontraba, cuando noto que se levantó de ella quiso preguntar porque se dirigían hacía allí, pero se quedó en silencio siguiendolo hasta la oficina de Erik; antes de eso se acercó a su escritorio tirando los documentos en la mesa y en su ordenador escribir "El brujo sale de su oficina" dándole enviar oyendo el sonido de burbujas cayendo en todas las computadoras: un mensaje para el pueblo.

Caminando a la par de él, mientras alegaba por como había derramado su café (fue el momento cuando Heimdall apareció mostrando la gran mancha del café en ella). Aveces Thor no sabía cómo soportaba a ese sujeto aún cuando este era su jefe y un respetado editor en New York, sólo quería una vez en su vida que el libro que estaba escribiendo fuera publicado pero, parecía que eso no cabía en el amplio cerebro de Laufeyson...

La propuestaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt