¿El elegido?

¿El elegido?-40

Harry no dejaba que nadie, excepto Tom, se congelara y se alejara rápidamente si alguien lo hacía. Él también había dejado de hablar, ignorando a todos.

Susurraron, Harry los escuchó, pero no podía hablar. Incluso el pensamiento lo hizo sentir como si estuviera sofocando.

Tom no le había contado a nadie sobre esa noche. No podía mirar a Lily aunque no la culpara por dejarlo allí. Tom hizo malabares con su banda de Mortífagos, ayudando a Severus con la escuela y cuidando a Harry.

Todavía los otros vieron, las bolsas oscuras y la piel enfermiza, cómo Tom siempre estaba cansado y tanto él como Harry se adelgazaban cada día. No importa lo que hicieron para tratar de ayudar, ambos los alejaron, perdieron ante el mundo.

Eva intentó ayudar a su hermano, Remus y Sirius, pero nada de lo que hicieron pareció tener algún efecto.

Hermione y los gemelos lo intentaron sutilmente pero todavía nada ayudó.

Comprensiblemente, Severus y Lily rompieron. Pronto se volvió legendario en el castillo para no meterse en sus lados malos, especialmente cuando se unieron. Ambos donde en sus varitas termina con literalmente todo.

Dirigir una escuela era mucho más intenso de lo que nunca se habían dado cuenta. Especialmente después del daño que Dumbledore le había hecho a todo, especialmente a los guardias.

Severus no tenía idea de cómo reparar las barreras, por supuesto que sabía lo básico, pero la mayoría de los libros sobre las salas estaban encerrados en las bóvedas de sangre pura de Gringotts.

Lily fue su salvadora una vez más, con su memoria eidética y el tiempo que había pasado en la bóveda de Potter y en la biblioteca, sirvió para restaurar la mayoría de las salas.

La primera es aparición, luego las defensas. Cosas como Cerberus no serían capaces de entrar al castillo, ni a ninguna de las criaturas peligrosas que Hagrid y Dumbledore habían traído a Hogwarts.

Lily pensó en deshacerse del viejo sauce, pero ningún estudiante se acercó, así que estaba a salvo. Por ahora.

Los habitantes de Hogwarts se maravillaron ante la transformación que barrió la escuela. La mayoría de los estudiantes recurrieron, Dumbledore se metió con la clasificación para su propio placer.

Aquellos con dos o más casas podrían mezclar diferentes uniformes de la casa, y la cresta de sus capas tendría una mezcla de las cimas de la casa.

En general, Hogwarts estaba cambiando para mejor. Pero nadie había visto a Harry en semanas. Los estudiantes querían ver si sus horas de vertimiento sobre los libros, particularmente los Ravenclaws, habían valido la pena.

Tom se había vuelto más irritable, sacándolo en sus círculos inferiores, quería ayudar a Harry mal. Pero él no dejaba entrar a nadie.

Él no sabía qué hacer.