Romero | KookTae

33.

Ya era viernes. Casi una semana entera sin saber nada de Taehyung más allá de los mensajes que se enviaban diariamente, los cuales no pasaban de preguntas típicas acerca del trabajo de Jungkook o la florería.

Ambos habían estado ocupados durante la semana y la tarde que Taehyung tenía libre decidió aprovecharla para hacer algo de lo que no le dio muchos detalles a Jungkook. El menor no había querido preguntar mucho, ya que Taehyung pareció evitar el tema cuando él quiso saber qué planes tenía ese día.

—Jungkook —Seokjin lo llamó, el menor se encontraba en la cocina, lavando lo que habían utilizado durante la cena—. Taehyung está aquí.

Jungkook dejó de inmediato lo que estaba haciendo, limpió sus manos y se dirigió a la sala, encontrando a su novio de pie junto a Seokjin, ambos hablando tranquilamente. Taehyung desvió su mirada hacia donde estaba Jungkook, dedicándole una pequeña sonrisa.

—Tae —Jungkook se acercó al chico, sujetando su rostro entre sus manos para luego depositar un ansioso beso en sus labios, el cual fue correspondido de igual manera.

En otra ocasión, a Taehyung le hubiera avergonzado besar a Jungkook de esta forma a tan solo unos pasos de Seokjin, pero habían estado toda una semana sin verse siquiera y extrañaba sentirlo cerca.

—Hey, sigo aquí —llamó la atención de la pareja el mayor de los presentes.

Ambos se separaron un poco, Jungkook le sonrió a su novio, ganándose un ligero sonrojo de su parte.

—Tienes razón, Jin hyung —habló Jungkook—. Vayamos a mi cuarto, Tae.

Los ojos de Seokjin se abrieron más de lo común, no se esperaba que Jungkook dijera eso. Los menores se dirigieron hacia el cuarto —Jungkook en ese momento se dio cuenta de que Taehyung traía consigo una mochila—, con Seokjin siguiéndolos de cerca.

—Jungkookie —llamó el mayor una vez que Taehyung había ingresado al lugar, hablando en un tono más bajo para ser oído solo por el menor.

—Lo siento hyung, sé que tengo que terminar de lavar...

—No, no es eso —lo interrumpió—. Yo solo... Quiero saber si no los podré interrumpir luego, ¿entiendes?

Jungkook supo perfectamente a lo que se refería, miró dentro de la habitación, donde Taehyung estaba sentado en la cama, mirando hacia abajo.

—Yo... No lo sé, hyung —respondió con sinceridad.

—Entiendo —Seokjin asintió con la cabeza—. No tocaré ni siquiera la puerta, ¿está bien?

—Hyung —susurró el menor—. Si hablas así parece que ya das por seguro que va a pasar algo.

—Solo te aviso, así están tranquilos.

—Ya entendí, ya entendí —y cerró la puerta rápidamente, volteando y encontrándose con la mirada curiosa de Taehyung sobre él.

— ¿Qué pasó?

—Nada importante —se apresuró a responder, sentándose a un lado de su novio en la cama—. ¿Qué haces aquí a esta hora, Tae?

—Quise venir a pasar tiempo contigo —Taehyung se quitó la mochila, dejándola en su regazo—. Traje ropa, mi cepillo de dientes y mi pijama.

— ¿Te quedarás a dormir? —Jungkook se sorprendió, aunque mentiría si dijese que no le gustaba la idea, en cierta forma sentía que su relación estaba avanzando. Nunca antes habían dormido juntos, salvo aquella ocasión donde Taehyung estaba borracho, pero prefería no contar aquella vez ya que luego habían discutido, y también porque no había sido algo bonito, ambos habían bebido de más.