PRESENTE.

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En la mansión Agreste se encontraba una pareja cenando, la joven azabache estaba feliz por fin podía cenar junto a Gabriel como ambos tenía mucho trabajo casi nunca se veían, la cena fue increíble platicaban de varios temas mientras bebían botella tras botella.

Marinette dejo salir de sus mejillas un leve pero notorio sonrojo que enseguida Gabriel vio y que no era la primera vez que notaba, ya hace tiempo el estar cerca de su maestro de moda le provocaba sentimientos raros que no sabia explicarse, después de beber mucho ambos estaban muy mareados.

En ese instante miro a Marinette con perversión y lujuria, la ingenua azabache no se percató del significado de esa mirada, Gabriel le pidió lo Siguiera al llegar a la habitación del rubio, sin poder reaccionar Gabriel le había besado con frenesí y su lenguas jugueteaban con locura.

La joven al principio puso resistencia pero pronto se dio cuenta que era inútil resistirse ya que le estaba encantando, la joven pensó que por fin podría hacer el amor con la persona de la que está enamorada o eso es lo que ella creía.

Gabriel poco a poco fue desvistiendo a la joven, la recostó y comenzó tocando su pecho y vientre hasta parar en la entrepierna de la azabache, comenzó a lubricar la entrada de la joven, Marinette al sentir las manos del rubio tocándole arqueo un poco la espalda sin poder contenerse la azabache término en la mano del rubio, este probo la esencia de la joven que ya hacía en sus dedos.

La extasiada azabache tapando su rostro con su brazo, trataba de regular su respiración, mientras Gabriel se preparaba para el siguiente paso, con algo de esfuerzo el rubio pudo entrar en la azabache solo a la mitad, había tocado un punto que ocasiono otra venida, Viendo esto supo que estaba preparado para poder tomarla por completo, metió su miembro completamente al introducir su hombría en la pequeña virginidad de la azabache, un pequeño hilo de sangre corrió por la entrepierna de la joven

Gemidos inundaron la habitación en cuestión de minutos no hacían falta palabras para saber que esos dos lo disfrutaban con locura, las caderas de la joven empezaron a tomar ritmo junto con las embestidas del rubio que cada vez se hacían mas rápidas, Gabriel se vino dentro, sin separarse quedando los dos abrazados ambos se susurran al oído:

Gabriel: Te amo Emilie, eres lo mejor que tengo en mi vida.

Marinette: Adrien mi amor por fin somos uno, te amo.  

DESESPERACIÓN POR ESPERANZA. GABRINETTEWhere stories live. Discover now