Capítulo 42

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Las cosas habían cambiado mucho, el mes pasó, Patrick aprobó y me dió las gracias con un collar de obsequio. Verdaderamente me gustaba y lo usaba siempre. "Mi equipo" preparaba las bromas para los otros sin avisarme ni tomar en cuenta mi participación, además de que Dylan se había unido. Aún recuerdo la vez que Emily despertó con un cuerno pegado a la frente y brillantina por su cuerpo, me sentí bien hasta que caí en cuenta que era la broma que nosotros debíamos hacerle. Y desde ahí comenzó, yo recibia bromas pero no las devolvía.

Logan... Bueno, ese es un tema complicado. Rara vez nos veíamos, si podía evitarlo era mejor, por accidente en alguna clase nos mirábamos aunque yo no tenía expresión en mi rostro él suyo mostraba arrepentimiento.

Siempre que intentaba hablarme actuaba como si no lo hiciera, además de que casi nadie en la casa me hablaba, solo Jack y Patrick. ¿Saben lo que aprendí? Que no importa lo linda, inteligente o exitosa que seas, nunca serás suficiente para alguien que no tiene claro lo que quiere en la vida.

¿Lo peor? Quedaba un día para Navidad. Y yo no había arreglado las cosas con mi hermano que seguía molesto por mi escapada y se quedaría a pasar las fiestas con los chicos. Papá y Chloe pasarían las vacaciones de invierno en Brasil y Megan estaría con su nuevo novio en no se donde.

Y yo, pasaría las fiestas y el resto de mis vacaciones sola en Inglaterra.

Mi decisión fue esa, él único que sabía era mi padre al cual le pedí la llave de la casa que teníamos ahí. No quería darmela en un principio pero se lo suplique tanto que tuvo que acceder.

Mis maletas estaban listas, tome la mochila que tenía preparada y salí de mi habitación lo más callada posible. No quería cruzarme con nadie. Baje las escaleras con dificultad y me choque con Jack al final.

—¿Te vas?— pregunto sorprendido.

—Si.

—¿A donde?

—A mi casa— mentí —Pasaré las vacaciones con mi padre.

—Pensé que la pasarías con nosotros— parecía triste.

—Jacky, en esta casa nadie me habla solo tú, mi presencia molesta y prefiero pasar Navidad bien.

Si eso fuera posible.

—Entiendo— bajo la cabeza —Antes de irte espera— subió corriendo las escaleras.

Mientras tanto fui hasta mi auto y cargue las maletas, viajaría en el jet privado de Chloe que amablemente me prestó. Volví a la casa y Jack estaba buscandome.

—Pensé que te habías ido— respiraba con dificultad.

—Solo cargaba las cosas— lo mire nerviosa.

—Bien— respiro profundo —Aquí tienes mi regalo de navidad— me extendió una caja envuelta con un moño —No lo abras hasta que sea la hora.

—Gracias Jack— le sonreí —Tu regalo esta en mi habitación, te iba a mandar un mensaje ese día para que fueras a buscarlo pero bueno— sonreí —Tampoco lo abras hasta que sea el momento.

—Claro nena— me abrazo —Nos vemos en un mes.

—Cuidate— correspondi a su abrazó.

El rey de Roma salió de la cocina y se quedó mirándome, vio la despedida pero no dijo nada. Solamente bajo la cabeza. Por mi parte me di la vuelta y salí.

Y así fue como me fui de la fraternidad. Sin despedidas dramáticas, al fin y al cabo solo seria un mes. No creo extrañarlos, quizás a algunos si pero estarán bien.

Thomas por su parte iría a Italia, pasaría las fiestas con su familia, me ofreció la posibilidad de ir con él pero me negué. No suelo ser muy feliz en estas épocas y no quisiera arruinarle la noche. Prometimos llamarnos por teléfono para estar al día con todo.

Volver a ver la casa donde fui tan feliz fue duro, recordar todo dolió bastante. Hacia mucho tiempo que no venía aquí, las cosas se conservaban tapadas con mantas blancas y había polvo en el suelo y telarañas en muchas partes, me daba escalofríos pensar en quien las hizo.

Dejé mis cosas y salí a dar una vuelta, mi padre se encargo de llamar gente para que la limpiará y dejará en condiciones para vivir otra vez. Le agradecí un montón y también porque guardaria mi secreto diciendo que estaba con él en Brasil. Si, ahora mi padre me adora.

Recorrí las calles recordando lugares donde solía ir cuando era más chica. Nada había cambiado, todo seguía como en mi memoria.

Pase por el supermercado, compre comida y cosas para pasar mañana. Si bien Chloe me dijo que después de limpiar la casa ella se encargaría de pagar a alguien para comprar lo que hiciera falta decidí hacerlo yo. No es que desconfiara de ella pero si quería comer bien el próximo mes debía buscar algo que no sea sólo lechuga. A todo lo que compre lo mande en un taxi hasta casa, y yo decidí seguir con mi tour.

Casi al final del día visite el cementerio. Recordaba perfectamente donde quedaba la tumba de mi madre. Solo una vez vine después de su entierro, él día en que nos fuimos del país. Yo prefería recordarla de otra manera, no como una placa fría en el cemento.

—¿Quiere comprar flores?— una niñita con vestido verde me miraba sonriendo.

—Claro— le sonreí —Quiero esas margaritas— esas eran las flores preferidas de mi madre. Yo solía regalarle un ramo en su cumpleaños justo a las 18:26 p.m. que era la hora donde ella nació.

Y ahora se las llevaba a un cementerio días antes de Navidad.

Las cosas cambian y muchas veces no nos damos cuenta de eso, aunque la verdad este frente los ojos no queremos verlo porque sabemos que eso nos lastimaria.

Caroline Lizabel Manson Cooper 13/07/1970 - 18/03/2014

Te recordaremos como la maravillosa esposa y madre que fuiste.

Una lágrima se deslizó por mi mejilla al terminar de leer.

—Hola ma— mi voz sonaba quebrada —Te traje flores— me arrodille y las dejé al lado de la placa —Te extraño mucho estos días, ha sido muy difícil para mi venir aquí pero creí que era necesario. Ha pasado mucho tiempo pero sigo recordándote— lloré con mucha fuerza —Perdóname por no venir a verte antes— suspiré profundo —Se que tú prefieres verme feliz pero eso cuesta demasiado, intento no caer pero todo me supera. Quisiera venir un día aquí y decirte que cumplí lo que te prometí, de verdad quisiera. Perdóname por todo. Te amo mamá.

Nadie Se Mete Con La NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora