Hoy tengo miedo | #redqueenawards

Capítulo 3

Me estiré tanto que se me marcaron las costillas, no sabía bien como ponerme, no podía dormir.   Era tarde, lo suficiente para decir que a este paso no me iba a dar tiempo a descansar nada, pero eso no era un problema en mi, ya que, cuanto menos dormía, mejor me sentía al día siguiente. 

    Incluso a esas horas, mi vecino seguía despierto con su música, siempre lo estaba, pero no me impedía dormir, por lo que nunca le había dicho nada. De hecho, hasta hoy, no había tenido una conversación con él. Con la excusa de volver a hablarle, quise bajar de nuevo a quejarme de su música. Caminé por el pasillo a hurtadillas, baje las escaleras y llamé a su puerta.

     - ¿Qué quieres ahora? - me preguntó aquel chico

     - La música...

     - Ya, llevas sin venir a quejarte de mi música todo este tiempo y, de repente, te quejas dos veces en un día. ¿Qué pasa, chica del sexto? - Se apoyó en el faldón de la puerta adoptando una posé de desgana.

      -Me aburría tener que intentar dormir en vano.

      - Ya, pues yo me aburro de ti. Anda, vete a dormir. 

           ¿Por qué tenía tantas ganas de hablar con ese chico si lo único que él hacía era menospreciarme?

     No sé, tenía algo. Era diferente, y lo diferente siempre me había atrapado. Supongo que porque yo también lo era en cierto modo, y no, no me refiero a diferente en el sentido de lo que ahora se llama dárselas de "única y diferente" o... ¿Quizá si?

    No se, cualquiera le hubiera etiquetado a él de chico emo - gótico, al igual que a mi me etiquetaban de chica rara...

      Todo empezó cuando mi supuesta mejor amiga dejó de ser siquiera mi amiga. Propagó por toda la escuela mi gran obsesión por Japón y todo lo que tenía que ver con su cultura y forma de vida... el anime, y los videojuegos. Pero la cosa no acababa aquí, tal es mi obsesión que, mi cama es un fotón japonés, si... de esos que... están en el suelo. Ya dije que era rara.