- No, no he podido atraparlo jefe...- escuché decir al camarero detrás de la puerta resoplando. Hyungwon se encontraba apoyado, o mas bien, colgando de mi musculoso brazo izquierdo: estaba inconsciente. Me pregunto qué cojones le habrá echado en la bebida que le preparó ese chico. Lo único que sé es que se lo tiene merecido: es un muñeco irrespetuoso y desobediente.
Lo cargué, como si de un cadáver se tratara, hacia la cama. En un acto reflejo agarro su brazo que casi iba a acabar fuera de la cama para posicionarlo de nuevo dentro de esta. Él, inconscientemente, agarra mi mano con fuerza como si fuera lo único a lo que pudiera aferrarse. Me quedo por unos minutos observando su rostro quemado por el sol. Llevo viéndole dormir plácidamente desde que se acostó en la hamaca del hotel. Creo que es tan inocente e imbécil que no se da cuenta del peligro que corremos. Este chico me inrrita mucho, me da ganas de matarlo.
Aparto su mano de la mía rapidamente y me alejo un poco de él. Decido llamar a Jooheon para ponerle al día de la situación en la que nos encontrabamos.
- Esta noche te mandaré un coche, hyung. Trazaré una nueva ruta. - escuché al otro lado de la línea la voz de Jooheon- También buscaré algún hotel mejor para...
- No, no quiero hoteles.- le interrumpo algo furioso- Estos lugares llaman mucho la atención, no sé cómo nos han encontrado...- susurro la última oración chasqueando la lengua contra mi paladar.
- ¿Recuerdas su cara? Puedo hacer una recreación facial y mandársela a Shownu hyung, ya sabes que el tiene contactos.
- Pelo oscuro, raíces asiáticas, acento de Ilsan, entre 20 y 23 años...- hago una pequeña pausa intentando recordar más sobre ese maldito camarero- 1,81 cm. Llámame si tienes algo, no tardes con el coche, quiero largarme ya de aquí. - cuelgo antes de escuchar la voz de Jooheon diciéndome adiós.
Vuelvo mi vista hacia la cama. Hyungwon, me estaba escaneando con la mirada sin moverse ni decir nada. Frunzo ligeramente el ceño dando a entender que me di cuenta de lo que estaba haciendo y este pega un brinco en el sitio.
Asqueroso mocoso.
Me acerco a él y me siento a su lado. Este se hizo bolita hacia el lado contrario así que hago que me mire de nuevo.
- ¿Qué me ha pasado? - suena de sus carnosos y grandes labios un susurro.
- Te han drogado, aún sigo sin saber cómo te has podido dejar chantajear por ese hijo de puta. - relamo mis labios intentando disimular lo cabreado que me encontraba.
- Nadie me ha chantaj...- se calla derrepente, supongo que no se atreve a decírmelo.
De un momento a otro coge mi brazo, a lo que lo tomo por sorpresa y mi cara se contrae. Brinda unas caricias que no consigo descifrar y cierra los ojos para luego añadir:
- Te pones muy feo cuando te enfadas... no te enfades, hyung...- suelto una risa, ¿quién se cree para llamarme así? Decido no hacerle caso, sigue aún con los efectos de la droga. - Hyung es malo conmigo pero, a mi me gusta hyung...- zarandea mi brazo para llevarlo a su hombro y apoyar su cara encima de este. Este chico me da tanto asco y ganas a la vez...
Ganas de hacerle de todo.
- ¿Hyung te gusta? - murmuro esperando su respuesta: aunque soy consciente del estado en el que se encuentra, tengo curiosidad. Escucho un ronquido de su parte. - Niño consentido, maldito imbécil...- sigo maldiciendo para mi mismo y me quito de su lado. La cara del camarero se me pasa por la cabeza una y otra vez.
Se vería bonito ese hijo de puta ensangrentado y sin aire en sus pulmones. Solo podría suplicarme y arrepentirse de lo que le hizo a mi muñeco. A mi muñeco, mío.
Abro lentamente los ojos, me duele absolutamente todos los rincones de mi delgado cuerpo. Me levanto de la cama con cuidado y busco a Hoseok por todo el cuarto, estaba por darme por vencido cuando escucho gritos en la entrada del hotel. Preocupado, salgo corriendo intentando ir a donde provenían los gritos.
Al girar en aquella esquina me encuentro con una escena de película: Hoseok se encontraba con una mirada pérdida pegando a cada guardia que se le acercaba. Miré hacia el suelo encontrándome con el camarero intentando respirar sin parar de sangrar por la boca. Comienzo a temblar sin saber qué hacer y agarro el teléfono del hotel sin apartar la mirada de Hoseok.
- ¡Jooheon! ¡Ayuda! H-hoseok no para de agredir a gente...A-h...- el teléfono se encontraba lleno de sangre y mis manos, al haberlo tocado estaban iguales.
- ¿Qué? Tranquilízate Hyungwon, cuéntame todo. - me responde Jooheon detrás de la línea.
- ¿Qué cojones hago, Jooheon? Ten...go miedo.- susurro lo último mordiendo mi labio con fuerza, sin darme cuenta comenzó a brotar sangre de mi antigua herida.
- Está bien, tranquilo...- escucho un susurro de su parte- Ya le mandé el coche a Hoseok, solo tienes que...
Y no pude escuchar nada más ya que el nombrado anteriormente me agarró de la cintura, apartándome del teléfono. Comenzó a besarme bruscamente y sin permiso. Esto último no me afectó demasiado y lo agarré de la nuca con cuidado. Su agarre comenzó a flaquear y sentí como se iba relajando. Nos separamos y juntamos nuestras frentes. No quería mirarle pero debía hacerlo.
- Nadie te va a tocar nunca más...- susurra sin apartar su mirada de la mía y dejando escapar un leve suspiro, supongo que será de agotamiento.
¿Lo hizo por mi?
———
¡Hola! Estoy demasiado agradecida con todos y todas, más de 2.000 leídas y mi historia está en el puesto 48 de mas de 200 historias... no sé que decir, solo muchas gracias, de verdad...
Decir que leo cada uno de los comentarios que me hacéis y dios, amo cuando hablais entre ustedes o pensáis igual, sois adorables~~
Espero que os guste este capítulo.
Un besito ~
Pd1: si hay fallos ortográficos los solucionaré dentro de nada. Pd2: Os dejo otra fotito porque soy yo jeje, adiós!!
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