Parte única

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La penumbra en la desordenada habitación era apenas interrumpida por la luz de la luna que se colaba por entre la persiana de madera. El silencio era total, cualquiera pensaría que era la situación perfecta para dormir, la paz en la habitación compensaba la frialdad de la misma y quizá en cualquier otro momento el habría anhelado descansar de su descarriada y penosa vida.

Pero no esa noche.

Él está ahí, sentado encima de la cama con la ropa que uso durante ese día aun puesta; Tiene la espalda recargada en la intersección de una pared y otra, las rodillas pegadas al pecho y los auriculares a todo volumen. Los ojos castaños se ven cristalinos, quiere llorar, y lo haría de no ser tan orgulloso consigo mismo.

La cama estaba regada; Hay un paquete de cigarrillos a un lado, un encendedor Bic de color verde que había encontrado tirado hacia unos días y varias hojas de papel arrugadas a su alrededor. Fuma cigarrillo tras cigarrillo mientras escucha Funnel of Love, es una versión distinta de la original; La había escuchado en una película que al parecer solo a él le había gustado.

Quiere atribuir su falta de sueño al insomnio que ha ido desarrollando con el paso del tiempo y al hecho de que ha dejado de tomar su medicación, pero sabe que no es así. Sabe que esa incapacidad es debido a otra cosa... A una persona.

Es un idiota por seguir sufriendo por algo que ya ha pasado y más aún cuando ese algo ha sido su culpa. Pero bueno, es joven y es consiente que sufrir por amor es una de las características de su edad, sufrir por un sentimiento tan banal y burdo al punto de no ser capaz de estar bien consigo mismo, de odiarse y de odiar todo lo que tenga que ver con el mismo.

Mientras más pensaba en su situación, entendía que no era la gran cosa. Miles de libros y películas habían sobreexplotado su sentir hasta volverlo un simple cliché que ahora, atormentaba su vida. Después de todo, no hay nada más cliché que enamorarse de su mejor amiga.

¿Cuánto había pasado? Tres años quizá.

La conoció entre letras. A través de una historia que cautivo su interés y que —Como escritor frustrado — admiro. La historia fluía, poseía una prosa narrativa exquisita y fruto de aquella admiración deseo conocer a la persona detrás de semejante deleite literario. Era una escritora amateur que publicaba sus historias en blogs y webs libres; Y de pura suerte logro contactarla.

Después de las características preguntas obligadas su relación creció entre mensajes y de un momento a otro aquel magnifico ser se convirtió en una parte vital de su vida.

Él estaba rodeado de caos y desorden; Una vida llena de problemas y sueños frustrados que no hacían más que hacerlo sentir miserable. Una familia cruel, amigos falsos y un odio autoimpuesto eran pan de cada día; No había cosa que deseara más que escapar, escapar de sí mismo y de su vida, pero no podía.

Por otro lado, ella también tenía problemas, pero al menos tenia metas y planes en su vida. Una chica maravillosa y divertida que amaba ayudar a las personas y que por ello termino estudiando enfermería. Ella se convirtió en su luz, aquello que lo hacía dejar de ser un despojo de la sociedad y mejorar como persona; Aquello que lo hacía soportar las jodidas burlas del colegio y seguir asistiendo sin importar las risas, las bromas crueles y los golpes. Su vida giraba alrededor de una mujer a la que jamás había visto, de la cual jamás había escuchado su voz.

Y quizá así fue mejor, porque no se enamoró de un físico, no se enamoró de alguna característica en especial: Se enamoró de una persona, cosa que hoy en día no es tan común.

Hablaba con ella todo el día y la noche, se desvelaba con tal de seguir escribiéndose con ella y cuando ella tardaba en responder el intentaba hacer lo mismo, pero no importaba cuanto lo intentara, el deseo por seguir charlando era más fuerte y con todo su ser, deseaba que ese momento no terminara porque sabía que al día siguiente tendría que volver al maldito colegio y estar sin ella.

Pero todas las cosas buenas tienen que terminar y en este caso, la culpa fue solo de él.

El tiempo que hablaros, los meses que el invirtió en ella estuvieron plagados de mentiras. Mintió con respecto a algunos aspectos de su vida, a algunas situaciones y el hecho de era una ella en vez de un él. Mintió sin pena, se inventó una vida y cuando la maraña de mentiras era demasiado grande como para retenerla, se decido a decir la verdad.

No hubo enojo, no hubo molestia, cosas que él esperaba.

Pero sin duda si se perdió la confianza, se perdió la amistad. Ya no era "mi mejor amigo" ahora solo era "Una conocida" Una rata mentirosa y traicionera que por sus deseos de olvidarse de sí mismo, perdió lo único que lo hizo sentir feliz. Poco a poco su relación se fragmento hasta prácticamente desaparecer.

Las largas conversaciones ahora y apenas consistían en un "Hola"

Y una vez más, él se sumergió en su miseria.

Pero bueno, a pesar de que hubiesen llegado a más lo suyo jamás habría funcionado.

La diferencia de edad: Que sin duda él estaba dispuesto a ignorar.

La distancia: Para su mala suerte ambos vivían en puntos opuestos de un mismo continente... Pero el esperaría pacientemente para poder verla.

El género: ¡Él era un chico! Bueno... En el cuerpo de una chica pero, eso no lo hacía menos hombre.

Lamentablemente todo era idílico, eso no era un libro o una película, para su desgracia era la vida real, donde no todos obtienen un "Felices para siempre"

Y menos en su caso.

Al menos agradecía que aquel rayo de luz, aquel ángel hermoso hubiera iluminado su mundo por al menos un rato. Pero ahora, las tinieblas lucían mucho más sombrías. Antes soportaba el frio, pero ahora solo podía extrañar la calidez.

Pero, así como ella, el siguió su vida. Estuvo con otras personas, las quiso de verdad; Sin embargo, cuando estaba con esas personas se encontraba pensando en ella, en su ángel hermoso, bueno, nunca fue suyo pero... ¿Se vale fantasear, no?

En el fondo de su ser, le deseaba felicidad, que encontrara a alguien que pudiera ser todo lo que él quiso alguna vez; Alguien que pudiera protegerla y amarla de la misma manera en la que él lo desea hacer, que amara cada pequeño aspecto, cada minúsculo detalle y lo viera como la más maravillosa cualidad.

Ella era fuego.

Él era agua.

Y como buen idiota, se enamoró de ella a pesar de que era consiente que jamás podría acercársele. Ella debía de mantenerse alejada de tipos como el, que habían perdido el camino y la esperada. Basuras humanas, desperdicios de aire, seres autodestructivos.

Y mientras pensaba en ello, una lágrima traicionera recorrió su mejilla hasta delinear el mentón.

"Si tan solo supieras cuanto te amo.

Si tan solo supieras cuanto significas para mí.

Si tan solo pudieras verte a través de mis ojos...

Estoy seguro que te asombrarías ante semejan perfección"

Deseaba regresar el tiempo y enmendar las cosas.

Deseaba que ella lo odiara, pero no, ella era demasiado buena como para aquello. 

Ojala tuviera el valor suficiente como para decirle todo aquello. Pero el era un cobarde y lo que menos quería era afectarla; Si quería hacerle un bien, lo mejor era alejarse.

Dio una última calada al cigarrillo, como si al terminarlo su suplicio fuera a hacerlo de igual manera; Enjugo sus ojos y con el corazón roto solo pudo desearle la misma felicidad que ella provoco en él.

DistanciaWhere stories live. Discover now