3.

72 10 3
                                    

"¿Recuerdas cuando eras sólo un niño? Kaminari llegó a ti, y no se va a ir... Si es real, ¿Por qué no le pides que se muestre ante el doctor Joseph y ante tus padres?"

Una de mis voces me dijo eso.
No podía dormir por dos razones: No puedo dejar de pensar en la situación y Kaminari no me deja más espacio.
Sí, está durmiendo conmigo.
me abrazó y le respondí el abrazo. Se disculpó por todos los años que no estuvo conmigo.

Voltee a verlo y dormía pacíficamente. Su boca estaba entreabierta y unos pequeños y suaves ronquidos salían de ésta.

"Algún día quisiera dormir contigo, Sero —Kaminari me decía mientras colocábamos la rampa de los coches— pero tu mamá no te deja ni a so ni sombra

—Si te duermes conmigo, prométeme que me dirás lo feliz que estás en esos momentos. Quiero que me lo prometas.

—¡Te lo prometo!"

Su mano rozó mi cuerpo y al ser tocado se aferró a mí lo más que pudo. Balbuceó unas palabras que no pude descifrar.
Admito que en esos momentos me sentía de sobremanera feliz. era nuestro sueño desde los 9 años. Y ahora, 10 años después se pudo cumplir eso.

[...]

Despierto con un dolor de cuerpo entero. No puedo moverme y Kaminari no está.
Suspiro y mis voces me regañan que ya deje de creer en lo que no es.
No pude fijarme en qué momento concilié el sueño. Al momento de tratar de levantarme, unas manos se ponen en mi cadera.

—Yo te ayudo

—¿Dónde estabas?

—Estaba revisando el hogar donde vives...

Eso quiere decir que alguien más lo vio.

—¿Las personas te vieron?

—No sé...están bastante ocupadas en sus cosas que a lo mejor no notaron mi presencia.

—Necesito un favor.

[...]

Viernes, mis padres vendrían a recogerme para irme el fin de semana a casa.
El doctor Joseph dio la orden. "Su hijo ya puede ir a su casa, siempre y cuando no olviden darle su medicamento", eso dijo.
Y en verdad me pone bastante feliz esa noticia.
Desde la llegada de Kaminari, bajaron mi dosis de Zyprexa y me dejan irme del hospital el fin de semana. Eso es algo bueno.

La llegada de él hizo que mi vida diera un giro drástico para bien.
Quiero irme con mis padres ya.

Kaminari se acerca a mí por atrás y me rodea con sus brazos.— Hola... ¿Ya nos vamos?

—Aún no llegan... —razono lo que me dice— ¿Vas a venir conmigo y mis padres?

—No...voy a tomar el autobús...

—¿De qué hablamos, Kaminari?

—Te dije que cuando esté listo...y aún no lo estoy.

Bufo. Me había dicho eso y no le creí.
Veo que el carro de mis padres se acercan y cuando volteo hacia atrás ya se había ido.
El auto se detiene y me subo en él.
Empiezo a charlar con ellos y decido no contarles sobre Kaminari, sino no podría salir de nuevo nunca más.

"¿Aún crees que Kaminari es real? Deberías de tomar más medicamento.
Ese medicamento te está dejando más loco...llegarás a un punto en el que te sentirás solo por no tenernos. ¿Quieres quedarte solo? ¿QUIERES QUEDARTE SOLO?"

—¡No!

—Cariño, —mi madre me voltea a ver por el espejo— ¿Te encuentras bien?

—S-sí...perdón...

Llegamos a casa.
Mi padre ayudó a mamá a bajar las cosas del auto. Prepararían mi comida favorita.
¿Kaminari recordará esos platillos?

[...]

Al terminar de cenar, sirvo otra porción en mi plato y me dispongo a ir a mi habitación.

—¿No quieres quedarte más tiempo?

—Las pastillas me tienen mareado, así que me recostaré mientras me como el segundo plato —sonrío, no quiero verme sospechoso.

Mis padres asienten y me dejan subir a mi habitación donde esperaba encontrarme al rubio.
Abro la puerta y está demasiado oscuro. Prendo la luz y no había llegado.

"Tanto te gusta que hasta apartarse un plato de lo que solían comer juntos..."

—No me gusta...

"Oh, ¿en serio? No lo creo...porque nosotras sabemos lo que piensas...y lo que siempre estás pensando en es Kaminari..."

—Tch...deja de molestar...no me gusta.

—¿Quién no te gusta?

Kaminari sale semi desnudo de mi baño, con sólo una toalla atada a su cintura.
Lo ignoro y dejo el plato en la mesita.

—Te traigo esto...no sé si recuerdes que solíamos comerlo juntos.

—Claro que me acuerdo... ¿Cómo voy a olvidar todo lo que pasé contigo?

Su piel roza mi brazo, ya que pasó a recogerlo a una distancia no favorable para mí.
Se da la vuelta y la toalla se le cae, dejándome ver sus nalgas bien formadas.

"Estás teniendo fantasías de alguien así...vaya...está muy flacucho para ti"

La voz tenía razón en que estoy fantaseando. Pero para mí, su cuerpo era perfecto. Y verlo en ese estado me estaba poniendo los pelos de punta.








Hola!
Esto me está gustando ͡° ͜ʖ ͡° ya que todo lo que tenga que ver con psiquiatría me excita demasiado... ¡¡Y es que amo la psiquiatría!!
Nos vemos en el siguiente cap ͡° ͜ʖ ͡°͡° ͜ʖ ͡°͡° ͜ʖ ͡°

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 03, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Nuestro secretoWhere stories live. Discover now