- T O M A T E O D I O S O -
-¿Hablas enserio?-. Preguntó el O'Brien, arqueando una ceja.
-¿Por qué mentiría?-. Dijo Thomas.
Thomas había terminado de contar a Dylan todo lo que pasó durante su castigo. Él, simplemente no se lo creía.
-¿Kaya está embarazada?.- Lanzó la primera pregunta del tema.
-¡Claro que no estúpido! Es sólo un rumor.
-¿No sabes quién lo inventó?
-Según (T/n), un amigo. Pero, ella no tiene más amigos a parte de Asa, yo pienso que es él.
-Ay Thomas por favor, que él no te agrade es una cosa, pero tu odio hacia él te está haciendo pensar así, y no da.
-¿No da qué? Dylan piensa por un momento, es obvio y más que claro, que a ese perdedor le gusta (T/n), ¿Quién más podría inventar algo así?
-Tal vez Darren, él si te odia.
-Asa también me odia, Darren no me odia tanto como para inventar algo así.
-Uhm...
-¡Además! Asa es el único amigo de (T/n).- Sentenció.- ¿Y no es curioso?, ese "rumor" sólo lo sabe ella, así que sólo a ella le mintieron, y le mintió su propio "amigo".
-¿A donde quieres llegar?-. Preguntó el O'Brien.
-A qué el mentiroso es Asa.
-Bien, averiguaremos eso, ¿te parece?. Pero, mira lo positivo... ¡Tu (T/n) te volvió a hablar!
Dylan lanzó una almohada a la cara de Thomas.
-¡No hagas éso torpe!- Negó con la cabeza.- ¿Y cómo que "mi" (T/n)?, idiota no es mía...
Sonó el celular de Thomas.
-¡Uhg, ya me tiene harto!- Exclamó el rubio.
-¿Quién es?, sonó muchas veces.
-¿Quién más Dylan? ¡(T/n)!, acosándome.- Bufo, poniendo en silencio su ¡Phone.
-Ja bien que te gusta...
-¡No me gusta!
-¡Déjame terminar, idiota! Bien que te gusta que te acose, eso era lo que iba a decir, no que te gusta ella.
-Escucha Dylan, no es bonito que alguien te acose todo el día, en todas las redes sociales.- Suspiró, lanzándose a la cama.
-¿Eso es lo que no te gusta de ella?
-Lo haré fácil: una chica bonita, con lindos ojos negros y un brilloso cabello largo, te acose todo el día, cambia lo que es ella.
-¡Ohhh, Thomas!-. Los ojos del O'Brien tenían un brillo especial.- ¡(T/n) te parece bonita!
Thomas abrió exageradamente los ojos, y sus blancas mejillas se volvieron rojas.
-No lo puedo creer... Thomas.- Sonrió orgulloso.
-Cállate.
-¿Por qué no solo lo admites y ya? Te gusta (T/n), TE GUSTA.
-No me gusta (T/n), NO ME GUSTA. Tú piensas eso.- Negó con la cabeza, y a la vez su sonrojo desapareció.
-No te agrada Asa porqué sabes que tiene una oportunidad con ella, ¡todo es tan fácil!
-¡Cierra la boca Dylan! Vamos a cenar se levanto de su cama.
-¡Anda, Thomas, admítelo!
-No hay nada que admitir.
-Bueno, ya. No te molesto más, ahora si... ¿Me puedes contar qué pasó con mi borrador?-. Sonrió, esperando que Thomas la sacara de algún lugar y se la devolviera.
-Ahh...- Sonrió, nervioso.- ¿Enserio quieres saber?
-¡Obvio, era mi preferida!
-Es una larga historia... Larga y... Graciosa.
==============================
-Hasta ahora no puedo creer que mi borrador cayó en tu inodoro. ¿Quién demonios lleva un borrador al baño?-. Dijo Dylan, riendo.
-¡Sí, ya se! Pero... Cállate tonto.- Suspiró, hablar de eso siempre será incómodo para él.
Dylan asintió riendo.
==============================
-¿Sabes qué no me gustan los lunes?-. Preguntó Thomas, luego de que con su amigo cruzarán la puerta principal del colegio.
-¿Qué?
-Lo principal, por qué es lunes.- Rió, pensando que pudo trollear a Dylan.
Dylan lo miró con una cara tipo poker face, sin hacer el mínimo gestó de risa.
-Thomas, solo sirves para ser sexy, nada más.- Se burló, ahora su riendo.
-¡Cállate!
-Mira halla.- Señaló.- Tú mejor amigo.
Debajo de un árbol, se encontraba Asa, revisando su móvil.
-Ese perdedor...- Analizó un poco más la situación.- ¡Idiota, no es mi mejor amigo!-. Reclamó.
-Sigue mirando.- Ordenó el O'Brien.
Thomas mantuvo su mirada donde estaba el pelinegro. A unos metros de él, apareció (T/n), quién estaba por pasar por su lado sin siquiera dirigirle la mirada. El pelinegro la tomó de la mano, y dijo algo que no se podía escuchar a esa distancia.
-Ese idiota.- Insultó Thomas.
(T/n) se soltó de él sin decir nada, o eso parecía, ya que no movió los labios para nada. La pelinegra movió sus ojos hasta donde estaban Thomas y Dylan, sonrió.
-¡Thomas...- Gritó, pero se calló.
Asa apareció abranzandola por atrás, y parecía que estaba por llorar. Traía la cara roja. El pelinegro, al parecer, no quería que ella lo dejará, y persisitio.
-¿Qué hace ese... Tomate odioso?-. Preguntó Thomas, con molestia, y cerrando los puños.
-¿Te molesta, no? Que la abrace, y más aún, que no la deje venir donde ti.- Sonrió.- Thomas, te gusta.
-Nada de lo que dices es cierto, me molesta él, es tan... Odioso.- Mascullo, y caminó hacia quién sabe donde, manteniendo sus puños cerrados.