Pequeña muestra.

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HEY, AVISOS PARA ESTE CAPÍTULO.

1 - CONTENIDO HOT.

2 - POR FAVOR, SI USTED NO SE SIENTE A GUSTO LEYENDO, NO LEA. EVITE COMENTARIOS INNECESARIOS.

ESO ES TODO.

xxx

A pesar de haber quedado de ver a Camila al día siguiente después de su clase, en el instante en que la vi cerrando la puerta del edificio y desapareciendo de mi vista, ya quería retractarme en mi respuesta de no acompañarla hacia dentro del apartamento.

Aproveché la tarde libre y fui a resolver algunas cosas personales que venía retrasando desde hace semanas, como una pequeña reunión con mi contador y mi abogado sobre la compra de una nueva casa en el campo, esta vez, cansada de ir a la playa todas las vacaciones o de vacaciones prolongadas. Quería un lugar sólo mío, sin tener que quedarme en el hotel cada vez que decidiera ir a algún punto rural sólo para respirar aire puro y cabalgar.

Sin querer, me vi en mi nueva casa al lado de Camila, las dos acostadas en el sofá frente a la chimenea después de pasar la tarde caminando o nadando en un lago.

Era tonto pensar en esas cosas cuando obviamente viajar con ella sería algo imposible de ser hecho, pero pensar en ella ese día fue algo más fuerte que yo. A cada momento en que mi mente se desocupaba de alguna tarea, me tomaba pensando en ella, en su risa dulce, en sus ojos expresivos. E intentaba a toda costa evitar que esos pensamientos se desviaban para cuánto su boca era deliciosa, o cuánto sus gemidos parecían música. O incluso en cuán empapada ella se quedó con mis dedos tocándole.

Hasta Diana se dio cuenta de que estaba un poco dispersada ese día. Y sólo para desviar su atención del verdadero motivo de mi falta de atención, anuncié durante la cena mi decisión de comprar una casa en el campo, diciendo sólo que no podía elegir entre las opciones que tenía. Ella se quedó contenta con la noticia, para alguien que no le gustaba quedarse más de dos días lejos de la sociedad, y prometió ayudarme con la elección que yo le enviara las fotos por correo electrónico.

Al final de la noche, cuando Diana subió a dormir, yo no le acompañé, todavía usando el pretexto de escoger pronto la casa, diciendo que tenía plazo para presentar la propuesta de compra. De hecho, quería ver las fotos con más atención, pero tampoco quería ir a la cama con ella aquella noche. Mi amor por ella no había disminuido, pero un poco de peso en la conciencia me impidió subir las escaleras a su lado y seguir la rutina diaria antes de dormir. Por eso, después que ella se fue a la habitación, me encerré en mi oficina, empezando a ver las fotos después de servirme una dosis de whisky.

Ya pasaba de una de la mañana cuando finalmente decidí por una de las casas, después de innumerables anotaciones y de pensar los pros y contras de cada una. La única desventaja de la casa de campo que elegí era el hecho de no haber establo, aunque el espacio para construir uno no era un problema.

Por lo demás, era perfecta.

He enviado un e-mail para que mi abogado de inicio a los trámites de la compra y sólo entonces apagué el ordenador. Y como había sucedido durante todo aquel día, tan pronto como mi mente desocupó de la tarea, fue en Camila en quien pensé.

Esta vez por estar en casa y sola, me dejé pensar en cualquier cosa, no importando cuando mi miembro empezó a dar señal de vida al recordar su cuerpo contorsionando contra mi mano en busca de más placer. Lancé una mirada al reloj digital sobre la mesa mientras me estiraba en la silla de cuero y ya estaba levantándome cuando mi mirada cayó en mi celular sobre la mesa.

El número de Camila estaba en él ahora. Yo podría hablar con ella cuando lo necesitara. Y aún siendo una locura llamar a esa hora, yo quería hablar con ella ahora.

7 Minutos En El Paraíso (TRADUCCIÓN) *CAMREN*Where stories live. Discover now