P R Ó L O G O

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La sociedad de superhumanos que está conformada con un 80% de superhumanos y el 20% que no poseía Quirk alguno, desde que el mundo dió su siguiente paso en la escalera de la evolución, el significado de ser un héroe y un villano fue más que clara, las fantasías de muchos escritores y las situaciones sacadas de cómics se volvió una realidad. Donde ser un héroe y llegar a ser el número uno, lo era todo.

Kaminari Denki había visto de antemano como era la realidad desde su nacimiento, él tenía muy en claro que era un héroe y que era un villano, fijándose que la línea que los separaba era delgada, como una telaraña, dos caras de la misma moneda.

Su poder era destructivo y con un gran potencial si se sabía usar bien, eran las palabras de Aizawa, tratando de conseguir que él se empeñara en superarse así mismo.

El entrenamiento de ese día no dejaba de molestar al estudiante quien hacia fila para pagar las cosas que su madre le había pedido, a regañadientes pues se había tomado todo el camino desde los dormitorios de la UA hasta su casa para que ella lo mandara al mandado, era en sus palabras frustrante.

Denki solo quería echarse en el sofá con un montón de chetos viendo caricaturas infantiles. Cosa que no podía hacer en los dormitorios por las quejas de Iida.

—Siguiente — habló el anciano que atendía la caja, bien se había perdido en sus pensamientos otra vez, era su turno.

—¡Ah! Sí, claro

El pitido de la máquina checando los precios aburría al joven Kaminari, que comenzó a bajar y subir el pie, recordando el incidente de los baños termales por la lujuria de Mineta y el pequeño Kota. Él si quería ver a las chicas siendo franco, no se arrepiente de esos pensamientos.

—Serían 5000 yenes, joven— la amable sonrisa del anciano con la bolsa, hizo que Denki le correspondiera la sonrisa, sacando el dinero—Muchas gracias por su compra

Él salió de la tienda despidiéndose con la mano del señor.

Soltó un pesado suspiro.

—Y que hoy se estrenaba el nuevo episodio de Boku no Hero

Continúo con su camino, quejándose de ves en cuando de cosas sin importancia o planeando a quien jugarle una broma telefónica ese fin de semana en casa. Tal vez al inocente de Midoriya Izuku.

Reviso su teléfono, viendo que eran las seis de la tarde.

En el camino nunca dejo de sentirse observado, tal vez con tantos ataques de villanos a la UA le estaba volviendo paranoico o era que había tomado el camino más oscuro hacia su hogar. Eso creía hasta que escucho algo metálico cayéndose.

Espera, pensó Kaminari volteando viendo a un adulto vestido completamente de negro, de la altura de su compañero Todoroki, bueno eso no importaba, la cosa era que estaba muy cerca suyo.

—Tu dinero y todo lo que traigas encima— ordenó el ladrón, Denki dió un respiro de alivio, confundiendo a su atacante.

—Dios, pensaba que eras uno de los tipos del campamento o del USJ— sonrió levemente aún sin hacerle caso a la situación en la que se encontraba, el hombre frunció el seño, poniendo sus manos alrededor del cuello del rubio.

—Lo que traigas ¡ahora!

El estudiante de reojo vio que estas brillaban, Denki abrió sus ojos al caer en cuenta que aquel hombre estaba utilizando su Quirk en él.

Bien, Denki pagaría con la misma carta, sabiendo que no podía llegar a su límite con un solo hombre.

Concentró toda su electricidad en el cuello, haciendo que el adulto soltase un quejido seguido de un grito. Dirigió su poder en el cuerpo de su atacante, sin embargo los postes de alumbrado público hicieron cortocircuito, los voltios de los focos ahora estaban en su cuerpo, dentro de él recorriendo cada fibra de su ser.

Abrumado, desactivo su Quirk con el hombre al lado suyo, que gracias al cielo estaba desmayado.

—¿Por qué? ¿Qué estoy haciendo? — preguntó al aire sintiendo los escalofríos en su sistema nervioso.

Ahora se recorrió por completo, tocándose todo, al recordar que el ladrón le había hecho algo, aunque no sabía que. Al no encontrar nada, en seguida llamo a la policía.

[•••]

—Así que nada pasó, en realidad— aclaró el oficial que tomaba el testimonio de Kaminari, él asintió en respuesta.

La comisaría de ese distrito era moderna, y blanca también, viendo como los oficiales iban de un lado al otro con los Pro héroes, registrando la captura de tipos malos o villanos.

—Ya sabe, este tipo andaba de acosador pidiéndome que le entregará el dinero, comenzó a ahorcarme y utilicé mi Quirk en él. No hay problema ¿Verdad?— Kaminari entró en pánico— ¿¡Verdad!? Si lo hay Aizawa-sensei me matará, y mi madre me dará una ronda de chancla-

El oficial lo interrumpió con una carcajada, levantándose de la silla del escritorio con el testimonio a un lado.

—Chico, fue en defensa propia, estás exagerando mucho.

Denki respiro libremente, el oficial le dió palmadas el la cabeza.

—Te escoltaremos a tu casa, muchacho, le explicaremos a tus padres lo que paso.

[•••]

Después de unos abrazos de sus padres acompañado de un pequeño discurso por parte de su padre acerca de lo descuidado que fue y despedir a los policías, al fin pudo recostar en su cama.

Al caer en brazos de Morfeo, la palabra descanso y su significado, se fue al caño.

Kaminari fue atrapado en un cuarto oscuro con solo una rendija por donde se filtraba el Sol, con el chirriante sonido de sus dientes castañeando del frío, el aire calcinando sus pulmones haciendo que respirara lento y sus ojos no veían más que oscuridad.

Una oscuridad que lo aterraba, esta lo sofocaba, como el repugnante familiar olor de la habitación. No podía creerlo, estaba de vuelta ahí, estaba en ese lugar.

—¡No! ¡Déjenme salir de aquí!

Las pisadas hacia la habitación resonaron en el vacío escenario, el rubio eléctrico vio aterrado la sombra de las piernas a través de la rendija. El sonido del seguro que mantenía cerrada la habitación, siendo desactivada.

—¿Sabes porque estás aquí? Mocoso insolente— la profunda voz aumentó los espamos en el cuerpo de Denki, no lo aguantaría, se desmayaría del miedo, la puerta se abrió cegandolo por momentos.

Ahí despertó, inhaló una gran bocanada de aire levantándose de su cama rápidamente cubierto de sudor y unas cuantas lágrimas recorriendo su rostro.

—S-S-Solo fue un sueño— se aferró a sus sábanas — Estoy bien

Kaminari estaba a salvó, dejo que la seguridad que transmitía su cuarto se filtrara en sus sentidos repitiéndose que estaba bien. Volteo mirando la hora que era.

4:10 a.m.

Era lunes por la mañana, tembloroso se preparó para ir a la UA, sabiendo que no sería capaz de conciliar el sueño de nuevo.

Apenas comenzaba su rendición.

Lazos de Sangre | Kaminari DenkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora