T1 | Capítulo 12

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El sonido de la bocina de un auto transitando en la vía me sacó de mis pensamientos. Yoon Gi y yo caminábamos por la acera junto a una de las vías principales. Los locales a un lado aún seguían iluminados, las personas salían y entraban con grandes sonrisas ajenas a lo que sucedía a nuestro alrededor. Conocía el camino perfectamente pues era el que siempre tomaba para regresar a casa pero esa vez era diferente, primero, porque Yoon Gi era quien guiaba en el camino, y segundo, no había podido apartar la mirada de nuestras manos entrelazadas en todo momento.

— Yoon Gi. —Él solo emitió un leve sonido para hacerme saber que me estaba escuchando, a pesar de estar más concentrado en las direcciones que en cualquier otra cosa. — ¿A dónde vamos?

— A tu casa... —Respondió haciendo esa famosa sonrisa suya, curvando apenas la comisura de sus labios. — Te lo dije, te llevaría a casa.

— Si, eso lo sé pero... ¿Cómo es que sabes dónde queda mi casa? —Pregunté haciendo que el chico se detuviera en seco. Se giró para mirarme y rascó su nuca, lucía adorablemente apenado.

— Ah. Leí tu hoja de vida. —Seguramente fue mi expresión de póker lo que lo hizo reír. — ¿Qué, esperabas que no lo hiciera? Eras la mujer que iba a pasar la mayor parte del día detrás de mí ofreciéndome café, es demasiado obvio que leería tu hoja de vida para asegurarme de que no fueras alguna extraña, loca... ¿Quién sabe? —Agregó encogiéndose de hombros.

— Si, lo entiendo... Pero no tenías que memorizarla. — Estaba perpleja. — Además, no necesitas leer mi hoja de vida para ver si soy una loca o algo parecido, eso no lo dice.

— Claro que no, de eso me di cuenta yo solo... —Dijo con suficiencia, claramente se estaba burlando de mí. — Pero tranquila, no me burlare ahora que sé que tus calificaciones en la escuela no fueron tan buenas... — ¡Maldición! No podía con esa sonrisa en su rostro.

— ¡Ya! —Me quejé frunciendo el ceño. — Puedo apostar cualquier cosa, de que tus calificaciones no eran mejores que las mías. —Esta vez fui yo la que soltó su mano solo para cruzarme de brazos.

— Mmm... ¿Estás segura? ¿Quieres apostar? —Me retó.

— Claro que no. Tú ya has visto mis calificaciones, sería una tonta que apostará contigo. —Me excusé, parecía divertirse con cada una de mis reacciones.

— Acabas de decir que estabas segura de que las mías eran peores. —Continuó, haciéndome una seña para que siguiera caminando a su lado. — Me sorprendes Abril, ¿No eres capaz con una simple apuesta? Vamos... Si estas tan segura, hazlo. Te daré lo que quieras.

— ¿Lo que quiera? —Mis ojos se iluminaron a pesar de que sabía que era una trampa. Yoon Gi no apostaría de saber que no ganaría. Con esta apuesta estaba cavando mi propia tumba.

— Lo que quieras, te lo daré si me ganas... —Su sonrisa era perfecta — Pero te juro que te mataré si me pides un apartamento o algo parecido. Él mocoso de Jungkook ya le hizo esto a Jimin.

— Quiero la contraseña del "Genius Lab" —Dije sin pensarlo. Él me miró sorprendido pero su mirada no se borró en ningún momento.

— Muy bien... — Mierda... Que aceptara tan fácilmente significaba que ya había perdido. — Y yo quiero un pase libre de masajes, cuando yo quiera. —Ahí estaba de nuevo mi cara de póker.

— ¿Qué?

— Si, masajes... Me darás un cupo de seis masajes. Te recomiendo que lleves contigo crema humectante todo el tiempo. Porque podría pedírlo en cualquier momento.

— Debes estar bromeando. ¿Por qué? Tienes una silla que hace masajes y estoy segura de que es costosa ya que la busqué en internet. —Eso lo hizo reír de nuevo. Me gustaba verlo de esa manera, tranquilo y divirtiéndose, conmigo.

Somos una mentira | Min Yoon GiWhere stories live. Discover now