Heartbroken | 2jae

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—¿¡Estas diciéndome que mañana cumples un año con Jaebum y no le has preparado ningún regalo!?

—¡Tampoco lo digas de esa forma! —respondió a Jackson bastante angustiado— ¡Solamente me haces sentir peor de lo que ya lo hago!

—¡Por dios! ¡Choi Youngjae, eres el peor novio del mundo!

El menor al escuchar esas palabras abrió los ojos con sorpresa para en seguida bajar la mirada al suelo con tristeza. ¿Y si tenía razón?

Ambos chicos se encontraban en el gimnasio de la universidad a la que ambos asistían. En ese momento por fortuna se encontraba vacía, eso les dio paso para poder conversar con tranquilidad. Habían quedado para pasar el rato después del entrenamiento de Jackson, Youngjae necesitaba algunos consejos, pero no se esperaba que el rubio reaccionara de esa forma, y mucho menos que fuera tan duro con él.

Por otro lado, Jackson al principio intentó contener la risa, pero en cuanto se percató de que la mirada lastimosa de su amigo era genuina dejó de lado sus tonterías y con un semblante ya serio acortó un poco la distancia que los separaba en las gradas, tomó su mentón con delicadeza y levantó su rostro, obligándolo a mirarlo.

—Vamos Youngjae, era solo una broma —el más pequeño hizo esa expresión con un ligero puchero y el ceño fruncido que siempre le indicaba a sus amigos "eso no me pareció gracioso"— Le estas dando mucha importancia a esto. Solo es un año, y ustedes nunca han sido el tipo de pareja que festeja esas fechas, no necesitas un gran detalle.

El castaño pareció perder la paciencia por un momento —¡Pero el problema es que ni siquiera tengo un pequeño detalle!

Jackson suspiró con fuerza mientras masajeaba la parte de atrás de su cuello ¿Por qué rayos tenía amigos tan dramáticos? Tendría que conseguirse unos nuevos.

—Mira, Youngjae, no quiero que te molestes, pero en verdad el entrenamiento me dejó exhausto ¿Por qué no hablamos de cualquier otra cosa sin importancia? Quisiera relajarme un poco.

Su amigo asintió apenado —Lo siento, venía muy centrado en mi mismo ¿Qué tal estuvo tu día, Jackson?

La sonrisa en su rostro no se hizo esperar —Eso está mucho mejor. Me fue bastante bien, a excepción de...

Ambos chicos continuaron conversando animosamente durante los siguientes minutos, poniéndose al corriente el uno del otro. Así pasó casi una hora.

Tan sumidos estaban en la conversación que, a pesar del silencio abrumador que en esos momentos del día inundaba al gimnasio, ninguno de los dos notó las voces tan estruendosas, y la acalorada discusión que se iba acercando rápidamente al lugar, hasta que la puerta fue azotada con fuerza y Bambam entró por ella.

—¡Ya deja de seguirme, con un carajo! ¿¡Y lo ves!? ¡Te dije que estarían aquí!

—¡Si, claro! —respondió Yugyeom siguiendo sus pasos de cerca y con cara de pocos amigos— ¡Se me olvidaba que el rey siempre tiene la razón! ¡Disculpe, su majestad! —terminó haciendo una reverencia exagerada a propósito.

—¡Hasta que aceptas tu lugar, idiota!

Los chicos que ya se encontraban allí se quedaron pasmados viéndolos e intercambiaron una mirada confundida. Ellos dos no solían pelear, ¿Qué rayos había pasado?

Bambam aun furioso fue con grandes pasos y una mirada fastidiada hasta donde se encontraban ellos.

—¡YOUNGJAE!

—¿¡Ahora yo qué hice!?

Por la mirada que le dirigía su amigo no pudo inferir otra cosa más que fuera a matarlo muy dolorosamente justo en ese momento, así que en cuanto lo escuchó gritar su nombre corrió a esconderse detrás de Jackson. Bambam palmeó su frente ante su reacción.