Capítulo III

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Wilhem me tenia acorralada, la pared estaba detrás de mi y a mi lado estaba el librero que tenía en mi habitación, no escuchaba nada de lo que abajo sucedía ya que en lo único que podía concentrarme era en nuestros cuerpos demasiado juntos, su respiración se mezclaba con la mía pero el no tenía su atención en mi, parecía estar demasiado concentrado escuchando lo más que podía de lo que abajo sucedía.

Unos segundos después sus facciones se relajaron y soltó la respiración en forma de alivio, quise hablarle pero volteó su cara a donde me encontraba y grave error, nuestras caras estaban a milímetros y por primera vez quise hacer algo de lo que estaba segura, nunca me arrepentiría.

Pegué mis labios a los suyos y no sabía que más hacer, jamás en mi vida había dado mi primer beso y cuando creí que el no iba a hacer nada, movió sus labios y le seguí la corriente, mis manos fueron a dar a su cuello y las suyas estaban en mi cintura, se sentía mágico y especial.

Un carraspeo nos trajo de vuelta a la realidad...

—No quiero ni imaginar lo que habría pasado si por esa puerta hubiese entrado tu padre Cora— rió y solo entonces fui consciente del teléfono en sus manos —Más fotos para su álbum, creo que deberían tener más cuidado, los dejo solos— Y salió, cerrando la puerta pero volvió a entrar —...Y Wilhem, todo esta bajo control, creemos que seguirá todo tranquilo esta semana por lo que podrías disimular un poco más— Y con eso si salió y cerro la puerta, Wilhem y yo solo nos vimos y comenzamos a reír, ninguno dijo nada y aunque la sonrisa en mi cara no se quitara, por dentro solo quería llorar cuando él actuó el resto del día como si nada hubiese pasado.

∞∞∞∞

Acabábamos de cenar y Charles venia en camino, mis papás habían salido y era probable que no volvieran, tenían que ir a la universidad ya que como eran investigadores en la misma área había surgido un problema en unos de los laboratorios por lo que tenían que estar allí.

∞∞∞∞

Estaba haciendo palomitas junto a Dandelion que preparaba chocolate caliente porque según ella hacia demasiado frío y por lo general se la pasaba en lugares de clima cálido.

Los chicos estaban eligiendo las películas que miraríamos y Charles estaba por llegar, según lo que me había dicho en la última llamada que habíamos tenido.

El timbre sonó y segundos después el sonido de la puerta abriéndose y las voces de Charles y Wilhem seguramente, saludándose.

Salí de la cocina con un bol gigante de palomitas y dandelion con un termo de chocolate ya que era la única que quería tomarlo y fue que cuando creí que la noche iría normal todo fue caos...

—¡Tú!— gritó Charles, señalando a Dandelion —Me mentiste...

—¿Yo?, déjame refrescarte la memoria... ¡Lucas!— gritó esto último —Porque ese es tu nombre, ¿verdad?... ¡Charles!

—Y eso que, solo cambié un poco mi nombre pero que me dices tú...— dijo mirándola a los ojos —Lo siento pero no podemos continuar, mi enfermedad está avanzando y lo más probable es que no pueda sobrevivir a lo que queda del verano...— y entonces pude darme cuenta de algo, Charles no me había dicho algo sobre esto —¿Sabes cuanto tiempo lo pase mal? Ni siquiera salía de casa, mis padres querían llevarme con un psicólogo por no saber la razón de mi decaída, ni siquiera Cora sabe algo y...

—¡Lo siento! Lo siento demasiado pero no ha sido fácil para mi vivir así, se que te mentí pero no puedo decirte la razón por la cual fue así, perdóname...

En cada estación © (Bilogía Estaciones #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora