◌✰್ 𝐌𝐀𝐗𝐈𝐍𝐄.
❝Una ventaja de ser un perdedor, es que no tienes nada que perder❞
Maxine Baudelaire es una guerrera Lyoko desde el principio.
Así que, a pesar de que Max pasó una vida dura no tarda en ayudar al rarito de su clase, Jeremy Belpois...
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MAXINE BAUDELAIRE ESTABA EN LA MÁQUINA EXPENDEDORA DEL CAMPUS DE LA ACADEMIA junto a Ulrich y Odd, mientras se re-leía Una Habitación Propia de Virginia Woolf. Fue el primer libro que le hizo cuestionarse muchas cosas, aunque no fue el primer libro que leyó de ese tipo.
—¡Agh! —se quejó Odd—. ¿Qué le pasa al chocolate caliente? Sabe a calcetines sudados y zapatillas viejas.
—Vaya gourmet... —rió Ulrich.
—¡Hey, Ulrich, yuju!
Max escondió su cara en el libro al oír la impertinente voz de Sissi Delmas.
—Lo que faltaba, tu club de fans —le dijo Odd a Ulrich—. ¿Lo quieres? —Odd le tendió el chocolate asqueroso a Max.
—Claro —tomó el vaso, pensando en dárselo a alguien que le cayera mal.
Apareció Sissi pasando por delante de Max moviendo su pelo, el cual le dio en la cara e hizo que a Max se le metiera en la boca. La peliazul puso una mueca de asco y Odd se rió.
—Vaya, que solito estás, ¿Yumi te ha abandonado? —le preguntó Sissi a Ulrich.
—¿Está solito estando con nosotros dos? —susurró Max.
—Sí, como tu cerebro, que te abandonó hace mucho tiempo —bromeó Odd.
Ulrich soltó una risa y Sissi lo miró mal. Alguien llamó al teléfono de Ulrich, así que éste lo cogió, y Sissi, mientras, fue hacia la máquina expendedora para pedirse algo.
—Te recomiendo el chocolate caliente, te doy mi palabra —le dijo Odd a Sissi.
—Toma, te doy el mío, no tengo sed —le dijo Max inocentemente, entregándole el vaso de Odd a Sissi. La pelinegra lo aceptó sin confiarse mucho.
—¿¡Qué?! —gritó de repente Ulrich, con el teléfono en la oreja.
Mientras Max le preguntaba qué pasaba, Sissi escupió el chocolate.
