park jimin, un estudiante que tenia un estatus económico bajo y que tenía una madre con deudas por do quier, se pone en acción cuando empieza a pensar en su futuro. el en busca de poder pagar y ahorrar recurre a cualquier trabajo; limpiador de baños...
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-- Kookie-hyung! ¡esta sonando el intercomunicador! --Hoseok tocó la puerta de su hermano, esperando a que este atendiera, ya que era sábado y ninguno de los empleados se encontraba en casa para que pudieran atender.
Al no obtener respuesta, este decidió abrir la puerta de la habitación, con una una sonrisa en la boca estaba listo para correr hacia la cama de su hermano y hacer gritadera. Pero una escena en el cuarto, o para ser mas específicos en la cama, hizo que cambiara su expresión.
Dos cuerpos, uno mas ancho y mas grande cual claramente se sabia de quien era, y otra mas pequeña, eran las que figuraban.
-- De nuevo... -- dijo susurrando Hoseok, con un poco de molestia al ver que ya ni siquiera esto lo enfurecia, sino que hasta ya parecía acostumbrarse.
El sonido del intercomunicador interrumpieron sus pensamientos, y para despejarse de esto cerro la puerta de un portazo.
Bajo rápidamente las escaleras para ir directamente a la puerta con intención de abrir las rejas que se encontraban después. Pues, no se encontraban ni los empleados, ni su hermano para decirle algo.
Al abrir la puerta de su casa, vio en la entrada una figura, y forzando una sonrisa alzó su brazo para saludar a Jimin, ya que lo reconoció inmediatamente. Corrió hasta llegar a las rejas y dejarle pasar al rubio, dedicándole una sonrisa ya mas calmada.
-- ¡Jimin! ¡Ya viniste para cuidarme! --lo abrazo sintiéndose mejor de alguna manera-- Mamá y papá se fueron ayer, sabes estoy un poco triste aún, ¡pero ahora tengo a alguien con quien jugar!
Jimin, un poco aturdido con el abrazo, intento recibir toda la información que le estaba llegando, alejando los pensamientos que tenia sobre por qué lo estaban tocando.
Los dos chicos caminaron hasta llegar a la puerta de la casa, pero..
-- Ay caray... --el rostro de Hoseok se volvio rojo de repente.
Jimin solo lo observo, viendo como trataba de empujar la puerta de la casa para entrar de una vez por todas. Y ahí es cuando recién cayó en cuenta de que..
-- No me digas de que quieres ir al baño y te acordaste de que se te acabo el papel de la casa --dijo Jimin según su análisis.
-- ¡Qué?! ¡¡No!! -- exclamó el menor aun mas avergonzado -- ¡Lo que pasa es que cerré la puerta de la casa y no tengo llave!
Y todo quedo muy silencioso de repente, dejando a Hobi con la mirada perdida por la tremenda pena que tenian, y a Jimin con la mirada perdida por la indignacion.
¡Oh dios, que estaré pagando!, se dijo Jimin para si mismo, aunque pensandolo mejor; Bueno,lo más probable es que este pagando la deuda de la señora Juana, pues quien no, con ese alquiler...
-- Mocoso, ¿sabes que ahora no podemos entrar, no? -- la sonrisa sancarrona de Jimin, hizo que Hoseok mirara hasta sus pies y jugara con sus dedos debido a la vergüenza.
El rubio ladeo la cabeza, pensado si acaso era esto alguna obra del destino, o era que le querían dar una buena broma. Definitivamente no fue buena idea venir.
-- ¡¡No pienses en alto Jimin!! -- le llamó la atención el pequeño Hobi, con un tono que el otro no soporto -- ¡¡Y sí fue buena idea venir!!
-- Aaahhh, basta, odio cuando gritas, ¿no te han dicho que tienes un tono de voz realmente irritable? -- dijo mientras se masajeaba el oído.
Pero Hoseok, lejos de sentirse ofendido, sonrió -- ¡¡¿No te gusta cuando grito!!? ¡¡¿Cómo?!! ¡¡¿Asiiiiiiii!!?
Y de repente Hoseok empezó a saltar al rededor de Jimin; que estaba tapándose los oídos por todo el escándalo que estaba haciendo, que hasta los perros de los vecinos empezaron a ladrar por la bulla. El niño empezaba a divertirse, no solo por ver la cara de sufrimiento y fulminante de su hyung, si no que, hace un tiempo que no se divertía realmente.
Y por alguna razón, Jimin empezó a reír también.
Así que agarro del brazo al menor, y lo abrazo por la espalda, tratando de que estuviera quieto y tranquilo, pero este no paraba de reír.
-- ¿Que esta pasando aqui? --una voz tercera se escucho en el lugar, haciendo que los chicos se callaran y miraran a Jungkook en la puerta principal, todavía con pillama, mirándolos fijamente-- ¿Jimin? ¿Que haces con Hoseok? No recuerdo haber llamarte..
Jimin trago duro y recupero su conpostura, dejando de abrazar a Hoseok.
-- Yo le dije a Jimin que viniera hyung.. --Hoseok interrumpio a Jimin, explicandolo.
-- ¿Con el permiso de quien? No me comentaste nada sobre esto Jeon Hoseok --ahora si Jimin juraba que estaba sintiendo un terror, el rostro de Jungkook tenía un semblante duro y demandante con el menor, ya estaba por dar por perdido este trabajo.
-- Mamá, me lo autorizo, yo le conté que quería que contraten a Jimin, tengo la autorización --el menor, con mucha confianza, respondió a sus hermano sin titubear, lo que causo impresión en los dos chicos, y mas para el rubio ya que no había visto antes esta etapa de Hoseok.
-- Hoseok...
-- Hyung, mamá te dejo la autorización en tu habitación antes de irse.
Jimin, con un poco de incomodidad por lo tensos que estaban, decidió que irse era lo mejor, sin embargo antes de decir cualquier palabra el menor lo interrumpio.
-- Jimin hyung se va a quedar, y tengo que darle su contrato que papá dejo en la mesa -- Hoseok agarro a Jimin de la mano mientras hacia que ambos se adentraran en la casa.
"oOk, Jungkook me va a odiar... mierda :)" se dijo a si mismo el rubio, sintiendo como Kook por su parte le atravesaba con su mirada mil cuchillos. Uf, ok, muy exagerado, pero Jimin ya sentía dolor.
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De paso les invito a pasarse por una nueva historia que acabo de publicar ayer, "no creo en los fantasmas; jihope", espero que les guste el primer cap!!
