Capítulo 5: Tarro de azúcar

6.1K 763 271
                                    

La botella de refresco en material plástico, es girada por primera vez dentro y en medio del círculo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La botella de refresco en material plástico, es girada por primera vez dentro y en medio del círculo. Esta se detiene frente a una chica a la que nunca había visto en mi vida, es un chico de cabello abundante y largo. Incluso más brillante que el mío. Ambos deciden darse un beso que dura apenas el minuto. La chica toma color en su cara pero no hace más nada de lo que acaba de suceder. A medida que los presentes toman la misma botella para darle vuelta una y otra vez, las palmas de mis manos se van llenando de sudor. Si de algo estoy segura, es de que no me tocará besar a Nick, puesto a que lo tengo a mi lado, cabe la probabilidad del dos por cierto en que pueda besarlo en este juego.

Una chica de complexión robusta es la siguiente en dar vuelta, la tapa blanca va en dirección a Brad y el otro extremo a Dillion. Veo que lo ha conseguido, no es ninguna casualidad que se haya puesto al frente de él. Mi primo me voltea a ver con las pupilas pequeñas y apretando su mandíbula. Abro mi boca de donde no sale ninguna palabra.

—Creo que es bastante claro, ¿no? —Dillion mira a su alrededor con una sonrisa pícara. Me voltea a ver con una mirada que quisiera quitarle de un solo golpe.

—Yo no creo que sea buena idea —se acomoda Brad sobre su lugar. Él a su vez voltea a ver una chica que está a unos cuantos lugares de él. Ella sonríe pero su rostro no resume otra cosa que tranquilidad.

¿Será que esa chica le gusta?

Dillion se acerca gateando de manera peligrosa a donde está Brad. Él se echa hacia atrás literalmente. Ahí me interpongo en su camino.

—No le has preguntado si quiere beso o si quiere los siete minutos en el paraíso.

Me fulmina con la mirada a ojos entrecerrados. Ignoro a los susurros que reparten los demás invitados. La mayoría tiene puesta la vista sobre nosotros.

—Pero él no se ha negado a un beso —se sienta en medio del círculo, donde se supone y va la botella. Hace una pausa y vuelve a sonreír—. ¿Será que tú lo quieres besar a él?

Si tuviera bebida o comida dentro de mi boca ya la hubiera arrojado directo a su cara. Me atraganto con mi saliva y Nick me ayuda a pasarla con unos golpes a mi espalda.

—No, no —manoteo al aire, viendo que todos me miran esperando respuesta—, sólo estoy recordando las reglas del juego.

—Muchas gracias por hacerlo —responde con ironía—. Brad, ¿quieres beso o quieres estar en el paraíso?

—El paraíso, andando —se levanta de golpe como su respuesta y la jala con una gran fuerza que puedo sentir su agarre. Van directo a un cuarto que está cerca del baño. Se encierran y no queda más que silencio.









Primos en la escuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora