P-a-r-t-e 1

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Observé al público presente, todos sus ojos sobre mí pero sin verme. Tan vacías eran sus miradas que no había necesidad de preguntarles, nadie quería estar sentado en aquellas butacas del auditorio. Era obligatorio para todos los alumnos asistir, tenían un punto extra en su examen parcial. La escuela a la que asistía era una vez más organizadora de la competencia regional de deletreo. Habían sido los organizadores desde que entré a la secundaria porque siempre se hacía el concurso en el colegio ganador.

Por ello estaba aquí, en frente de todos sosteniendo el micrófono con mis manos temblorosas. Había hecho esto tantas veces, pero seguía sin acostumbrarme.

Toda mi vida había sentido envidia, en el buen sentido de la palabra, por mis hermanos. Baekhyun y Minseok eran el centro de atención a donde fueran. Ellos dos tan bellos, hermosos, exóticos. De facciones perfectas y cuerpo escultural. El mayor, Minseok, se caracterizaba por sus hermosos ojos sin párpados, su mirada parecía la de un felino y junto a su sonrisa derretía hasta el más duro. Todos decían que era tierno, no había duda de ello, pero tenía la facilidad de ser sexy y tierno cuando quería. ¿Quién podía ignorar ello? Nadie. Estaba en el último año y había sido admitido en la universidad que deseaba. Ahora, sentado en la primera fila su cabello azúl relucía tanto como su presencia, a su lado estaba mi otro hermano, el de centro, su cabello rubio combinaba bien con el de Minseok. Estaba usando maquillaje ligero, el delineado que usaba hoy lo hacía ver inocente. Sus pestañas tan largas se sacudían mientras miraban detrás de mí, no me atreví a girar porque suponía que andaba coqueteando con un chico que vino por la competencia. Vestía sus  pantalones azules favoritos con una playera que se ajustaba a su delgado cuerpo. Baekhyun era muy conocido en la escuela y no sólo por su belleza, sino también porque era bueno en los deportes, su popularidad había disparado cuando lo escogieron como presidente estudiantil.

Comparándome con mis hermanos, yo no era nadie. Era el chico listo de la casa. Mamá me apretaba las mejillas hasta que me enojara, decía que eran las únicas mejillas que quedaban de entre sus hijos porque Minseok desde que tenía 11 decidió hacer dieta y ejercicio, dejó atrás su complexión de "gordito" pues había bastado las burlas de sus compañeros para herirlo. Ahora se veía muy bien los resultados. Baekhyun y Minseok eran el mejor cuerpo de la escuela, hombres y mujeres podían afirmar ello.

—Participante número 26 —me distrajo la profesora a cargo de la competencia —, por favor deletrea la palabra "idiosincrasia".

Respire un segundo antes de responder. Vi hacia el techo ignorando la mirada de la mitad de la escuela.

—I-d-i-o-s-i-n-c-r-a-s-i-a. Idiosincrasia —repetí.

Escuché los aplausos forzosos de los alumnos. Regresé y tome asiento junto a los otros competidores. Odiaba estar aquí como cada año. Jugué con mis dedos esperando otra vez mi turno. Este tipo de concursos se los dejaba a los niños menores de ocho, ¿Por qué tenía que hacerlo ahora ya estaba grande?

Pasó un poco más de una hora mientras uno a uno los competidores se eliminaban. Sabía que tenía que ganar, por una vez quise fallar, tal vez así la próxima vez no tendría que estar sentado aquí con todos los de la escuela observándome con molestia por obligarlos a asistir.  En el receso para la ronda final la profesora Hang se acercó para felicitarme. Baekhyun y Minseok habían comprado soda para los tres. Lucían orgullosos, su apoyo siempre había estado para mí.
No podía decepcionarlos.

—Quiero ver otra vez la medalla de primer puesto colgando en tu cuello como regalo de cumpleaños.

—Falta dos semanas para tu cumpleaños —afirmó Baekhyun.

Sus ojos se desviaron al chico que seguía en competencia. Frunció su labios rosas y acomodó sus cabellos. Si guiñaba el ojo iba a vomitar.

—Quiero que mi hermanito menor me dé mi regalo adelantado.

D-E-L-E-T-R-E-A-N-D-O  | ChanSoo | Two shotWhere stories live. Discover now