Capítulo 3: El Anciano de Baquedano.

14 5 1
                                    

Llegamos en un rato a nuestro destino, el famoso pueblo del Loco O'Sullivan. Y necesitábamos más información que nunca.

El problema era: ¿Dónde conseguirla?
Yo estaba planeando a donde ir, tal vez a la municipalidad o algo así, o tal vez en la misma estación en la que él se ponía a vender.
Mientras tanto, Cony se dedicaba a preguntar a cualquier transeúnte si conocía a un "Loco O'Sullivan"

Me tuve que acercarme a ella y pegarle suavemente en la cabeza.

—¿Sabes que ningún joven conocerá a mi tatarabuelo ya que ellos ni siquiera estaban vivos?— Le tuve que decir, no sé en qué estaba pensando.
—Sí sé oh, pero por si acaso, uno nunca sabe.—

En fin, a falta de ideas (y a lugar de dónde ir, ya que Baquedano era un pueblo bastante pequeño pero acogedor) decidimos simplemente ir a la estación de trenes.
No era la gran edificación, y de hecho, estaba cerrada,pero había un cuidador, que por fortuna, ya tenía su edad, igua si tenemos suerte, podría haber conocido al familiar desaparecido.

—Fer, ¿Te das cuenta que apenas el arrugado se puede mover?— Menos mal que el anciano no escucho tal cosa, tuve que pegarle suavemente otra vez. (Dios mío, esta mujer)

Me acerqué a él, a penas me dirigía la mirada.
El anciano estaba sentado en una banca, con los ojos cerrados, las piernas cruzadas, y con un bastón en mano.

—¿Caballero? Amh...¿Caballero?...¿Me escucha?—
Le hablaba al viejito, pero como que no reaccionaba, al principio creí que no me escuchaba porque a lo mejor era sordo, así que cada vez que le hablaba me acercaba a él, pero no había reacción.
—Sí.....¿Sabes? Creo que murió el anciano.— Dijo Cony, mientras me miraba como me acercaba al anciano.
—¿Podrías ayudarme?— Le dije algo enfadada.
—Está bien. ¡ANCIANO!.—

Dio un grito que no me lo esperaba, llegué a saltar un poco.
El anciano despertó súper desesperado y sólo dijo esto:
—ALLÁ VIENEN LOS MILICOS.—
Y me golpeó con su bastón.
Síp, me golpeó.

—¿PERO QUÉ?— Le tuve que gritar
—¿MILICO?— Me dijo el Anciano
—¿QUÉ LE PASA?— Le respondí
—¡VOTEN POR PIÑERA!— Me dijo él
—¿PERO QUÉ ESTÁ DICIENDO?—
—POR EL BIEN DEL PAÍS.—
—¿PODEMOS IRNOS?— Respondió Cony.

En este momento que escribo esto, suena hasta gracioso, pero realmente el anciano me golpeó fuerte, aún me acuerdo como me sobaba la mejilla. (Donde él me pegó)
Después de tanto griterío, hubo un momento de silencio y él procedió.

—Oh, hola señoritas. ¿Qué desean?—

Nosotras dos quedamos con la boca abierta.
Si hace poco casi nos mata, y ahora actúa como si nada....Era obvio que el caballero no estaba demasiado consciente de sí mismo.

—Amh...Sí...Creo que deberíamos irnos...— Cony se intentó ir, pero la tomé del brazo, haciendo que se quedara.
Tomé un suspiro y continué.
—Sí, ¿Usted de casualidad conoció a un O'Sullivan? O mejor, ¿Un loco O'Sullivan?—
—¡Oh! ¡El weón O'Sullivan! Cómo olvidarme de las weás que vendía, rara gente le compraba, pero ganaba bastante.—
—¿Y sabe de casualidad dónde quedó cuando dejó de vender esas cosas?—
—No, aunque era un amigo muy íntimo, nunca se despidió de mí, simplemente desapareció. Pero me dijo que tenía una mina por Pan de Azúcar, pero nunca me dijo su ubicación exacta.—

Con sus amigos también desapareció sin dejar rastros, creo que eso ya es una marca especial de mi tatarabuelo.
Luego de un rato, el anciano entró a la estación y salió con una hoja (algo antigua) en mano.

—Me entregó este número telefónico, pero mi teléfono de la época ni de ahora me lo pesca. Ustedes que son jóvenes, deberían saber.—

Pero no eran números, de hecho, eran coordenadas.
Y tendría sentido, porque si no me equivoco, estará prohibido instalar una mina en un espacio protegido como un parque nacional (En este caso, Pan de Azúcar), por eso se negaba a que la gente supiera su ubicación y a donde iba a conseguir los minerales.
Mi tatarabuelo como siempre, metiéndose en casos ilegales.

Agradecimos al anciano y nos alejamos de él.

—No me digas que le vas a creer a un viejo que dijo que eras un milico..— Me dijo mi compañera.
—Es la única pista que tenemos, así que creo que iremos a Pan de Azúcar.—

O'Sullivan Mystery: La Mina Secreta del NorteWhere stories live. Discover now