Cap. 3.- Gracias.

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Las suaves sabanas de la cama que ya comenzaba a reconocer hicieron deliciosa fricción con mi piel, obteniendo de mis labios un gemido quedo. Mis músculos se sentían atrofiados, seguramente he pasado un largo tiempo en cama y todo por la culpa de esa estúpida... lo bueno es que sigo con vida, a menos que...

Abrí mis ojos con rapidez, sintiéndome mareado debido a que aún me encuentro un poco mal. Tomé mi rostro entre mis manos tratando de opacar las náuseas tan desagradables que subían rápidamente por mi garganta y que sabía que no se quedarían ahí. El olor del Cullen me llegó como un tufo cadavérico, sabía que estaba al otro lado de la puerta, como pidiendo permiso a entrar.

"Que estúpido, es tu habitación"

Después de pensar en eso se escuchó la puerta y él se asomó por entre la rendija, dejándome sorprendido por el lamentable estado en el que se encontraba, no lo notaba en su físico, pero si en la expresión de sus ojos; cosa que me asustó, el estrés lo mantenía en constante cansancio mental.

-¿Cómo te encuentras Jacob?

Confundido, era como me sentía en ese momento y la sensación de que algo se me escapa.

-No sé qué sucedió Cullen, solo sé que fui parte de la cena de dos vampiros- Intente que mi voz saliera a reproche, pero solamente se escuchó quebrada, no lo había admitido en su momento pero había tenido mucho miedo.

¿Qué rayos me había sucedido? Mis lágrimas comenzaron a caer a caudales, en este momento volvía a tener miedo; tuve tanto miedo de lo que me pudiera ocurrir... no quería morir aun. Lo único que quería era un abrazo y un hombro en el cual desahogarme, no me importaba que este fuera de mi rival; así que solamente alce mis brazos hacia él, que me miro sorprendido de mi accionar pero no discutió conmigo ni se alejó solamente se acercó a mí y me tomo con una delicadeza que jamás había sentido, me sentía como el cristal más puro y delicado; me estaba rompiendo en frente de quien menos quería.

Cullen se aferró a mi cintura como la última vez, solo que esta vez lo hizo con ambos brazos mientras yo me sostenía de su camisa empapada con mis lágrimas, estrujándola entre mis manos queriendo más de él, queriendo que me diera cariño, deseaba sinceridad... como el beso casto que sentí en mi frente.

Jalé a Edward hasta quedar acostados, uno a lado del otro, acurrucándonos como dos pajaritos sin hogar bajo una noche de tormenta. Las sabanas delicadas y suaves no eran necesarias, pero eran como un refugio para que nadie más a parte de nosotros supiera que sucedía en esa habitación.

Nos quedamos en la misma posición durante horas, hasta que el sol nos deslumbro y la habitación brillo con su cuerpo; yo aún aferrado a él con sus manos enredadas en mí, entregándonos mutuamente algo que aún no sabíamos que era.

-Gracias...

Susurré después de cerrar mis ojos, dispuesto a dormir, quería decir tantas cosas con esa simple palabra pero ya nada más salió de mis labios que sintieron algo cálido... casi como un beso y después algo que me conectó irremediablemente a Edward.

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⏰ Last updated: Jul 12, 2018 ⏰

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Kwop KilawtleyWhere stories live. Discover now