🍷Capitulo 3🍷

447 95 13
                                    

Desde hace un rato que la fiesta había terminado, yo estaba en la casa de ChanYeol, y aún que probablemente ya había pasado una hora desde que dejamos el lugar yo no tenía palabras.

Quiero decir... éste chico fue mi primer amor, de verdad le quería, y el hecho de que haya desaparecido sin más me tomó desprevenido. Tanto, tanto tiempo sin saber nada de él, todos los días preguntándome si estaba bien, si aun seguía vivo, si me recordaba, si aun me quería. Fue una incertidumbre que me duró ocho años, OCHO largos años. Y de repente llega así.

-- ¿Por qué me dejaste ChanYeol? -- solté sin más.

-- Tenía cosas que hacer.

-- ¿Por qué no me buscaste antes?

-- Llevo ocho años buscándote KyungSoo, te he buscado por todo el mundo - soltó una risa -- ¿Quién iba a pensar que te quedarías en el mismo lugar en donde naciste?

Bueno, tal vez tenga algo de razón. Pero ¿No debería haber partido por buscar en donde viste a la persona por ultima vez?

-- Y dime... ¿Cómo estas ahora, con quién vives, aun estudias? -- me preguntó el castaño.

-- Sí, aun estudio, o bueno eso trato. No he podido ingresar a la universidad. Vivo con mi mejor amigo, pero... - suspiré -- Ya no tengo trabajo, y no sería justo quedarme así con él, le debo dinero.

ChanYeol se levantó de un salto, y se acercó a mi rostro. Wow... el chico sí que estaba radiante.

-- No te preocupes, yo te lo pago.

-- No Yeol, cómo crees.

-- Es más, vive conmigo. No te cobraré nada.

-- ChanYeol yo... no sé.

-- Vamos Kyunggie - ese apodo -- Tómalo como una forma de compénsarte el hecho de haberte dejado así nada más.

-- Dame una semana para pensarlo, ¿Está bien? debo arreglar varias cosas. Avisarle a Baek, ver mis horarios, traer mis cosas... - me llevé una mano a la boca, se supone que no sabía si aceptaría, soy un imbécil.

Park ChanYeol rió levemente.

-- Esta bien, pero... ¿Por qué no duermes aquí hoy? ya es tarde, y tengo otra recamara.

Acepté, y platicamos por horas, y horas y horas.

-- ¿Estas seguro de que vas a pagar lo que debo? -- le pregunté al más alto.

-. ¡Claro que sí! No me mal entiendas, pero ahora tengo mucho dinero, pero casi no lo gasto... - hizo una pausa y del refrigerador sacó una botella de vino tinto -- supongo que por ti haré una excepción.

Se sirvió en una copa, se veía tan apetitoso, tan rojo como la sangre.

-- ChanYeol... ¿Puedo tomar un poco de tu vino? -- le pregunté con la boca hecha agua, no me malinterpreten, un vino con tan buen aspecto deja con ganas hasta al más rehabilitado de alcohol en el mundo.

-- No, no puedes -- me respondió mientras el muy maldito le daba un trago a la copa.

-- ¿Por qué no? -- chillé.

-- Porque aun no quiero que lo pruebes... no sería bueno para ti.

-- Pero si ya soy mayor de edad... - él se sentó junto a mi- - ¡Anda, dame un poco! Es que se ve tan rico.

Él sonrió con ternura y me dio la copa. Me la llevé a los labios lentamente, cerré los ojos y le di un sorbo... su sabor era un tanto extraño, así que dejé que impregnara toda mi boca, lo retuve allí unos momentos, y luego me lo pasé. No sabía dulce, tampoco amargo, ni ácido, era más bien como... un sabor algo metálico.

-- Y bien... ¿Te gustó? - preguntó el adverso, quitándome la copa de las manos.

-- Tiene un sabor interesante... ¿Puedo tomar una copa? -- le pregunté como si fuera un niño pequeño pidiendo permiso para comer dulces en la noche.

-- No Kyung... tal vez luego, antes tengo muchos planes para nosotros.

Su respuesta me dejó helado.

-- Para... ¿Nosotros? -- pregunté incrédulo.

-- Sí para nosotros - su rostro se puso serio -- ¿Qué no recuerdas cuando éramos niños?

-- NO... bueno sí, pero eso fue hace muchos años, y bueno yo era muy pequeño e inocente, no sabía que tú y yo estábamos saliendo, es más no sabía que ESTAMOS saliendo. Hace tanto que no nos veíamos, me hiciste preguntarme tantas cosas, yo quiero decir...

Abrí mis ojos todo lo que pude. Estaba tan sorprendido, ChanYeol me estaba besando. Él me tomó por el cuello, y le correspondí, también cerré los ojos... wow, ya había olvidado lo bien que besaba él.

-- Te extrañé tanto KyungSoo - me dijo con los ojos vidriosos -- La he pasado muy mal sin ti. Prometo que no te dejaré nunca - él apoyó su cabeza en mi pecho, yo apoyé la mía en la suya, acariciando su sedoso cabello.

*

Más o menos había pasado una hora dese que ChanYeol me dejó en mi habitación. Estaba muy vacía, como él ya esperaba que viniese y trajera mis cosas. Que extraño, pero bueno, supongo que sólo es una coincidencia.

¡Que emocionado estoy! después de tanto esperar ahora voy a vivir con ChanYeol, tal como cuando éramos niños; bueno excepto por la parte de que ahora ya sé muchas más cosas, ahora ya comprendo qué era lo que pasaba cuando los dos éramos más jóvenes.

Aunque ahora estar cerca de él me hace ponerme nervioso, antes no. Supongo que es porque ya sé que es lo que podemos hacer, pero bueno, no quiero apresurarme con el tema del sexo, esto aun no es oficial, y no quiero echarlo a perder.

Cerré mi puerta, y me recosté en la cama. ¡Vaya que la casa de ChanYeol es fría! Me metí bajo las mantas y apagué la vela que tenía a un lado. Oscuridad total. De verdad me sentía cansado, en todo el sentido de la palabra. Lentamente el sueño se apoderó de mi...

¿¡Qué es eso!? Me pregunté abriendo los ojos como platos, no podía ver absolutamente nada. De repente la temperatura bajo más, si hubiera un poco de luz podría ver como el vaho sale de mi boca en cada exhalación. ¡Otra vez, allí está! Ese movimiento en la base de mi cama.

Dios, ¿Qué está pasando? Podría jurar que hay alguien más aquí. Encogí mis pies y pegué la espalda a la pared. Un tacto frío se posó en mi mejilla, arrancándome un desesperado grito de los labios.

-- Kyung... KyungSoo soy yo -- susurró ChanYeol tratando de tranquilizarme.

Tardé unos momentos en terminar de captar qué era lo que había sucedido, mi respiración estaba agitada, y de mi corazón... ¡Ni hablar! Me llevé una mano a la frente, respiré profundo. Uno... dos... uno... dos...

-- Eres un imbécil -- reclamé, tirando un puño a la oscuridad dándole en lo que pareció ser su hombro.

Segundos después vino la risa.

Él se metió bajo las mantas junto conmigo, yo volví a recostarme. Podía sentir la respiración del pelicastaño sobre mi rostro, pero no podía verlo.

-- ¿Qué haces en mi cuarto tan tarde? -- pregunté, como cuando era un chico de 11 años.

-- Sólo vine a hacerte compañía -- respondió, poniendo una mano en mi cintura y acercándome más a él.

-- Mi primera noche aquí, y ya me estas acosando... -- dije divertido aunque mi rostro solo mostraba seriedad.

El no me respondió, pero pude sentir como su mano comenzaba a meterse bajo mi playera. Di un pequeño respingo, pero esta vez no iba a detenerlo. Me quedé inmóvil.

-- Tenemos que recuperar todos esos años perdidos... ¿No lo crees? -- pregunto entremetiendo una de sus piernas en las mías, pegándose más a mi, haciendo que nuestras caderas quedaran juntas.

Dios... ¡Me voy a desmayar!

🍷De sangre fría y piel desnuda.🍷 [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora