Repercussion (Clexa AU) #PGP2018

Capítulo 15

El tiempo había empeorado y muchas calles estaban llenas de nieve. El frío golpeaba con fuerza bajando las temperaturas a mínimas que no se habían visto en años.

Lexa se paseaba intranquila por el salón. La tormenta estaba en pleno apogeo y su hija y Clarke estaban en la calle. Habían salido a pasear a los perros como hacían siempre, pero esta vez estaban tardando más de lo normal y eso la preocupaba.

La morena casi saltó del sillón, donde minutos antes se había sentado cansada de pasearse por el salón, para coger el teléfono cuando este sonó.

- ¿Sí? –preguntó acelerada apretando el aparato con fuerza en su mano.

- ¡Hola Lexa! ¿Me has echado de menos? –la voz al otro lado del teléfono hizo estremecer a la morena.

- ¿Qué quiere? –preguntó apretando los dientes y tensando la espalda.

Por un momento se había olvidado de aquel hombre y era feliz.

-Cuida ese tono Woods. No me hagas enfadar –Lexa apretó los puños con fuerza hasta que sus nudillos se volvieron blancos. Su voz la había trasportado al pasado. A aquella primera conversación. A la sonrisa arrogante de Amira y a la risa cruel de aquel hombre. Quería encontrarlo y matarlo. No solo por lo que le había hecho a ella y a su vida. Sino por lo que le quería hacer a sus padres- Woods –llamó su atención- Quiero que te subas al próximo avión que esté disponible. Titus te mandará un mensaje con la hora exacta. ¿Me has entendido? –gritó al no obtener respuesta.

-Si –murmuró impotente.

-Muy bien Woods, buena chica –Lexa puedo escuchar su sonrisa a través del teléfono- sigue así de bien y a tu hija no le pasará nada.

- ¡No metas a Samantha en esto! –rugió Lexa saliendo de su estupor.

- ¿Prefieres que meta a Clarke? –preguntó con una sonrisa- Es una chica muy bonita, seguro que me haría unos cuantos favores con esa boquita tan sexy que tiene... –Lexa casi no pudo contenerse, pero se alegró de haberlo hecho cuando le escuchó reír- suba a ese maldito avión Comandante o lo lamentará.

...-.-....

- ¡Ya estamos en casa! –gritó Samantha desde la puerta.

Lexa no sabía cuanto tiempo llevaba pegada al teléfono desde que aquel hombre había colgado, pero tenía la sensación de que habían sido siglos.

- ¿Estás bien? –le preguntó Clarke tocando su hombro y ayudándola así a salir de su estupor.

-Si –murmuró mostrando su mejor sonrisa- solo estaba preocupada habéis tardado mucho- Clarke desvió su mirada de sus bonitos ojos verdes al teléfono que seguía en su mano- estaba a punto de llamarte cuando habéis entrado –se justificó dejando el aparato en su sitio.

-Sentimos haberte preocupado –intentó reconfortarla la rubia abrazándola brevemente- pero volver se ha convertido en una odisea por culpa del viento y la nieve.

-Está bien Clarke –Lexa la regaló su mejor sonrisa- ve a ducharte estas helada.

-Lo estoy y empapada también –Lexa frunció el ceño ante su elección de palabras y a su pesar sonrió- por la nieve mal pensada –Clarke se dio la vuelta y salió del salón llamando a Samantha para que ella también se duchara.

Cuando la rubia desapareció, Lexa se dejó cae pesadamente en el sofá. Se sentía exhausta. El peso que llevaba soportando desde hace años sobre sus hombros se había vuelto insoportable con esa última llamada. Estaba destrozada y se sentía impotente.

No solo había amenazado a sus padres. Sino que se había atrevido a meter a su hija y a Clarke. ¿Cómo se atrevía?

Cerró los ojos y la voz de aquel hombre se volvió a filtrar en sus pensamientos.