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Era una noche pesada, sentí que tal vez tenía una contusión así que no podía dormir y al parecer Clarisa tampoco ya que no dejaba de mandarme mensajes.

—No puedo dormir—me mando por mensaje.

No le tome mucha importancia a su mensaje, decidí aprovechar mi falta de sueño para ver si encontraba algo que me pudiese servir, Sonia no había sido de mucha ayuda que digamos pero al menos me dio unas cuantas pistas.

No era de sorprenderse la inconformidad de los sobrenaturales, todos coexistimos en la tierra pero aun así los humanos tenemos muchísimo más poder sobre esta, hace siglos los seres sobrenaturales (más específicamente los vampiros y los elfos mágicos) habían intentado un levantamiento.

¿Y qué sucedió? Se preguntaran ustedes.

Pues nos hicimos cargo, oh bueno la iglesia se encargó de parar esto con una masacre llevada a cabo en forma de inquisición y quema de brujas (elfos mágicos) lo cual es algo normal considerando que seis octavos de la población mundial somos humanos.

En fin, salí en el auto a ver si me encontraba con algo pero revise los callejones y los antros y nada, todo estaba aburrido a más no poder.

— ¿Y si salimos a hacer travesuras? —mando Clarisa en un mensaje como si estuviera viendo la agonía del aburrimiento en mi cara.

—Voy para allá—le envíe en una nota de audio.

Tarde cerca de media hora en llegar, ella estaba afuera esperándome con una bolsa llena de latas de pintura en aerosol, iba con unos jeans negros rotos y un top y un gorro del mismo color.

— ¿Siempre vas tan casual? —pregunto con sarcasmo.

—Solo cuando es media noche.

— ¿Crees poder moverte rápido vestido así?

Le sonreí y arranque, conduje hasta una zona residencial y me detuve cuando me dijo.

Nos bajamos y me cubrí la cara con la bufanda.

Comenzamos a "colorear" una casa de su elección.

—Mira esta obra de arte—me dijo mostrándome un enorme panda drogado que dibujo y luego una tipa abierta de piernas en el lugar donde estaba la puerta.

—Me gusta más el mío—dije señalando el delfín en el auto de nuestra víctima.

Ella intento ahogar una carcajada, intento, y me volteo a ver.

—La cara lo hace parecer un delfín violador.

Seguimos así hasta que vimos una luz prenderse en el segundo piso y escapamos riendo en el auto.

Nos detuvimos en un muro en blanco que nadie cuidaba y nos pusimos a dibujar, ella era demasiado buena en esto y yo, bueno, yo dibujaba delfines violadores.

Deje fluir mi imaginación un poco y de alguna manera dibuje a la cosa que me ataco el otro día cuando hacía el ritual.

— ¿Qué significa? —me pregunto.

— ¿A qué te refieres? No significa nada.

—Todo en esta vida tiene un significado Gabi—Se acercó a mí y unimos nuestros labios durante unos instantes-por ejemplo eso significa que me gustas mucho.

— ¿Hasta ese delfín violador? —le pregunte después de que se me pasara el asombro.

—Tonto—dijo dándome un pequeño golpe—sip, hasta ese delfín violador.

Nos vimos un rato hasta que escuchamos las sirenas de una patrulla y escapamos a toda velocidad.

Regresamos a su edificio y la acompañe a la puerta.

—Fue un placer hacer travesuras contigo—comento.

—El placer fue todo mío—le dije y regrese a mi auto.

Tal parecía que no todo estaba mal en este mundo y que algunas cosas o todas parecían tener al fin un significado.








CazadorWhere stories live. Discover now