Don't Say You Love Me (Camren)

Capítulo 17

-Entonces, ¿Ese era el hermano de tu novia?.- Taylor repitió la pregunta por cuarta vez mientras dejábamos el subway.

-Por cuarta vez Tay, que no es mi novia.

-Pero te gustaría que lo fuese ¿No?.- Él movió sus cejas de arriba a abajo mientras caminaba de espaldas para poder verme a la cara- Como sea, ¿Te amenazó o algo así?

-Solo es hermano mayor no un mafioso genio.- Dije con algo de ironía en mis últimas palabras- Solo está asegurándose de que su hermana se relacione con personas de bien. Eso es todo.

-Las cosas cambiarán cuando sea tu novia.- Se burló dándome un codazo. Si tarea favorita es fastidiarme, ¿Aún puedo volver y tirarlo por las escaleras del subway?

Continuó con sus bromas y chistes de mal gusto durante todo el trayecto que nos quedaba hasta casa. Aunque hubiese preferido que durase mucho más, pues apenas cruzamos el jardín delantero oímos los gritos de mis padres al interior de la casa resonando contra las ventanas. Taylor soltó un bufido junto a mí y pasó una mano por su cabello alborotándolo antes de que yo metiera mi llave en la cerradura y abriese la puerta principal.

-¡Todo va estar bien Miguel!.- Exclamó mi madre evidentemente cansada de aquella discusión.

-¡No lo estará! ¡Estamos yendo directo a la quiebra!.- Miré a mi hermano frunciendo el ceño ante las palabras de mi padre.

Tay negó con la cabeza haciéndome entender que no entraría en la sala, al contrario se perdió por el corredor hasta encerrarse en su habitación. Dejé mi cámara sobre la mesita en la entrada junto a mis llaves y lancé mi mochila al suelo justo junto a la mesa antes de caminar hasta la sala. Mamá puso sus ojos en mí en cuanto puse un pie dentro de la habitación y mi padre pasó sus manos por su rostro en un claro gesto de frustración.

-Hola cariño.- Saludó mi madre intentando aparentar que nada sucedía poniendo una de sus mejores sonrisas- ¿Tu hermano está en su habitación?.- Asentí- Bien, será mejor que prepare la cena.

Sin decir nada más abandonó la sala dejándonos a mi y a papá completamente solos. Caminé hasta el sofá para tomar asiento justo donde mi padre lo había hecho y permanecí en silencio pensando en lo que diría a continuación.

-¿A qué te referías con lo de estar en quiebra, papá?

-No es nada hija. No tienes que preocuparte.- Trató de restarle importancia pero me negué a dejarlo pasar.

-Estás preocupado. Mamá y tú nunca discuten, así que no me pidas que lo olvide con facilidad.- Él soltó un largo suspiro clavando su mirada en algún punto frente a nosotros.

-La tienda no ha tenido muy buenos ingresos los últimos meses. Al parecer se ha estado desvalorizando a la música últimamente y hemos perdido dinero.

-Pero tiene solución ¿No?.- Pregunté esperanzada- Quiero decir, es sólo de momento ya ha pasado otras veces. Estaremos bien.

-No lo sé, Lauren. Esta vez, la pérdida es......considerable.- El silencio se hizo presente otra vez y yo lo aproveché para pensar en alguna solución que lograra mantener las cosas en calma.

-Papá.- Llame su atención algo insegura por lo que diría- Que tal si.....- Carraspeé antes de proseguir- Que tal si hablas con el tío Luis. Creo que tampoco está en su mejor momento y quizás juntos pueden encontrar una solución a sus problemas económicos.

-No.- Dijo tajante poniéndose en pie- No voy a hablar de esto con Luis.

-¿Por qué no? Papá por favor, han pasado años.

-No lo haré Lauren. Ese es el fin de la discusión.

Abandonó la sala sin dejarme objetar. Gruñí algo molesta por su estúpida actitud llena de orgullo y rencor. Si él se negaba a escuchar mi propuesta quizás era mi turno de actuar frente a la situación que nos acontecía como familia.