Capítulo 8

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Seiichiro logró calmarse luego de la reunión con Masaomi, se sentía muy apenado por haberle mostrado un lado tan patético de él. Y aunque intentó con todas sus fuerzas no desmoronarse, le fue imposible tras enterarse de tantos sucesos. Si es sincero, no esperaba que Taiki le apoyara de tal forma y eso solo causó que sus sentimientos se enmarañaran en su pecho, nunca había experimentado la tristeza y felicidad al mismo tiempo, pero sin ninguna duda no quería volver a pasar por ello, pues fue una escena muy bochornosa tanto como para él como para Hijirikawa. Sin embargo, la reunión termino muy bien una vez que estuvo en condiciones de dedicarse a trabajo. Pero ahora se hallaba realizando un asunto mucho más impórtante que cualquier trabajo.

–Señor Seiichirou Jinguji, tome asiento, en breve el director Saotome le atenderá– le informó la secretaria, guiándole a la pequeña sala de reuniones que ese hallaba en salón de maestros. El de cabellos caramelos supuso que aquella distribución era para hacer más fáciles las charlas entre maestros y tutores. O simplemente para que cada persona ahí presente estuviera al día con los chismes de los alumnos.

Tomó asiento como se le solicitó y no paso mucho para que el dichoso director de la escuela apareciera. Ese anciano se arrepentiría por haber expulsado a Ren, solo porque concibió a un niño en este mundo. Claro, que en un comienzo también le costó a Sei aceptarlo, pero ya nada se podía hacer, y sin embargo, ese no era un motivo de expulsión. La vida privada de cada alumno es algo en que ninguna autoridad escolar puede poner cartas en el asunto, esto era un tema exclusivamente familiar.

–Buenas tardes estimado Jinguji, es un placer su visita.

–Buenas tardes, realmente espero que así sea. –dijo seriamente, ante la etiqueta del mayor –seré directo, vengo exclusivamente a solicitar la reincorporación de mi hermano a la escuela.

–Es lo que me suponía en cuanto supe que estaba aquí. Sin embargo aquello es algo que no puedo hacer. –el hombre se mostró implacable con su respuesta, es más hasta parecía contentó con ello –¿Usted cree que es correcto que en una intachable institución como esta, aquellos desacatos sean aceptados? Por supuesto que no. –el pelicaoba no espero replicas por partes del segundo hijo de la familia Jinguji –No permitiré malos ejemplos en mi escuela.

–Señor Saotome, entiendo muy bien su punto. Incluso estoy a favor de no permitir que el resto de los alumnos imiten malos comportamientos. –concordó, mostrándose lo más imperturbable posible ante la postura tan arrogante de aquel hombre – Sin embargo yo le cuestiono a usted ¿Es un mal ejemplo un joven que sin importar que, se hace cargo responsablemente de su hijo? ¿Se puede negar culminar con su educación a un chico que solo quiere darle lo mejor a su hijo en un futuro?

–Yo le pregunto a usted ¿Le parece correcto que un joven como su hermano, que ha violado la normativa escolar en reiteradas ocasiones, se le permita incluso el atrevimiento y la osadía de traer al niño a la escuela? Nuestra norma escolar no permite ese tipo de insolencias con esta distinguida institución.

Ese viejo gordo encontraría cualquier pretexto para no dar su brazo a torcer. ¡Maldición! La conducta de Ren no le ayudaba en nada en estos momentos. De hecho ya no podía contar las veces que ha tenido que dar la cara en su lugar por no obedecer las reglas de la escuela. Pero esta vez no toleraría como ese hombre se refería a su hermano como una de las peores calañas sobre la tierra.

–Director –interrumpió una joven voz, aparentemente era un alumno haciendo recados por pedido de un maestro. –La norma escolar no dice nada referente a la paternidad de los alumnos.

–¿Eh? ¿Cuándo entraste niño?

–La expulsión de Ren es injustificada. –concluyó tras dejar unas carpetas sobre el escritorio y abandonar el lugar.

El Bebe, Masato y Yo. [Adaptación// UtaPri-Baby and Me]Onde histórias criam vida. Descubra agora