Epílogo

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No al plagio

ADVERTENCIA: Hermione narra todo, a menos que intervenga alguien más.

Capítulo veintiséis: Epílogo

Había algo muy raro en el ambiente, no era tensión. Ella siempre estuvo presente. No obstante, lo que predominaba el lugar era una esencia rancia y repugnante: muerte.

El claro estaba rodeado de cuerpor inertes que yacían a la espera de que alguien les diera un sepulcro digno… Se pudrirían al aire libre. Nadie quería darle a esos magos algo tan lujoso como un entierro; todos ellos habían hecho un daño irreparable en la vida de magos y muggles. Arrebataron papás, hijos, sobrinos, amigos, amigos, amantes, primos, etc. Nos habían quitado a nuestros seres queridos; nadie llorará por esos mortífagos.

¿Habíamos cantado victoria? Porque se sentía como la peor derrota. Ganar no traería a los que se fueron, me dolía saber que niños en su pleno esplendor fueron marchitados, arrancados de raíz.

El precio había sido muy alto:

«—Y le dices estúpida a mi tía —bufó Draco con burla—. Ya no tienes más horrocruxes, nos deshacemos de ti y desapareces de la faz del universo —declaró con dureza.

Tom soltó una carcajada llena de burla y diversión.

¡Son una panda de ilusos! —gritó en cólera (era todo un bipolar)—. ¡Yo soy Tom Riddle, Lord Voldemort para este mundo, descendiente directo de Salazar Slytherin! ¿Quiénes son ustedes, simples mortales, para venir frente a mí y creer que podrán vencerme? ¡¿Quién carajo son sí he vencido a su salvador, Potter?! —terminó a voz en cuello. Regodeandoce en algo tan banal, tan poco importante como la descendencia; extendiendo sus brazos.

Wow. Que emocionante derroche verbal has tenido en tu regreso, Voldy, Voldy —comentó Draco, aplaudiendo con descaro. ¿Estaba loco?—. Pero contestaré la pregunta que has hecho: Todos nosotros somos guerreros, ex-mortífagos, sangre pura e impura… y, sobre todas las cosas, ¡somos puros de corazón! ¡Y la magia está de lado de aquellos que tienen buenas intenciones!

Esa fue la señal para que Sirius, Snape, Remus y Toharu flanqueran a Draco mientras que los restantes agruparon a los jóvenes para que estuvieran como último recurso. Esperábamos no necesitarlos.

¡Mira nada más lo que tenemos aquí! —señaló Tom—. Mis filas estaban llenas de traición, les di todo ¡¿y así me pagan?! ¡Les haré pagar su deslealtad!

Ni bien dijo, comenzó una lluvia de hechizo, encantos y embrujos de su parte. Todos ellos tan fieros y mortales, dispuestos para matar. Desde el principio se sabía que correríamos peligro a cada segundo, sin embargo, caímos en el peor error… confiarnos.

Por más que atacara el primer grupo, era imposible llegar a hacerle algún daño a Voldemort.

*elfitos*lindos*

¡Draco, Draco! —grité desesperada en el bosque tratando de encontrarlo. ¿Dónde se había metido?—. ¡DRACO!

Aquí estoy, Daphne, dámela —exigió al ver que levitaba a Hermione tras de mí.

Solté el encanto en cuanto la tuvo en sus brazos.

¿Qué sigue ahora? Dijiste que Toharu te había explicado la forma de sacarla de su encierro mental, ¿no? —no podía evitar preguntar, la curiosidad podía conmigo. Quizás no era la más inteligente, pero siempre mantuve buenas calificaciones. ¿A quién quería engañar? Preguntaba para no enfocarme en que Harry estaba muerto.

Puros de Corazón Where stories live. Discover now