En una mansión, específicamente...en la terraza de esta, yacían algunos integrantes de la destacada y prominente familia Joestar, siendo cordialmente invitados por el futuro casado; Johnny Joestar.
Y es que Johnny en verdad extrañaba su tierra natal y a sus pocos familiares quienes seguían viviendo en el lugar donde él se crió y del cual aun tiene recuerdos maravillosos que extrajo en tantos años...fue duro dejar todo atrás, la nostalgia se hacia presente en cada ocasión que recordaba Kentucky, invadiendo su alma... pero Venecia tenía su encanto, no podía negarlo, además de que ahora estaba al lado del amor de su vida por lo cual no se arrepentía, en pocas palabras; Italia era su nuevo hogar.
Joseph prestaba atención a la conversación que su abuela Erina y Johnny mantenían, y es que le fascinaba la elocuencia y fluidez con la que solía articular palabras la retocada dama, siendo en todo momento respetuosa y elegante, deleitando con su dulce voz a todo ser que la escuchara.
-No hay nada más bello que el encontrar a la persona ideal en tu vida, y finalmente lo encontraste Johnny, mis más grandes deseos para tu futuro matrimonio.-Deseo con total alegría la mujer de edad avanzada, tomando con parsimonia su taza de té, elevando su meñique en el proceso.
Su matrimonio con Jonathan fue lamentablemente efímero por las circunstancias tan atroces que se ocasionaron, pero eso no evito que su corazón siguiera latiendo por él hasta el final de sus días.
-Realmente aprecio tus palabras, abuela Erina, muchas gracias.-Sonrió Johnny.-Y me alegro que pudieran presentarse, ya saben...son mi única familia y hubiera sido más difícil para mi esta experiencia sin ustedes...
-Eh, jamás hubiésemos faltado.-Dijo Joseph, poniendo su mano en el hombro del contrario.-Es sorprendente que finalmente asentaras cabeza, ¿quien diría que el indomable Johnny Joestar se casará dentro de poco?
-Joseph.-El tono de voz en la mujer de ojos azules fue un reproche, cruzando sus brazos por los comentarios de su nieto.
Johnny simplemente río.
-Lo sé, pero bueno...lo que ocasiona el romance.-Se encogió de hombros.-,algún día te veré en la misma situación, Joseph.-Miro con diversión a su primo quien simplemente atinó a sonrojarse un poco.-¿No me digas que...?.-Insinuo, su sonrisa se ensancho.
-Emmmm...bueno...-Se rasco la parte posterior de su cuello.-¿algo así? No estoy seguro...apenas llevamos semanas conociéndonos...
-¡¿Conociste a una ragazza?!.-Exclamo sorprendido.
-Joseph, no me habías dicho nada al respecto...-También se interesó la mujer de años dorados, mirando fijamente a su nieto.
El Joestar se sonrojo aun más, si...llevaba conociendo a Caesar por varias semanas, pero lo que no sabia es que se encontraba en un estado de limerencia al tratarse del bello rubio de ojos esmeralda.
-Deberías invitarla como acompañante para la boda, seria un acercamiento entre ustedes.-Propuso su primo, meneando su copa serenamente entre las yemas de sus dedos.
-¿Y tu prometido? ¡Quiero competir contra él en una cabalgata, la ultima vez hizo trampa, estoy seguro!.-Cambio drásticamente de tema, algo avergonzado por los temas de índole sentimental, pero tomaría en cuenta la sugerencia de su primo.
-Tendrás que esperar, fue a visitar a su primo, no creo que tarde mucho a decir verdad.-Miro el reloj que se encontraba en una pared cercana, divisando la hora.-Y no en todas las ocasiones en las que pierdas significa que el contrincante hizo trampa, Gyro es un excelente jinete, debes superarlo.-Comento en tono de burla, viendo la reacción de ofensa por parte del castaño contrario.
-¡Seguramente uso las Steel Bols contra mi!
-Steel Balls...-Lo corrigió.
-¡Como sea...!
Erina se frotó el puente de la nariz, suspirando pesadamente al saber que esa rabieta infantil por parte de Joseph haría que ambos discutieran como era normal entre ellos...
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Bellezas italianas. •CaeJose•
FanfictionJoseph Joestar conoce las maravillas que Italia trae consigo.