Capítulo 27: Retirada (FANFIC DE ALEXA CULLEN)

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Jacob corría detrás de mí en total control de sus pensamientos. Toda su concentración puesta en una que otra roca del camino; en los diferentes tonos de las ramas desnudas que se asomaban bajo la capa de nieve sobre los árboles. Eso estaba bien, ya había tenido suficiente de sus pensamientos inoportunos. 

Corría en su forma humana, no se había transformado. Prefería mantener su cabeza libre de la manada y eso hacía que nuestro regreso fuera infinitamente largo... ¡Maldita relatividad!
Yo hubiese preferido correr o cargarlo, en ese momento no importaba, hubiera dado cualquier cosa con tal de darnos algo de prisa, aunque eso significara llenarme de pulgas.
Pero por más que a mí me pareciera, el tiempo no se detenía, venia por nosotros, nos daba caza implacablemente.
Odiaba estar desconectado de todo lo que sucedía, me sentía encerrado en una frágil burbuja que más temprano que tarde explotaría y aquella impotente sensación me abrumaba"
—Esto es ridículo ¿sabes? —. Me dijo de pronto rompiendo el silencio— No comprendo cómo puedes seguir aquí, fingiendo que no pasa nada, que es normal la necesidad que Bella siente por mi ¿Quieres que te haga un dibujo, que lo explique con manzanas para que lo entiendas mejor?
—Que te necesite no significa nada, es sólo una mala costumbre.
—Sí, claro. En todo caso, pronto lo sabremos.
—Ni se te ocurra intentar nada estúpido—. Le advertí.
—No te preocupes chupasangre...—me respondió con una sonrisa idiota—, no haré nada que ella no me pida.

Justo en ese momento el aullido de un lobo retumbó débilmente. El sonido provenía del campamento.
Estaba a punto de salir corriendo cuando Jacob rió por lo bajo.
—Seth debe estar nervioso porque nos tardamos—.
—Seguramente piensa que nos ha sucedido algo.
—Tal vez piensa que te he roto el pescuezo—. Dijo maliciosamente.
Me detuve para contemplarlo. Esto era ridículo, estábamos a punto de enfrentarnos a un ejército de neófitos hambrientos y él en su incomprensible e inmensurable egoísmo sólo podía pensar en sus estúpidos juegos.
—Tal vez deberías prestar más atención a lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Tal vez suceda algo ahí abajo, ¿Has pensado en ello siquiera?.
—No creas que no lo hago. No creas que me da lo mismo estar aquí mientras mis hermanos están ahí abajo listos para hacerle frente a lo que venga.
Por mis venas corre la sangre orgullosa de mis antepasados. Honraré a mi tatarabuelo, a mi familia, haré lo que me corresponde pero no sólo por mi gente, por mi pueblo y mis hermanos.
Cada vampiro que destruya será un vampiro menos que irá tras Bella. Así que no te sientas tan complacido contigo mismo pensando que abandonas a tus seres queridos por ella, yo la dejo aquí junto a ti no por que quiera morder a unos cuantos vampiros o por que piense que tú seas el indicado para protegerla, si lo hago es porque soy bueno en lo que hago y matar vampiros es lo que mejor sè hacer—.
—Ella estará a salvo conmigo—. Le aseguré casi ofendido.
—Sí, lo sé. Si no fuera así no la dejaría aquí, lejos de todos nosotros. Además... Estará Seth por si acaso y él me mantendrá informado.

¿Había subestimado los intenciones de Jacob? No lo creía, esté era su último intento, su última jugada. Él jugaría a ser heroico.
—Sólo limítate a no hacerla sentir aun más confusa, más preocupada—.Le advertí.
—Y tú limítate a tus propios asuntos—. Me respondió.
—Bella es "Mi asunto".
—También lo es para mí.

Y era así, yo sabía, comprendía que sus sentimientos eran, de una manera infantil, sinceros.
Pero Jacob había pasado su naturaleza por alto. No importara cuan apegado se sintiera ahora a Bella, él, al igual que todos los de su especie, algún día encontraría la compañera de su vida, a su pareja de imprimación y ese día dejaría todo y a todos por estar junto a ella. Ese era su destino, era su única verdad absoluta.
No importaba que él creyese con todo su corazón que ese día no llegaría, pues como la hora más oscura precede al alba aquel día llegaría y no habría nada que pudiera hacer en contra de ello.
¿Y qué pasaría con Bella, si es que ella le escogiera? El sueño de Jacob, aquellos niños corriendo por la playa junto a él ya no le importarían, no significarían nada para él, y Bella quedaría destrozada, con el alma rota. No necesitaba los poderes de Alice para verlo.
¿Podría protegerla de ese destino? ¿Si ella así lo quería, podría ahorrarle aquel dolor?
Pero que absurdo resultaba tan sólo pensar en ello. Bella era mía, tan mía como yo era suyo, no había nada que pudiera cambiar eso.
No. Yo nunca dejaría de luchar por ella. No ahora que habíamos llegado tan lejos. No después de vencer todo y cada uno de los obstáculos que no paraban de presentársenos.
No importaba que Jacob fuera la personificación del calor, de la luz y del sol. Mi oscuridad no sería tan negra y el frio se convertiría en calor abrazador cuando ella estuviera por siempre a mi lado.
Poco después vi el claro donde ella se encontraba.
—Será mejor que te vistas,—le dije a Jacob cuando pasamos junto a sus ropas tiradas en sobre un helecho— y avísale a Seth que somos nosotros—.
Di unos cuantos pasos más y Seth gruño al sentir mi olor.

—Somos nosotros, Seth —. Gritó Jacob detrás de mí.

—¿Porque han tardado tanto?—. Me preguntó éste más preocupado que molesto. —Tengo un mensaje para ti ——me dijo éste en su mente— Alice dice que la cosa se complica, que alguien más viene, una visita sorpresa. Los Vulturis y que Jane viene con ellos.
¡Rayos!
¿Acaso no podían complicarse más las cosas?. Si Jane y los otros estaban aquí, Bella también tendría que estar ahí. Nada les impediría ir por ella, tan sólo para comprobar si habíamos cumplido con nuestra parte del trato pactado en Volterra.
Esto cambiaba por completo la situación.

—Solo tendrán unos diez a quince minutos luego de que el último de los neófitos caiga. Si todo sale bien y con algo de suerte, ellos llegaran cuando todos estén acabados—.
¿¡Suerte?! ¿Ella había dicho suerte?.
—Sí, eso es todo lo que necesitamos—. Contesté en voz baja. La maldita suerte era lo único que hoy, al igual que en otras oportunidades nos jugaba en contra.
¡Maldito fuera Murphy y su estúpida ley!

—Supongo que no debería sorprendernos—diez minutos no era mucho tiempo, tendríamos que estar un poco más seguros—, pero vamos a ir un poco apurados, le va a andar muy cerca. Por favor, dile a Sam que le pida a Alice que intente concretar aún más el esquema—.
Movió su cabeza afirmando y luego se volteó para contemplar a Jacob que se encontraba dándonos la espalda.

Corrí junto a Bella, había tanto que quería decirle, tanto que no podía decirle en ese preciso momento ya que hacerlo significaría un dolor extra para ella. Amarle había sido lo único bueno de mi existencia y su amor me había cambiado en más de un sentido. ¿Cuánto me había salvado? ¿Cuánto me había transformado? Y ahora, tenía de dejarle para que ella fuera capaz de aclarar lo que realmente sentía por este ser que creía amarla. ¿Pero que sabía Jacob Black del amor? Nada. Bella era un capricho, una mera cuestión de superioridad de especies. Al final del día a él sólo le importaba quien se quedaba con la chica, el lobo o el vampiro.
Bella merecía algo mejor que esto, no necesitaba sufrir o ser expuesta a estas interrogantes a estas decisiones.
Y en el fondo, debía admitir que sus dudas me herían, pero todo era mi culpa, yo le había empujado a esto, yo había introducido a este ser en su vida y no había nada que pudiese hacer para remediarlo.

—Bella. Ha surgido una pequeña complicación. Me voy a llevar a Seth un poco más allá para intentar solventarla. No me iré lejos, pero tampoco podré oírte. Ya sé que no quieres público y no me importa... que escojas el camino que quieras—. Le mentí lo mejor que pude.

—Apresúrate —Dijo suavemente mirándome a los ojos.

Me acerque un poco más, memorizando cada detalle. El mundo dejo de dar vueltas en ese momento, mientras yo memorizaba cada detalle de su rostro, y me permitía perderme a mí mismo en la profundidad de sus ojos color chocolate.
Luché contra el deseo de tomarla en mis brazos y correr lejos de ahí. Dejaríamos todo atrás, pues nada en ese momento me importaba más que Bella.
Un frio intenso brotó de mi pecho, y supe que aquel frio permanecería ahí hasta que volviera a estar junto a ella. Estaba consciente de que si no marchaba de una vez, no me marcharía nunca y Jacob se podría ir al quinto infierno y los neófitos detrás de él, pero hacerlo también era pasar por alto los sentimientos y las necesidades de Bella y yo había jurado, por sobre todas las cosas protegerle, incluso, si eso me incluía a mí mismo.
A sí que hice lo que debía en ese momento, me incliné rápidamente y le di un casto beso para luego marcharme junto a Seth sin mirar hacia atrás.

Y corrí, corrí, corrí, con Seth tratando de seguirme el paso, lo cual era claramente imposible.

—¡Edward, espera! — Me grito en su lobuna mente.
Pero yo no podía, necesitaba alejarme de ahí, necesita no escuchar la aparente molestia de Jacob mientras se dirigía a Bella, a mi Bella.
—¡Por favor! Me suplico por ultimo Seth y me detuve unos kilómetros delante de él.
¿Qué estaba haciendo? Con volverme loco no solucionaría nada. Ahora más que nunca necesita enfocarme. Conocía bien a Bella, estaba seguro de sus sentimientos por mí. Lo de Jacob era algo que solo debía ser terminado, cerrado, un capitulo sin concluir hasta este día. Luego de esto ya no habría fantasmas, ni más dudas entre nosotros, tampoco quedarían espacios que le dieran falsas alas a él. Esto debía suceder, fuera lo que fuera esto debía pasar y entre más pronto esto llegara a su fin sería mejor.
—¿Estás bien? — me preguntó Seth a medida que se acercaba. —Por un momento pensé que te perdería—.
Y por un momento así también lo creí yo, pensé que me perdería a mí mismo. Pero mientras tuviera a Bella a mi lado yo nunca me perdería, ella era y sería por siempre mi faro en la eterna oscuridad de mis noches.

—Sí, —le respondí —Estoy bien, será mejor que nos apresuremos.

La visión de Alice era clara. Jane y unos cuantos estaban aquí.

—¿Pero por qué? ¿Por qué no actuaron en Seattle?
¿Estaban informados sobre las intensiones del ejército de los neófitos o tan solo los están siguiendo? —. Yo tenía tantas dudas.

—Deben estar tras ellos—, dijo Esme.

¿Pero por qué? Seguí preguntándome, las dudas me azotaban sin piedad.

—¿Vienen por ella? Pregunté a Alice y comprendió sobre que hablaba.

—No... Si... Es difícil decir, ellos vienen a comprobar su estado, eso los mueve hacia aquí, pero hay una sombra, algo que no se deja ver. Puede ser que Bella sea solo un pretexto pero no por ello deja de ser un peligro para todos.

—¿Aun tendremos un poco de acción, no es así? — Preguntaba Emmett lleno de frustración y expectación.

—Sí, tendremos que hacerlo y debemos ser rápidos y eficientes. —Carlisle—. Aun cuando no me gusté tener que admitirlo.

—Es necesario— Le tranquilizo Esme.

Jasper había informado a la manada sobre el problema que representaban los Vulturi y lo que podríamos esperar de ellos y de lo peligroso que era que ellos tuvieran conocimiento de esta alianza o de su mera existencia.
La noticia de Hombres lobos en alianza con el aquelarre de los Cullen avivaría aun más la codicia y la envidia de Aro, no necesitábamos esa clase de atención en este momento.

—Tendremos unos diez a trece minutos para terminar con todos los neófitos. Están obsesionados por el olor de Bella, no piensan en nada más que no sea en ella, será fácil sorprenderlos.

—Está bien, recuerden todo lo que les hemos dicho, no dejen que les agarren, no podrán soltarse de ellos si esto ocurre—les recordó Jasper—. No piensen que ustedes son más fuertes que ellos, la soberbia no es buena consejera en tiempos de guerra, pero tenemos el factor sorpresa de nuestra parte y eso nos ayudará.

—¿Cuánto nos queda? — Pregunté a Alice.

—Solo unos minutos más, será mejor que vuelvas junto a Bella.
—Todo saldrá bien amor—me dijo Esme. —Ve con ella.

Miré a mi familia por última vez y junto a Seth corrí hacia mi corazón.  



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¡READERS!

Nuevamente gracias a todos por sus votos y lecturas, realmente significan mucho para mí.

Escribo para darles unas buenas noticias y una mala; la mala es que con este capítulo concluye el tercer libro de Alexa Cullen: Conflicto eterno (Eclipse desde la perspectiva de Edward) y la autora ha desistido de seguir escribiendo el cuarto y último libro llamado Amor eterno.

Entre la buenas noticias es que yo personalmente me he tomado el tiempo para escribir el cuarto libro (aunque está lejos de ser terminado puesto mi atención está de lleno con historias enteramente mías) poco a poco iré subiendo los capítulos por lo que pido incluso mucha más paciencia. La segunda buena noticia es que si te encantan las historias de vampiros y romances vampíricos estoy publicando capítulos en esta misma cuenta de mi historia llamada EN ESTA VIDA Y LA OTRA (abajo dejaré la sinopsis y pormenores).

Por último y no menos importante quería avisarles que idees sur papier ya tiene listas algunas mercancías para vender inicialmente en toda Colombia mientras aseguro la mejor manera de hacerles llegar los productos a toda latinoamerica, ¿quieres un mug, un separador, una camisa y no sabes que tenemos disponible? Pues solo debes entrar a la página de instagram con el mismo nombre () y seguirnos para estar al tanto de las publicaciones y precios. El plus es que personalizamos los productos con tu nombre o con los libros que más te gusten. ♥ ♥ ♥

¿Cuales son tus frases de libros favoritas? Escribe abajo tu respuesta ;)

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EN ESTA VIDA Y LA OTRA

Genero: Vampiros.

Palabras clave: Reencarnaciones, Acción, Romance, Misterio, Ángeles, Demonios, Elementales.

Estado: En proceso (cinco capítulos publicados).

Playlist: ¡Si! Todas las canciones publicadas en el encabezado de los capítulos tendrán relación directamente en los capítulos o sirvieron como inspiración para la creación de los mismos. ENCUENTRA EL PLAYLIST EN LA PÁGINA DE YOUTUBE DE IDEES SUR PAPIER.

SINOPSIS

El Conde lo tenía todo; riquezas, abundancia, todo un pueblo a su disposición. Era un Conde letal con sus enemigos y cordial con sus aliados además de ser un hombre codiciado.

Emma Donovan es una aspirante a cantante que debe sobrevivir con la venta de frutas en el mercado local; está lejos de tenerlo todo pero nunca pierde las esperanzas.

Entre todas las diferencias evidentes la que más resalta es que mientras él goza de excelente salud y estado físico, ella está marcada por la muerte. Él la ha observado desde lo lejos a través de los años, de hecho a través de los siglos solo que ella no lo sabe, el Conde tampoco sabe cómo es posible pero Emma tiene la habilidad de reencarnar en el mismo cuerpo, además de ser poseedora de la sangre más dulce y exquisita que el hombre ha olfateado.

El Conde debido a su adicción a los placeres carnales se hizo inmortal pero se ha convertido en su misión personal encontrar la razón por la que aquella mujer si bien no era humana siempre moría.

A pesar de los problemas, muertes y apegos que se entretejen entre el Conde y Emma, él tiene algo claro, siempre la encontrará; En esta vida y la otra.--

Conflicto Eterno (Edward's Eclipse)Where stories live. Discover now